Hugo Domingo Molina el visionario que logró la transformación de la ciudad y la feria
Jesús Ramírez "Él Tato"
Desde hace sesenta años, la hermosa Villa de Juan de Maldonado y Villaquiràn, guarda historias y reseñas de una ciudad que sorprendió al mundo con las celebraciones deportivas, culturales y taurinas, que se asentaron por el mes de enero para ver y sentir el progreso y modernización de una ciudad de empinadas calles, que éste año vuelve a ser cita obligada de turistas, ganaderos, empresarios, deportistas y aficionados taurinos.
Fué el impulso determinante del trabajo colectivo del visionario tachirense Hugo Domingo Molina, quién revitalizó ideas para echar a andar una feria popular que se convertiría en la Feria Gigante de América, con una plaza de toros monumental que dió pie e inspiración a otras plazas similares que convirtieron las ferias de La Chinita y Del Sol en otras citas interesantes en las agendas de los mejores toreros del orbe.
Hoy con sesenta años, la feria se mantiene vigorosa, altiva y retadora ante la incertidumbre, ya con la nueva Reina Rosbely Molina, los pabellones de feria con gran presencia popular y los carteles anunciando las corridas de atractivas combinaciones.
El abogado Juan José Guerrero CEO de la empresa "Fiesta Brava" ha logrado éste año capitalizar la atención con carteles de variedad e interés bien rematados, que constituyen un impacto entre los aficionados, reuniendo toreros de España, México, Peru y Venezuela en una cita que rebasa nuestras fronteras.
El bando de San Sebastián marcó el inicio al estilo real. "Venid todos. La ciudad está aquí. La ciudad es vuestra. San Cristóbal os saluda. Ha empezado la feria."
Faltó añadir subamos todos a Pueblo Nuevo a oír los infinitos ! olé! con acento andino.
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