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miércoles, 30 de mayo de 2012


FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO

Catarsis de toreo y emociones en Aranjuez

El Juli, dramáticamente volteado, y Manzanares cortan un rabo cada uno y salen a hombros junto a un gran Castella


APLAUSOS
Fotos: Julián López
Julián López "El Juli", Sebastián Castella y José Mari Manzanares han protagonizado una tarde de toros inolvidable en el bicentenario coso de Aranjuez. La catarsis de toreo y emociones ha sido continua durante todo el desarrollo de la tradicional corrida de San Fernando y los tres diestros han salido a hombros tras repartirse ocho orejas y dos rabos de un desigual encierro de Garcigrande y Domingo Hernández, en el que sobresalieron por su buen juego los lidiados en quinto y sexto lugar.

El Juli
 El Juli ha cuajado una extraordinaria faena al cuarto de la tarde. El madrileño mientras saludaba de capote al de Garcigrande resultó dramáticamente volteado. El toro le tropezó el engaño, resultando cogido por el estómago y volteándolo feamente por el aire en dos ocasiones. Quedó aturdido el torero e incluso llegó a desvancerse un par de veces. Tras unos instantes sobrecogedores se repuso el torero con la raza que le caracteriza y le cuajó un soberbio quite por chicuelinas. El toro fue noble aunque le faltó romper para adelante y ahí fue cuando El Juli logró tirar de él con aplomo y técnica. Contundente el torero de Velilla. Al natural hubo una serie perfecta por el mando, la mano baja y la exigencia que le impuso al animal. Con la espada dentro, el madrileño le instrumnetó varios muletazos, incluido un molinete. La petición de los máximos trofeos fue unánime.

Sebastán Castella
 Antes sorteó en primer lugar un toro bien hecho y noble de Domingo Hernández. El toro, que dobló las manos tras el encuentro con el caballo, llegó con escaso fuelle al último tercio. El madrileño lo administró a la perfección en el comienzo de faena para después llevarlo largo en el toreo al natural. Tras un espadazo paseó el primer trofeo del espectáculo.
El desrazado que hizo segundo no le dio demasiadas opciones a Sebastián Castella. El francés acortó las distancias con el toro y trató de buscar el lucimiento entre los pitones de un animal parado y muy reacio a embestir.

Sebastián Castella
 El quinto fue junto al sexto el mejor de todo el encierro. Un toro con muchas virtudes ante el que Castella estuvo francamente bien. El francés aprovechó la calidad, el temple y el ritmo del de Domingo Hernández para realizar una labor con enjundia y buen gusto. El torero de Beziers toreó con cadencia, en una faena redonda de principio a fin, desde los cambiados por la espalda de inicio hasta la gran estocada final. Maciza actuación de Castella.
Una oreja cortó Manzanares de su primero, un toro que desarrolló una extraordinaria calidad en la muleta aunque le faltó mayor empuje en sus embestidas. El alicantino llenó mucho la escena con su personalidad, le dio tiempo al toro y esa fue la clave para después instrumentar muletazos a cámara lenta sobre ambas manos. Mucho gusto, empaque y belleza tuvo la faena del torero alicantino, que pinchó en el primer intento en la suerte de recibir y eso rebajó el premio final.

Manzanares
 Al sexto le cortó Jose Mari el rabo. Es verdad que la faena no fue tan redonda y emocionante como la de El Juli, pero no es menos cierto que el de Alicante llenó la escena, toreó con una enorme expresión y naturalidad y enterró en los mismos medios de la plaza una extraordinaria estocada recibiendo en la que el toro no aceptó el envite de primeras. El animal fue muy enrazado, acometió con gran celo a la muleta y el diestro, especialmente a derechas, dejó series de gran calado.

Manzanares

Aranjuez, miércoles 30 de mayo de 2012. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández. 1º, noble; 2º, desrazado; 3º, enclasado; 4ª, noble, sin romper hacia adelante; 5º y 6º, excelentes. EL JULI: Oreja y dos orejas y rabo; SEBASTIÁN CASTELLA: Palmas tras aviso y dos orejas tras aviso; JOSÉ MARÍA MANZANARES: Oreja tras aviso y dos orejas y rabo. Entrada: Casi lleno.

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