CRONICA
DE CASTOREÑO
Jesús A.
Araujo Contreras
CESAR FARACO…CONDOR DE LUCES DE LA MERIDEÑIDAD
Cesar Faraco Alarcón |
Cesar Faraco Alarcón. fue un joven merideño de San Juan que
compartió estudios de bachillerato en Caracas con Carlos Almenar Otero y
Alfredo Sánchez Luna mejor conocido como Alfredo Sadel.
Siendo un muchacho aun,
partió rumbo a la capital en busca de mejor estabilidad, allí, aprendió las
artes graficas y se aficiono a los toros gracias a su amistad con Luna, quien, como
muchos no saben, fue un aventajado novillero.
Sus primeras correrías
fueron por las mangas de coleo en sartenejas, la victoria y la guaira, luego, el
amplio ruedo del Nuevo Circo, fue el aula de aprendizaje en tan difícil arte.
Allá, por el año 48, vino a
caracas “el papa negro” padre de los “Bienvenida” ciudad en la que había
residido y lar natal de su hijo Antonio, urbe en la que se crió hasta los 7
años.
Le llamaba la atención de la
valentía de los novilleros que se ponían delante de aquellas moles astadas que
embestían con desigualdad pero con muchos ímpetus el, había matado corridas
criollas durante su permanencia en el país.
Manuel Mejías Rapela “El
papa negro” había nacido en Bienvenida, pueblo cerca de Madrid, procreo una
torera casa que lleno sus paredes de trofeos, reconocimientos y cabezas de
toros, su casa de “Brazos abiertos” (Bienvenidos) era fogón nutricio de
torerías. Le puso el ojo al enjuto merideño y se lo llevo a España. Allí lo pulió
y lo presento en varias plazas hasta llegar a convertirse en el novillero
preferido de los
aficionados, con un toreo estático,
profundo, pundonoroso y mandón, toreaba igual al resto de los componentes de la
dinastía.
En Sevilla, toreando mano a
mano con Manuel del Pozo “Rayito” sus vísceras fueron expuestas por la punta de
las astas de unos de sus novillos. Pronta recuperación vertida en reaparición
para completar un ciclo de novilladas que lo pusieron a tono para el consabido
tríptico abrazo doctoral.
La alternativa |
Y llego el día de aquel
momento estelar en la vida de un hombre de luces…13 de mayo de 1955-plaza
monumental Las Ventas en Madrid, el san juanero de apellido italiano hacia el
paseíllo de rosa y oro para ser investido doctor en tauromaquia de manos de
Antonio con la refrendación de Paco Muñoz ante toros de Urquijo tocándole en
suerte “bocinero” toro con peso y edad que catalogo al hijo de Doña Elena.
Le pregunte al maestro si
recordaba las palabras que le dijo Antonio a lo que replico…claro, como si
fuera ahorita…¡¡Cesar, estas aquí porque eres el preferido de mi papà, para mi
es un gusto y para ti, un lujo, suerte, lo mejor.
Cesar, junto al mexicano
Guillermo Sandoval son los únicos americanos elevados a la categoría superior
en tauromaquia en tan importante plaza, tenemos la alegría en el recuerdo de
haberlo sacado a hombros junto a Juan Bautista Guillen y Leonardo Leal el día
de su retirada en Caracas cuando mato seis de piedras negras, los miuras de América,
cerrando sus ojos para siempre con la ilusión de que Mérida le hiciera un homenaje, de ver su busto en
la plaza que inauguro y vivir en la ciudad de las águilas tulistas.
Primer cartel Plaza de Toros de Mérida |
A su memoria, mil pañuelos
en vuelo y una perenne ovación por su aporte, cóndor de remoto vuelo en cuyas
alas, bordadas de lentejuelas, brillo el gentilicio de una ciudad que puso muy
en alto, recordando al cronista Eduardo García “K Hito” que muy idóneamente lo
llamo…el cóndor de los andes.
Nota de duelo:
Aparte luctuoso para hacerle llegar nuestra adhesión de
cariño a los hermanos Trossel por el Fallecimiento de Doña Evelia Estévez de
Trossel, madre de esta importante casa torera, entre ellos el
inolvidable…Bernardo Valencia.
en letras. Para todos, mi aplauso cariñoso convertido
morenitomilla@hotmail.com
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