Días después de que el ganadero de lidia Victorino Martín recibiera de manos de los Reyes la
Medalla de Oro a las Bellas Artes, otra personalidad del toro acaba de
ser distinguida con tan significativo galardón. Su nombre: Manuel Benítez, El Cordobés en los carteles, el torero que revolucionó las masas en la década de los sesenta, tanto que el pueblo empeñaba hasta el colchón por ir a verlo.
Fue el primer torero en cobrar un millón de pesetas, «el famoso kilo»
El Cordobés comparte premio con Manolo Sanlúcar,
Rafael Sánchez Ferlosio y Alaska, entre otros. El texto del decreto
dice estas líneas sobre Manuel Benítez: «Es un torero español de origen
humilde, que se sitúa como uno de los más afamados representantes de la tauromaquia internacional y
es considerado uno de los iconos de la década de 1960. Poco ortodoxo,
exaltó siempre en su estilo la inmovilidad ante el toro y como matador
causó siempre emoción y controversia.
El 29 de octubre de 2002 fue proclamado quinto 'Califa del Toreo' por
el Ayuntamiento de Córdoba, título compartido con Rafael Molina
Lagartijo, Rafael Guerra Guerrita, Rafael González Machaquito y Manolete».
La gente empeñaba los colchones por ver al torero revolucionario
Y sigue: «Vistió por primera vez de luces
el 15 de agosto de 1959 en Talavera de la Reina (Toledo). El 27 de
agosto de 1960 debutó en Palma del Río con caballos y la ganadería de
Juan Pedro Domecq y Díez, cortando cuatro orejas y un rabo.
Toreó 203 veces como novillero desde 1960 a 1963 antes de tomar la
alternativa ese último año, el 25 de mayo, en Córdoba, siendo su padrino
el diestro Antonio Bienvenida y
saliendo en hombros esa misma tarde al obtener dos orejas en el
festejo. Reaparece en 2000 y tras dos corridas vuelve a anunciar su
retiro, si bien regresa a los ruedos en diversas corridas y festivales».
De espontáneo a figura
Un año después del doctorado, al que hace referencia el anterior escrito, el fenómeno que representaría la época de los Beatles y el Seiscientos paralizó España entera ante el televisor en su confirmación de alternativa en Las Ventas, completamente abarrotada de partidarios y también algunos detractores. Ocurrió el 20 de mayo de 1964 y era su presentación en la capital, pues no había actuado de novillero.
Huérfano
y con una ardua infancia, no le resultó sencillo figurar en la primera
plaza del mundo. Pisó su ruedo por primera vez en 1957, cuando saltó de espontáneo en
una época en la que trabajaba de albañil en Madrid. El rubio de Palma
del Río se compró un traje a plazos y se tiró a la arena. «Un toro de Escudero Calvo me pegó un revolcón y, para colmo, me metieron en la cárcel», explicaba en una entrevista con ABC.
España entera estuvo pendiente del televisor en su confirmación de alternativa
Pero El Cordobés quería torear y hacerse figura para
sacar de la miseria a su familia. Por eso llegó a por todas la tarde de
su confirmación, en busca de la salida a hombros. Tocó la cornada y la puerta de la enfermería y aquella imagen, plasmada en la portada de ABC, dio la vuelta al planeta. El lema de Dominique Lapierre cobró fuerza: «O llevarás luto por mí». Así se lo dijo a su hermana, en ese afán de sacar a su familia de la pobreza: «O la compraba una casa o la vestía de luto».
Campaña propagandística
Su carrera despegó como un boing. A su reclamo las plazas se abarrotaban,
la gente no paraba de hablar de El Cordobés, con una campaña
propagandística desconocida hasta entonces en el mundo del toro. De la
mano de El Pipo, otrora vendedor de maricos, aprendió a morir cada tarde y desató pasiones dentro y fuera del ruedo.
Cómo sería su tirón que se convirtió en el primer matador en cobrar un millón de pesetas, «el famoso kilo» de El Cordobés. Lo desembolsó don Diodoro Canorea, empresario de la Maestranza.
Hoy, el V Califa del Toreo, que hasta se atrevió a torear con 77 años en un festival en el que entusiasmó,
es Medalla de Bellas Artes. Su nombre se suma al de otros toreros como
El Viti, Curro Romero, Antonio Ordóñez, Joselito o Francisco Rivera
Ordóñez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario