Dos imágenes. Dos símbolos

Por Fortunato González

Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores almorzaron en Estambul en el restaurante del famoso chef turco Nusret Gökçe, conocido como Salt Bae. Allí degustaron varias rodajas de carne cortadas por el propio chef, conocido por su estilo teatral para rociar sal en los filetes y por el altísimo precio de su 

servicio, no por la calidad de la carne.

En la otra imagen aparece María Corina Machado con las hermanas Corina y Elsy Hernández en su restaurante Pancho Grill, en Corozo Pando, un pequeño pueblo con unos 486 habitantes ubicado a 50 km al sur de Calabozo, en el estado Guárico. Son cinco hermanos y la tía Nazareth que subsisten gracias a esta pequeña venta de comidas, ubicada a la orilla de la carretera. Allí hizo empanadas y surgió la llamada “María Corina” de chicharronada y queso llanero. La hemos visto haciendo cachapas en los quioscos. Tanto las empanadas como las cachapas son conocidas por lo sabrosas, y son económicas. No hay show, sino trabajo y sudor, pero rellenas de pasión venezolanista.

En sus desplazamientos de campaña, Nicolás Maduro utiliza toda la parafernalia de su gobierno: los aviones de Conviasa, decenas de aeronaves de lujo para su comitiva, y decenas de camionetas de alta gama y último modelo. 

Todo lo costeamos los venezolanos. Cientos de escoltas lo ponen a distancia, y francotiradores se ubican a distancia prudente listos para disparar. María Corina Machado no puede viajar en avión porque el gobierno cierra las líneas se le venden un boleto, y sus desplazamientos por todas las carreteras y 

trochas de Venezuela las hace en su carro y sus amigos en los propios, con todos los obstáculos que se le ocurre al gobierno. La gente la protege porque la quiere y la admira, le abre paso y la ayuda a llegar. Así ha recorrido todo el territorio nacional.

Ambas comidas hay tenido repercusión mundial, la primera por el ridículo y el contraste entre el lujo del que gobierna y la miseria del pueblo que lo padece. La segunda por la lección de humildad, de solidaridad y de amor por los venezolanos.

El pueblo sabe, tiene sabiduría y corazón. Lo comprobaremos el 28 de julio.