«El fiscal nacional venezolano ha tenido expresiones absolutamente inaceptables, muy incomprensibles y poco fundamentadas respecto del caso», dijo el canciller en una entrevista en un medio local el día después de que el presidente chileno, Gabriel Boric, anunciara el envío de una nota de protesta a Venezuela por las opiniones del fiscal general.
«Se dio el gusto de empezar a darnos lecciones sobre cómo hay que cursar una persecución penal», añadió Van Klaveren.
Varias autoridades del Ejecutivo se refirieron en las últimas horas a las palabras del fiscal e insistieron en que el Ministerio Público chileno está llevando a cabo una investigación «seria y responsable» y que en el país las instituciones «funcionan».
En la mañana, la ministra de Interior, Carolina Tohá, también advirtió que Chile llevará a los foros internacionales «la molestia con la forma en que se refirió la autoridad venezolana a la investigación».
Ojeda, disidente del Gobierno de Nicolás Maduro y asilado político en Chile, fue secuestrado el pasado 21 de febrero en la capital y sus restos fueron hallados diez días después en una localidad periférica, sepultados debajo de un bloque de cemento.
El fiscal chileno a cargo del caso, Héctor Barros, vinculó en abril el crimen con la banda criminal Tren de Aragua, nacida en una cárcel venezolana y extendida por Chile, Perú, Colombia y Bolivia, y pidió apoyo a las autoridades venezolanas para esclarecer los hechos.
Hasta el momento, solo hay un joven venezolano detenido en Chile, pero hay otros dos sospechosos con órdenes de detención, que las autoridades chilenas creen que están en Venezuela.
Tarek William Saab
Saab aseguró el miércoles que el crimen de Ojeda fue una operación para «enturbiar» las relaciones entre ambos países, en la que participaron cuerpos de inteligencia chilenos y extranjeros «con intereses espurios», al tiempo que rechazó que los dos sospechosos vayan a ser extraditados a Chile en caso de ser detenidos.
Sobre la respuesta del Gobierno de Venezuela tras el envío de la nota de protesta, Van Klaveren dijo que el Chile espera «alguna señal más positiva».
El caso lleva meses generando fricciones entre ambos países y acusaciones de falta de cooperación por parte de Chile hacia Venezuela.
«Este es un problema que tenemos con la fiscalía venezolana, es un tema muy específico, pero obviamente es un elemento de nuestra relación de Venezuela», admitió el canciller.
Boric ya llamó a consultas el pasado 11 de abril a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri, que finalmente retomó sus funciones diplomáticas unos día después.
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