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lunes, 14 de enero de 2013

El Juli: «El indulto es la esencia del toreo, toro y torero nos jugamos la vida»


Conquista su cuarta Catedral de Manizales y El Voceador de La Patria y apuesta firme por la Fiesta en Colombia

El Juli: «El indulto es la esencia del toreo, toro y torero nos jugamos la vida»
efe
El Juli
 
Estaba cantado. Nada más doblar el segundo toro y antes de que perdonase la vida al quinto, el triunfador de la Feria de Manizales llevaba el nombre de El Juli. Desde la zona de los cafetales hasta los Nevados se hablaba de su magnífica actuación, aunque la palabra idónea sería creación. Hasta el procurador de la Nación, Alejandro Ordóñez, comentó a ABC las maravilllas de sus faenas tras presenciar y apoyar con su presencia la Fiesta en Colombia entre el fervor popular. «El toreo forma parte de nuestra cultura y lo defenderé siempre. La última prueba ha sido la actuación de El Juli», manifestó el procurador.
Nadie discutió en la plaza las dos obras julistas, con el sello de figura número uno. El madrileño, «pletórico de felicidad», conquistó los máximos premios: la Catedral de Manizales y el Voceador, otorgado por el diario La Patria, por su faena al toro «Contratista», un ejemplar de Ernesto Gutiérrez al que indultaron las manos maestras de El Juli, que cuajó «prácticamente una faena completa con el capote». Embriagó con la tela fucsia y luego erigió con la muleta las tandas de la gloria para torero y toro. «Ambos nos jugamos la vida en el ruedo. Suele ganar la inteligencia del hombre, aunque a veces llega la cornada, otras las orejas y otras el indulto, que es la esencia del toreo y el triunfo de toro y torero».
 
Pero antes de esa labor al quinto, con el segundo había dibujado una para estudiar en las Escuelas. «Fueron dos faenas distintas, pero en las dos prevalecieron la entrega y el sentimiento», dijo el triunfador. La emoción trepó por los tendidos de la Monumental manizaleña, resonaron los ecos de los oles y los gritos de «¡toros, sí; Petro, no!».

El Juli, dueño de cuatro Catedrales, sabía que era el momento de dar el paso al frente y deletrear la torería en Colombia. «Hay que defender una lidia íntegra en este país, apostar por el arte del toreo». Apostó y ganó. Vencieron el torero y la afición, el toro y la Fiesta. ¿Podrá superar esta creatividad en España? «Todo es mejorable. Hay que evolucionar».

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