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viernes, 28 de febrero de 2025

Positivo e interesante Festival Taurino en Mérida


Carlos Alexis Rivera CNP 10746
La noche del Carnaval Taurino de América en la plaza de toros Román Eduardo Sandia de Mérida se convirtió en un crisol de emociones, donde el arte, la tradición y la pasión se entrelazaron en cada lance y cada olé.

Cristopher Morales: El Mexicano que Brilló con Luz Propia

El torero mexicano Cristopher Morales abrió la noche con una actuación que dejó huella. Con la capa, demostró su destreza y elegancia, pero fue con la muleta donde alcanzó su máxima expresión. Ligazón, temple y mando se conjugaron en una faena que culminó con una estocada en buen sitio. El público, entregado, premió su labor con una oreja y una vuelta al ruedo.

Enrique Caro "El Chibolo": La Zurda que Buscó el Indulto

El peruano Enrique Caro "El Chibolo" mostró su buena mano zurda, pero la suerte no estuvo de su lado con el estoque. A pesar de su esfuerzo y de momentos de gran conexión con el público, marró en tres ocasiones, perdiendo la oportunidad de conseguir al menos una oreja como premio a su actuación. El silencio fue el veredicto, acompañado de dos avisos y un saludo desde el tercio.

Carlos Parra "El Barroco": Serenidad y Mando

El mexicano Carlos Parra "El Barroco" desplegó su tauromaquia con tandas por naturales bajando la mano con gran calidad, pero la estocada, muy trasera, y dos pinchazos le impidieron obtener el triunfo. El silencio y un saludo desde el tercio fueron su recompensa.

Augusto Rodríguez: una despedida soñada

La noche alcanzó su punto álgido con la actuación del venezolano Augusto Rodríguez. Su saludo capotero, lleno de elegancia, el brindis emotivo a sus hijos, hermanos y la conexión con el  público presagiaba una gran noche para él. 

Con la muleta en la mano derecha, Rodríguez consiguió ligazón con muletazos limpios y templados. Las manoletinas, dosantinas y los pases por la espalda encendieron aún más los ánimos, y el público, al unísono, pidió el indulto. Sin embargo, la presidencia no cedió a la osada petición del soberano y Rodríguez sin inmutarse ejecutó con acierto la suerte suprema obteniendo dos orejas, la vuelta al ruedo y la salida por la Puerta Grande.

Los Novillos: Protagonistas de la Noche

Gitano de Rancho Grande:  bravo y exigente, que puso a prueba la técnica y el oficio del mexicano.

Pajarillo de El Prado: un novillo noble, que permitió a Carlos Parra lucir su toreo al natural.

Triunfador de Rancho Grande: de gran calidad, bravo y codicioso que permitió el triunfo del aficionado práctico Augusto Rodríguez. 

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