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jueves, 5 de febrero de 2015

Curro Díaz: «Por el peso de su afición, Valdemorillo parece de primera»



El torero jienense comienza su temporada este sábado en la localidad de la sierra madrileña


Javier Rosell.  Madrid.
La gracia andaluza se trenza con puñales de sabia realidad en las palabras del torero Curro Díaz. Inicia su temporada en Valdemorillo, lugar de grato recuerdo para el de Linares y conocido por acomodar en sus tendidos muchos aficionados habituales de Las Ventas. El diestro se muestra «preparado, ilusionado» y sin querer mirar más allá del compromiso en la sierra madrileña.

-Este fin de semana comienza su temporada en Valdemorillo. ¿Cómo se encuentra?
-Muy bien, preparado, muy ilusionado y con ganas de que llegue el día 7. Todos los toreros a principio de temporada decimos que estamos muy bien (ríe).

-¿Se ha hecho largo el invierno?
-He estado toreando, en el campo... con proyectos nuevos y como la temporada empieza ya con esta feria de Valdemorillo que es muy tempranera, no me ha dado tiempo.

-Ha compartido cartel muchas tardes con Leandro. ¿Cómo reaccionó al conocer su retirada?
-Es un torero extraordinario y he tenido la suerte de torear mucho con él. Los motivos no los sé y tampoco he querido molestarle porque es un tema muy delicado. Supongo que será un hasta luego.

-¿Es injusto el toreo?
-No lo sé. La palabra injusto no me gusta. Pero también si digo que el toreo no es injusto miento. La vida en general no es justa.

-No es nuevo en la Feria de San Blas y La Candelaria. ¿Qué significa para usted Valdemorillo?
-Significa empezar muy pronto la temporada. He tenido la suerte de torear en Valdemorillo cuando ya estaba la plaza cubierta y se ha convertido en una feria importantísima. Torear antes, con ese frío, tenía que ser la leche. Con la ilusión puesta en una feria que parece de primera por el peso de la afición que hay ese día en la plaza.

-Una buena tarde le abriría muchos huecos, o debería.
-Me planteo que las tardes son días que las cosas tienen que salir bien tanto en lo personal como en lo profesional, pero todos sabemos que esto no es un partido de fútbol. Uno lo que quiere es triunfar, sobre todo en una feria como esta. Mi ilusión es torear en Valdemorillo y lo que venga después bienvenido será. Lo que me preocupa ahora mismo es el 7 de febrero.

-¿Se ha marcado objetivos para este 2015?
-Ahora mismo me encuentro en plenitud de facultades, madurez y ahora lo que yo siento quiero plasmarlo delante del toro. Los objetivos son personales y cuando llegue octubre te contaré si los he cumplido o no.

-El curso de aficionados prácticos en el que usted iba a ejercer de profesor al final se canceló pero ¿qué le parece esta actividad?
-Respeto. Ir a los toros es una afición y el paso siguiente es coger los trastos. Me parece positivo siempre que cuando se pongan delante de la vaca sepan lo difícil que es hacerlo delante de un toro. Eso son palabras mayores. También es bueno que sepan apreciarlo y valorarlo desde el punto de vista de aficionado práctico lo que hacemos después en la cara del astado. El mundo del toro no se queda en la plaza; es muy amplio y atractivo. Parece que no somos capaces de defender algo que es de todo el mundo y que algo tan apasionante y bonito muchas veces en España estemos tan acomplejados a la hora de hablar de toros. Me molesta porque la palabra es complejo para hablar con libertad de lo que a uno le gusta.

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