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miércoles, 2 de mayo de 2012


CRONICA DE CASTOREÑO
Jesús A. Araujo Contreras

CESAR FARACO…CONDOR DE LUCES DE LA MERIDEÑIDAD

Cesar Faraco Alarcón
 
Cesar Faraco  Alarcón. fue un joven merideño de San Juan que compartió estudios de bachillerato en Caracas con Carlos Almenar Otero y Alfredo Sánchez Luna mejor conocido como Alfredo Sadel.

Siendo un muchacho aun, partió rumbo a la capital en busca de mejor estabilidad, allí, aprendió las artes graficas y se aficiono a los toros gracias a su amistad con Luna, quien, como muchos no saben, fue un aventajado novillero.

Sus primeras correrías fueron por las mangas de coleo en sartenejas, la victoria y la guaira, luego, el amplio ruedo del Nuevo Circo, fue el aula de aprendizaje en tan difícil arte.

Allá, por el año 48, vino a caracas “el papa negro” padre de los “Bienvenida” ciudad en la que había residido y lar natal de su hijo Antonio, urbe en la que se crió hasta los 7 años.

Le llamaba la atención de la valentía de los novilleros que se ponían delante de aquellas moles astadas que embestían con desigualdad pero con muchos ímpetus el, había matado corridas criollas durante su permanencia en el país.

Manuel Mejías Rapela “El papa negro” había nacido en Bienvenida, pueblo cerca de Madrid, procreo una torera casa que lleno sus paredes de trofeos, reconocimientos y cabezas de toros, su casa de “Brazos abiertos” (Bienvenidos) era fogón nutricio de torerías. Le puso el ojo al enjuto merideño y se lo llevo a España. Allí lo pulió y lo presento en varias plazas hasta llegar a convertirse en el novillero preferido de los
aficionados, con un toreo estático, profundo, pundonoroso y mandón, toreaba igual al resto de los componentes de la dinastía.

En Sevilla, toreando mano a mano con Manuel del Pozo “Rayito” sus vísceras fueron expuestas por la punta de las astas de unos de sus novillos. Pronta recuperación vertida en reaparición para completar un ciclo de novilladas que lo pusieron a tono para el consabido tríptico abrazo doctoral.

La alternativa

Y llego el día de aquel momento estelar en la vida de un hombre de luces…13 de mayo de 1955-plaza monumental Las Ventas en Madrid, el san juanero de apellido italiano hacia el paseíllo de rosa y oro para ser investido doctor en tauromaquia de manos de Antonio con la refrendación de Paco Muñoz ante toros de Urquijo tocándole en suerte “bocinero” toro con peso y edad que catalogo al hijo de Doña Elena.

Le pregunte al maestro si recordaba las palabras que le dijo Antonio a lo que replico…claro, como si fuera ahorita…¡¡Cesar, estas aquí porque eres el preferido de mi papà, para mi es un gusto y para ti, un lujo, suerte, lo mejor.

Cesar, junto al mexicano Guillermo Sandoval son los únicos americanos elevados a la categoría superior en tauromaquia en tan importante plaza, tenemos la alegría en el recuerdo de haberlo sacado a hombros junto a Juan Bautista Guillen y Leonardo Leal el día de su retirada en Caracas cuando mato seis de piedras negras, los miuras de América, cerrando sus ojos para siempre con la ilusión de que Mérida le hiciera un homenaje, de ver su busto en la plaza que inauguro y vivir en la ciudad de las águilas tulistas.

Primer cartel Plaza de Toros de Mérida

 A su memoria, mil pañuelos en vuelo y una perenne ovación por su aporte, cóndor de remoto vuelo en cuyas alas, bordadas de lentejuelas, brillo el gentilicio de una ciudad que puso muy en alto, recordando al cronista Eduardo García “K Hito” que muy idóneamente lo llamo…el cóndor de los andes.



Nota de duelo:
Aparte luctuoso para hacerle llegar nuestra adhesión de cariño a los hermanos Trossel por el Fallecimiento de Doña Evelia Estévez de Trossel, madre de esta importante casa torera, entre ellos el inolvidable…Bernardo Valencia.

en letras. Para todos, mi aplauso cariñoso convertido
morenitomilla@hotmail.com

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