La actuación de Silveti ante la prensa española

Destacan el quite por gaoneras y otros pasajes sueltos

Aunque no todos los criterios coinciden, la prensa española ha valorado algunos buenos detalles de la actuación de Diego Silveti ayer en Madrid, y en la siguiente información se agrupan los distintos comentarios vertidos acerca del mexicano:

El Mundo (Zabala de la Serna):

"Silveti, en el aniversario del doctorado de su padre, el llorado Rey David, brindó a su tío Alejandro; y celebró la efemérides con un par de series de tronío, una por cada mano, entre unas cuantas lagunas; el concepto caro del toreo de Diego cortocircuita, no sé por qué. Tiempo hay para enlazar los cabos sueltos. Faltó espada. Y con el sobrero sin clase de Salvador Domecq faltó toro, a pesar de la distancia concedida".

ABC (Andrés Amorós):

"En el primero, muy justo de fuerzas, quita por gaoneras, logra tres naturales de categoría y una buena serie por la derecha: todo lo deslucen las caídas del toro; en el último, un sobrero de Salvador Domecq, vacía de largo las embestidas rebrincadas pero el toro se queda corto, le desarma: palmas de simpatía".

La Razón (Patricia Navarro):

"Diego Silveti confirmaba alternativa y lo hacía rodeado de un halo de melancolía. La que dan las cifras, los años, el demoledor paso del tiempo. Justo se cumplían los 25 años desde que su padre, el Rey David, hacía lo propio en este mismo escenario. Brindó a su tío Alejandro, se cerraba el círculo: cielo y tierra. Todo lo puso ante el primero que tenía calidad pero escaso brío en el viaje o con el sobrero sexto de Salvador Domecq, que no humilló ni por error".

Aplausos (Redacción):

"Diego Silveti confirmó alternativa con un manejable ejemplar de Núñez del Cuvillo; el toro, de pelo castaño y nombre 'Tarifeño', tuvo buena condición aunque le faltó un punto más de empuje y fuerza en sus embestidas. El mexicano, bien en un quite por gaoneras en el que se echó con torería el capote a la espalda, toreó con templanza por los dos pitones aunque su faena no llegó nunca a romper; hubo una serie al natural y otra por derechazos de buena nota, pero al conjunto le faltó mayor redondez. Pinchó dos veces y dejó al tercer intento una estocada corta que bastó. Rebrincado y sin clase se movió el sobrero de Salvador Domecq que reemplazó al flojo titular de Cuvillo. Silveti, que brindó al público, no pudo estar  a gusto ni disfrutar con el animal, de casi seis años; puso voluntad el azteca, pero su faena pasó inadvertida".

El País (Antonio Lorca):

"Confirmó el mexicano Diego Silveti, pulcro y frío ante el flojo y bonancible primero, y con pocos recursos ante el sexto, segundo sobrero, que exigía una muleta más poderosa y templada que la suya".