Los empresarios de La Maestranza hacen balance del 2013 mirando al futuro inmediato del coso sevillano y del sector
Apagadas
las luces del curso 2013, la empresa Pagés, a través de sus gerentes
Eduardo Canorea y Ramón Valencia, hicieron esta tarde un balance de la
temporada taurina saliente en La Maestranza sevillana, marcada por la
crisis económica que también atiza con fuerza a un sector que "no quiere
ni oír sobre la reducción de costes". Motivo de "preocupación" que, sin
embargo, "no alentará una nueva reducción en el número de festejos" que
integrarán la Feria de Abril en 2014.
Ambos empresarios coincidieron en este encuentro con la prensa a la hora de señalar que "es innegable que existe un claro influjo de la crisis en la Fiesta también". "De cara a las próximas temporadas lógicamente tenemos cierta preocupación por el ganado, por la calidad de los carteles, por el impacto que tenga en el número de abonados, por ser capaces de ver a nuevos valores y por la realidad social actual... Es una coyuntura complicada, pero tenemos la obligación de reflotar esta nave", comentaron los gestores que adelantaron que "no habrá alternativas en la próxima Feria de Abril" y que pondrán "todo el ahínco" para lograr la ansiada vuelta de José Tomás al coso andaluz.
Un feudo hispalense que permaneció cerrado a cal y canto en verano, salvo para las novilladas de promoción, porque "en años anteriores los espectáculos celebrados en esas semanas dejaban entradas de 700 o mil aficionados en el tendido, una imagen que una plaza con el señorío de La Maestranza ni se merece ni debe ofrecer por toda la Historia que descansa sobre sus pilares". Asimismo, del 2012, destacó Canorea, "a un Juli poderosísimo, a un Morante sin suerte pero con detalles únicos, a un Manzanares a mejor nivel en el epílogo del curso y a un señor de Gerena, salido de por abajo, llamado Manuel Escribano que arrojó una frescura imponente en la corrida de Miura". Precisamente, el gestor destacó a la divisa de Zahariche, único hierro que citó, advirtiendo a los que dudaban que "la corrida de Miura recuerda a todos que los toros de esta sangre saben embestir".
Volviendo a la enquistada problemática del sector, ambos empresarios lamentaron el "enorme amargor que deja que los principales protagonistas de este espectáculo, los toreros, no sean capaces de asumir esta situación". Además, dieron un paso más y se centraron en unas figuras que, según Canorea, "no están por la labor de ver rebajados sus honorarios para adaptarse a las necesidades actuales, al contrario, piensan que habría que subirlos aún más". Lo mismo sucede "con las cuadrillas", que "tampoco tienen intención alguna de abrocharse el cinturón y reducir sus sueldos".
Por este motivo, "es lógico ser
pesimista y categórico", porque no les "extrañaría que para la
temporada venidera vuelva a aparecer la palabra huelga en escena y, esta
vez, ligada a Sevilla", concluyó en un evidente llamada de socorro de
cara al comienzo de la temporada al final del invierno.
Ambos empresarios coincidieron en este encuentro con la prensa a la hora de señalar que "es innegable que existe un claro influjo de la crisis en la Fiesta también". "De cara a las próximas temporadas lógicamente tenemos cierta preocupación por el ganado, por la calidad de los carteles, por el impacto que tenga en el número de abonados, por ser capaces de ver a nuevos valores y por la realidad social actual... Es una coyuntura complicada, pero tenemos la obligación de reflotar esta nave", comentaron los gestores que adelantaron que "no habrá alternativas en la próxima Feria de Abril" y que pondrán "todo el ahínco" para lograr la ansiada vuelta de José Tomás al coso andaluz.
Un feudo hispalense que permaneció cerrado a cal y canto en verano, salvo para las novilladas de promoción, porque "en años anteriores los espectáculos celebrados en esas semanas dejaban entradas de 700 o mil aficionados en el tendido, una imagen que una plaza con el señorío de La Maestranza ni se merece ni debe ofrecer por toda la Historia que descansa sobre sus pilares". Asimismo, del 2012, destacó Canorea, "a un Juli poderosísimo, a un Morante sin suerte pero con detalles únicos, a un Manzanares a mejor nivel en el epílogo del curso y a un señor de Gerena, salido de por abajo, llamado Manuel Escribano que arrojó una frescura imponente en la corrida de Miura". Precisamente, el gestor destacó a la divisa de Zahariche, único hierro que citó, advirtiendo a los que dudaban que "la corrida de Miura recuerda a todos que los toros de esta sangre saben embestir".
Volviendo a la enquistada problemática del sector, ambos empresarios lamentaron el "enorme amargor que deja que los principales protagonistas de este espectáculo, los toreros, no sean capaces de asumir esta situación". Además, dieron un paso más y se centraron en unas figuras que, según Canorea, "no están por la labor de ver rebajados sus honorarios para adaptarse a las necesidades actuales, al contrario, piensan que habría que subirlos aún más". Lo mismo sucede "con las cuadrillas", que "tampoco tienen intención alguna de abrocharse el cinturón y reducir sus sueldos".
Así
las cosas, para solucionarlo, la dupla Canorea-Valencia coincidió en
que "hay que cuidar el toreo, porque si no morirá". Para ello, hay que
"dialogar todos los estamentos", insistieron antes de lamentar que "los
toreros pretenden que ese intercambio de opiniones y toda conversación
la lleven a cabo sus representantes, caso de Juan Diego –presidente de
la Unión de Toreros-, cuando nosotros queremos realmente hablar con los
que tenemos que contratar".
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