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jueves, 2 de octubre de 2014

Fuente Ymbro se pega el puntillazo en Las Ventas


A los infantiles de la cantera no se les echa balones cuadrados. Ni a los juveniles ya más hechos. Valdrán más unos que otros, pero la pelota es redonda y no cuadrada. A las promesas del toreo en Las Ventas se les suele poner con novilladas no ya cuadradas, sino rectangulares. Más que por serias, que también, por feas, por mal hechas, por bastas y baratas. Taurodelta ha conseguido que desde 2004 no salga un novillero a hombros. Perdón, miento: Conchi Ríos consiguió la Puerta Grande en una nocturna. No sólo falla el sistema, falla Madrid como piedra angular del sistema. Después de la temporada que se ha marcado Fuente Ymbro, lo que le faltaba es este puntillazo. ¿Qué esperaba Ricardo Gallardo con esas hechuras? Si ya la que lidió en San Isidro, la novillada, digo, se distinguió por su agresividad y mal estilo, la de ayer sacó nota en mansedumbre y matrícula en fealdad.

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Borja Jiménez se presentó en Madrid con un caballo de FY que braceaba en su caminar, así como al paso español. Jiménez se plantó sin pensárselo a portagayola, y la libró y se libró por los pelos rubios de su flequillo. Prosiguió con un lío de lances, chicuelinas y un par de revoleras a pies juntos con el sello espartaquista. Su maestro es Espartaco, y yo le preguntaría al maestro qué hacía ayer su pupilo en Las Ventas con semejante novillada. Un petardo, pero no del chaval, que resolvió con desparpajo, cabeza y descaro con el manso en la querencia deseada. Por el palillo se movía el bicho, que al menos allí se los tragaba. Más tragó Borja Jiménez. Resuelto, fácil, dispuesto con la muleta siempre puesta; una espaldina, una pase de las flores, otro del desprecio. Continuó por las alturas la cabeza del fuenteymbro a la hora de la muerte, y se tapaba la misma. Contra el muro final se estrelló el muchacho de Espartinas.

El colmo de lo feo se juntó en el quinto. Horrible las aristas y terrible la seriedad. Borja Jiménez tiene oficio para hacer un escalafón. Así anduvo con las afiladas puntas y el peligro sordo de un toro mentiroso que se destapó como era al sentir el acero. Ahora Jiménez logró meter el brazo.

En honor a la verdad, el primero y el último sí tuvieron mejores hechuras y por tanto colocaron la cara con otro estilo en los avíos. Pero uno se paró en la muleta de Gonzalo Caballero y otro repitió la jugada en la de Francisco José Espada. Caballero luego se quedó con la única ovación por una buena estocada a un cuarto de pezuñas de percherón -y como tal embistió-, y Espada se la puso de verdad a un morucho tercero que no regaló una arrancada igual. En el tintero se quedan por contar pitonazos, las cien veces que escarbaron, las fugas y oleadas. 'Annus horribilis' de Fuente Ymbro.

Ficha del festejo

  • Monumental de las Ventas. Jueves, 2 de octubre de 2014. Primera de feria. Unas 15.000 personas. Novillos de Fuente Ymbro, muy desiguales en su seriedad; el mejor hecho 1 tuvo buena condición pero se paró; manso el acaballado y hondo 2; morucho el bajo y exageradamente abierto 3; montado y basto un 4 sin clase ni celo; feísimo y vacío el 5 que se metía por el derecho; apuntó el hechurado 6 pero se desfondó. 
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  • Gonzalo Caballero, de purísima y oro. Estocada tendida (silencio). En el cuarto, buena estocada (saludos).
  • Borja Jiménez, de verde hoja y oro. Cuatro pinchazos hondos y descabello. Aviso (silencio). En el quinto, estocada (silencio).
  • Francisco José Espada, de blanco y oro. Bajonazo (silencio). En el sexto, estocada delantera (silencio).

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