Sobre el abono sevillano

La oportunidad de hacer una gran Feria de Abril: sin las "figuras" y con el TORO

Las exigencias de las figuras de hoy día hacen una Fiesta mediocre y aburrida, a base del billete grande y el toro chico. Por eso, la empresa Pagés, con el consentimiento de los maestrantes, vuelve a perder una ocasión de oro.

David Zamora 

Segundo año consecutivo en el que se ausentan las llamadas figuras del toreo en Sevilla, a excepción de José María Manzanares, que tiene nada más y nada menos que 4 tardes en el abono sevillano. Los demás, es decir, Morante de la Puebla, El Juli, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante ni están ni se les necesita. Las exigencias de las figuras de hoy día están haciendo una Fiesta mediocre y aburrida, a base del billete grande y el toro chico. Por eso, la empresa Pagés, con el consentimiento de los maestrantes, vuelve a perder una ocasión de oro.

Tras el batacazo taquillero del año pasado y la repetición de la negativa de las figuras a torear en la ciudad hispalense, Eduardo Canorea y Ramón Valencia han dejado pasar de nuevo la oportunidad de darle a Sevilla la categoría que se merece, desaprovechando el deseo de los aficionados de toda España por ver toros en la preciosa Real Maestranza de Caballería de Sevilla. La ciudad está muy bien comunicada con otras ciudades españolas, ya sea AVE, avión y, por supuesto, coche.

Para ello, habría que haber dejado el protagonismo a quien le corresponde: al TORO. Y contar con toreros dispuestos a plantarse delante de ellos con verdad para salir en volandas por la soñada Puerta del Príncipe. Pero se estaba muy lejos de eso a partir de contratar a Espartaco para un Domingo de Resurrección y ni siquiera marcar el teléfono de un torerazo como Diego Urdiales. Dicho por el propio Ramón Valencia "con Urdiales no hemos hablado porque no podíamos ofrecerle un puesto adecuado. Era uno de los nombres previstos, pero el afán de algunos toreros en doblar nos ha complicado la confección de los carteles". ¿Un puesto adecuado? ¿Y se ha podido encajar a Padilla o a El Fandi? Como la incomprensible inclusión de Rivera Ordóñez. O la reaparición de Dávila Miura, que con todos mis respetos, no tiene que aportar lo que sí el riojano Urdiales.

En el elenco ganadero domina de forma aplastante el encaste Domecq. Sin atractivo, sin novedades... Se anunciaron las ganaderías como si hicieran el paseíllo los mismísimos de siempre. Compuesto por corridas de Cayetano Muñoz, Fuente Ymbro, Montalvo, Juan Pedro Domecq, Núñez del Cuvillo, Jandilla – Vegahermosa... No se ha barajado la gran posibilidad de ofrecer al aficionado y al público diversidad de comportamientos y tardes distintas a las de siempre. A esas de hacer trámites con mucho “mimo” para llegar a la muleta y que el burel aguante en pie 60 muletazos. “Cuidar al toro”, le llaman, para hacer faenas que se repiten una y otra vez.

El 2015 hubiese sido el año para contratar a ganaderías como Pedraza de Yeltes, La Quinta, Ana Romero, Cebada Gago, Prieto de la Cal, Cuadri, Conde de la Maza, Baltasar Ibán, Valdellán, Rehuelga, Dolores Aguirre, El Puerto de San Lorenzo, entre otras. Tardes donde se lidie, se vea el tercio de varas, se observe bravura en el 2º tercio y, por último, veamos al torero dominar con la muleta para acabar toreando al bravo. Para ello, hay una nómina importante de toreros que no se plantean por los despachos de Sevilla: el mencionado y admirado Urdiales, el joven Víctor Barrio que pisó muy fuerte en Valdemorillo, la torería que tanto gusta Sevilla, que podría venir de la mano de dos maestros como son Juan Mora y Frascuelo, y el empuje de toreros como Juan Del Álamo, Alberto Aguilar, Paulita, Alberto Lamelas, Paco Ureña, Sergio Aguilar, Rafaelillo, Pérez Mota o Fernando Robleño, por ejemplo. Un ferión que está al alcance de Pagés, que ha optado por una feria que deja mucho que desear.

Para el 2016, como seguirán ahí porque los maestrantes no salen del oscurantismo y del silencio, esperemos que Pagés tenga en consideración los deseos de los aficionados, que desde luego, no pasan por ver a Juan Pedro, Cuvillo, Montalvo, Saldívar o los mediáticos, estando más cerca de lo antes descrito.