Bolívar, Escribano y Pinar sortearon cada uno un buen toro del hierro de Álvaro Martínez Conradi
Íñigo Crespo
Luis Bolívar, Manuel Escribano y Rubén Pinar han
paseado una oreja cada uno en el primero de los festejos de a pie de las
Corridas Generales de Bilbao, donde se ha jugado una noble corrida de
La Quinta que contó con tres toros especialmente buenos.
El primer toro de La Quinta, bien hecho, bajo, fino y astifino, tuvo una embestida tan noble como baja de raza y fuerza. Su matador, Manuel Escribano, que se presentaba en Vista Alegre, ejecutó un buen tercio de banderillas sobresaliendo en el tercer par, de mucha exposición por los adentros. Escribano templó con suavidad con la muleta en una faena de fácil manejo. Mostró calma y reposo antes de matar de una buena estocada. Buena sensación dejó el sevillano.
El cuarto fue un toro de alta nota, noble y con calidad. Escribano se fue a buscarlo a porta gayola, brillando después en otro buen tercio de banderillas, clavando dos pares de poder a poder y un tercero al quiebro y al violín. La faena de muleta fue abundante, tirando bien del toro, bien cogida la altura y los tiempos al animal. Ganó y perdió pasos según convino, siempre templado, embarcando con los vuelos de la muleta. Hubo más y mejor reunión sobre la diestra, matando de una buena estocada y siendo premiado con una oreja.
El segundo fue un toro bueno, con movilidad aunque sin llegar a entregarse nunca. Tuvo prontitud el animal, entendiéndolo bien Luis Bolívar en una faena templada y cosida. Fue clave no quitar la muleta de la cara y aportar dosis de técnica notable. Resultó volteado de forma aparatosa antes de entrar a matar, saliendo del trance con la taleguilla rasgada. Mató de buena estocada, sufriendo otra cogida una vez hecha la suerte, por suerte también sin consecuencias graves. Cortó una oreja.
El quinto resultó deslucido y llevó la cara alta sin ninguna clase. Cumplió en varas el ejemplar, bien picado por Ismael Alcón. Afanoso anduvo Bolívar con él, siempre dispuesto y exprimiendo a su oponente. Mató de estocada y fue silenciado.
Rubén Pinar sorteó en primer lugar un toro noble, bondadoso y bajo de raza. El manchego, bien puesto, manejó la situación con solvencia y sentido de la medida. Labor templada y cumplidora, coronada de pinchazo y estocada. Saludó una ovación.
Cerró plaza un toro encastado, exigente y con movilidad. Pinar, con la mente despejada, hizo un esfuerzo, cuajando una faena de menos a más, de mayor consistencia en su segunda mitad, donde logró pasajes importantes por el pitón derecho. Mató de estocada y fue premiado con una oreja.
Bilbao, 18 de agosto de 2013. Toros de La Quinta, bien presentados, astifinos, musculados y en el tipo de la casa. Corrida de alta dosis de nobleza con tres toros buenos: 2º, 4º y 6º. El más deslucido fue el 5º. Manuel Escribano: Saludos y oreja; Luis Bolívar: Oreja y silencio; y Rubén Pinar: Saludos y oreja. Entrada: Más de un tercio. Saludó tras parear al segundo Raúl Adrada y destacó picando al quinto Ismael Alcón.
El primer toro de La Quinta, bien hecho, bajo, fino y astifino, tuvo una embestida tan noble como baja de raza y fuerza. Su matador, Manuel Escribano, que se presentaba en Vista Alegre, ejecutó un buen tercio de banderillas sobresaliendo en el tercer par, de mucha exposición por los adentros. Escribano templó con suavidad con la muleta en una faena de fácil manejo. Mostró calma y reposo antes de matar de una buena estocada. Buena sensación dejó el sevillano.
El cuarto fue un toro de alta nota, noble y con calidad. Escribano se fue a buscarlo a porta gayola, brillando después en otro buen tercio de banderillas, clavando dos pares de poder a poder y un tercero al quiebro y al violín. La faena de muleta fue abundante, tirando bien del toro, bien cogida la altura y los tiempos al animal. Ganó y perdió pasos según convino, siempre templado, embarcando con los vuelos de la muleta. Hubo más y mejor reunión sobre la diestra, matando de una buena estocada y siendo premiado con una oreja.
El segundo fue un toro bueno, con movilidad aunque sin llegar a entregarse nunca. Tuvo prontitud el animal, entendiéndolo bien Luis Bolívar en una faena templada y cosida. Fue clave no quitar la muleta de la cara y aportar dosis de técnica notable. Resultó volteado de forma aparatosa antes de entrar a matar, saliendo del trance con la taleguilla rasgada. Mató de buena estocada, sufriendo otra cogida una vez hecha la suerte, por suerte también sin consecuencias graves. Cortó una oreja.
El quinto resultó deslucido y llevó la cara alta sin ninguna clase. Cumplió en varas el ejemplar, bien picado por Ismael Alcón. Afanoso anduvo Bolívar con él, siempre dispuesto y exprimiendo a su oponente. Mató de estocada y fue silenciado.
Rubén Pinar sorteó en primer lugar un toro noble, bondadoso y bajo de raza. El manchego, bien puesto, manejó la situación con solvencia y sentido de la medida. Labor templada y cumplidora, coronada de pinchazo y estocada. Saludó una ovación.
Cerró plaza un toro encastado, exigente y con movilidad. Pinar, con la mente despejada, hizo un esfuerzo, cuajando una faena de menos a más, de mayor consistencia en su segunda mitad, donde logró pasajes importantes por el pitón derecho. Mató de estocada y fue premiado con una oreja.
Bilbao, 18 de agosto de 2013. Toros de La Quinta, bien presentados, astifinos, musculados y en el tipo de la casa. Corrida de alta dosis de nobleza con tres toros buenos: 2º, 4º y 6º. El más deslucido fue el 5º. Manuel Escribano: Saludos y oreja; Luis Bolívar: Oreja y silencio; y Rubén Pinar: Saludos y oreja. Entrada: Más de un tercio. Saludó tras parear al segundo Raúl Adrada y destacó picando al quinto Ismael Alcón.
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