Crónica del penúltimo festejo de la Feria de Fallas 2024
De entre todos los factores que hacen desear suerte a los toreros, Borja Jiménez tiene que sumar a su lista a los mulilleros, aunque en Valencia el arrastre se haga con caballos. El sevillano entró de pie en Valencia con una tarde que siempre se guio bajo el prima de hacer un toreo rotundo. De embrocar los viajes con la mano baja y llevar el trazo hasta final el línea curva. Un toreo exigente y de enorme poder. El público lo cantó, pero el presidente no atendió la petición mayoritaria y los mulilleros se contagiaron con el frío ambiente como deseosos de terminar con el trabajo. Un visto y no visto, mientras los tendidos seguían pidiendo la oreja. Sin Puerta Grande Borja Jiménez, pero con el convencimiento de ser torero de ferias y de retos de importancia. Como importante fue el recibo de Juan Ortega al segundo. Casi una docena de lances que recrearon la magnitud del buen toreo, mientras que Cayetano cuajó una tarde deslucida por el viento.
El primero de los tres que embarcó la familia Fraile -dos de El Puerto y uno de La Ventana- tuvo cuerpo por su alzada y su largura, además de un tranco de salida que le permitió a Borja Jiménez recibirlo a la verónica. Lo galleó el de Espartinas por chicuelinas, para dejar al toro a punto al caballo, donde el de El Puerto destacó más en su arrancada que en su pelea debajo del peto. El inicio por abajo puso las armas del poder de Borja Jiménez en el ruedo y, a partir de ahí, cero renuncias. Un toreo quedándose en el sitio para ligar las embestidas, sin perder pasos, con la muleta puesta siempre en la cara, tirando siempre del animal por abajo. Al toreo tan rotundo, le faltó en algunas ocasiones inercia, que solventó con muletazos de figura más erguida hacia los adentros. La serie sobre la diestra antes del remate por manoletinas marcó la guía del toreo de ferias de Borja Jiménez. Una media estocada puso en su manos la oreja.
Serio y astifino fue el sexto, que tuvo mucho perfil por su longitud de pitón enseñando las palas. Marcó el de Juan Pedro Domecq su clase, pero también su escaso poder. Tiene el toreo de Borja Jiménez una exigencia suprema para la bravura que parte sin inercias. Como no fue ese el modelo el astado sevillano, Borja Jiménez entendió que el trasteo debía desarrollarse con muletazos sueltos. La distancia y la colocación -siempre de frente- fue clave. También los embroques, con la suavidad que precisaba. Con el toro ya venido abajo, los terrenos se acortaron y los tendidos ovacionaron en pie una tarde de Puerta Grande. Dio una vuelta al ruedo.
Paró Juan Ortega el tiempo, el viento e incluso frío que arreció en el microclima de la plaza de toros de Valencia en el recibo a la verónica al segundo. Tras varios lances genuflexos, los lances surgieron con la armonía de reducir la embestida desde el embroque, sino incluso desde antes. Sin apenas ganar terrenos, los lances se encadenaron con exquisita ligazón, mientras el de Juan Pablo parecía hipnotizado por el vuelo templado del de Triana. Prometió el inicio de faena, antes que la escasa transmisión de un astado de mejor embroque que finales condicionara la transmisión con los tendidos. El quinto, de La Ventana del Puerto, salió ya frenado desde la salida, descompuesto, embistiendo con el pitón contrario. El remate de muletazo dormido de Juan Ortega no facilitó la limpieza en los trazos en un trasteo de disposición.
Puso categoría el primer toro de Juan Pedro Domecq. Nota alta del elenco ganadero por su clase, bravura y fondo. Hizo el viento de las suyas durante toda la tarde, poniendo en compromiso y en apuros a Cayetano en varias ocasiones al quedarse descubierto. Del primer trance salió el diestro con la referencia de los terrenos donde menos molestaba el viento por las banderas a falta de los papelillos y fue un volver a empezar en medio de la faena. Con el toro en el tercio, salió la garra de Cayetano con una tanda de rodillas. Le siguieron varios tandas de muletazos de trazo limpio, llegando al tendido en los alardes y en el final de nuevo de rodillas. Perdió las manos el toro en el momento de la estocada y la espada cayó baja. Dejó una estocada al segundo intento. El complicado cuarto se metió siempre por dentro, viniéndose arriba en la faena de un Cayetano que no estuvo a gusto. Metió la mano con habilidad.
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Valencia . Noveno festejo de la Feria de Fallas 2024. Media entrada. Toros de Juan Pedro Domecq (1º, 2º y 6º), Puerto de San Lorenzo (3º y 4º) y La Ventana del Puerto (5º), desiguales de presentación y de juego. Destacó el buen primero, por su clase fondo y humillación. Con clase el sexto, aunque muy justo de poder. Bueno también el tercero, de El Puerto de San Lorenzo. Descastados el resto.
• CAYETANO, ovación tras aviso y silencio.
• JUAN ORTEGA, ovación y palmas.
•BORJA JIMÉNEZ, oreja y vuelta al ruedo tras aviso.
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