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domingo, 5 de abril de 2015

La gloria de la esencia

Espartaco ha salido a hombros de sus compañeros por la Puerta del Príncipe, cortando dos orejas con un toreo de muchísima esencia; Borja Jiménez cortó una oreja en el cierraplaza

 La gloria de la esencia
EMILIO TRIGO

Tenía que ser en Sevilla y por Resurrección. La ciudad donde todo empieza y hasta el mismo fin tiene su fin en ella. El día, el minuto y hasta el segundo exacto para que el azahar del corazón de Espartinas rompiera en el mismo corazón de Sevilla. Con pasión de enamorado, cual Belmontemiraba desde Triana, miró Espartacoa la ciudad de los sueños para sentir el mismo sentido de la vida. Que hoy era el toreo.

Se despedía Espartaco con una Real Maestranza sin billetes para darle la alternativa al novillero Borja Jiménez. En el cartel, José María Manzanares también volvía a Sevilla y fue tratado con cariño toda la tarde por el público en su regreso al Coso del Baratillo.

El primero de ‘Espartaco’ fue un nobilísimo toro de nombre ‘Palmero’, que después de toda la lidia nadie esperaba que aguantara tanto. Dulce astado, ideal para el maestro que le dejó expresarse con los engaños. Amasó un bellísimo ramillete de verónicas y después ofreció una clase magistral de toreo. La media del recibo se recordará toda la Feria. No le propició ni un tirón, midiendo perfectamente los muletazos, el ritmo y la cadencia. Tandas cortas pero con mucho sabor. Dosificó lo que tenía el bueno de Juan Pedro dentro y se gustó en el inicio muleteril, para sellar una faena de esencia, en veinte muletazos de regusto. Muleta suave tapando la cara del toro para ligar en el toreo fundamental y vuelos profundos en la interpretación del natural. Pinchazo, estocada y oreja. Otra oreja cortó Espartaco del toro de su despedida en Sevilla. Con el capote en el antebrazo izquierdo la recogió y dio la vuelta al ruedo tras una faena a más en la que destacó su gran sabor. Lo recibió a este toro -sobrero, tras la devolución del titular- por verónicas sutiles para dejar una media de cartel. Brindó a sus hijos, a su padre y, en el centro del anillo, al público sevillano. Fue tomando la velocidad del toro poco a poco en faena para hilvanar un trasteo de pureza y esencia de nuevo. Con este tiró de oficio y raza. Toro con teclas y guasita que desafiaba engallado en cada muletazo. Apretó Juan Antonio al de Lo Álvaro por el derecho después de tragarle una fea colada. Labor técnica pero la sabiduría del tiempo que supo destapar al Espartaco de siempre. Entrega total con aroma de maestro. La vuelta al ruedo tras cortar la oreja resultó inenarrable por la felicidad de todos
El primer toro de la tarde era precioso de hechuras. Un dije. Un toro bajo, ofensivo, armónico un fiel prototipo de Juan Pedro Domecq. Pero todo no iba a ser bello, lamentablemente con muy poca pujanza por la escases de fuerzas. Conforme fue pasando la lidia acusó su falta de raza, en una embestida anodina. Borja Jiménez no pudo lucirse ante tan descastado animal. El sevillano sin material fue todo corazón y disposición. Jiménezdemostró estar metido en la tarde nada más pisar el albero. Mostró claridad de ideas, nada de nervios y sí mucha frescura ante un astado que lo llevó con excelsa despaciosidad. Tras marrar con los aceros escuchó palmas. En el sexto, Borja Jiménez se lució con el capote en un recibo de torero macho. Se sintió a la verónica y continuó su buen hacer con el percal en el ajustadísimo galleo por chicuelinas para meterlo en el caballo. Anteriormente se también se fajó con el toro de Manzanares y le soltó un exquisito quite recordando al maestro de la Alameda. Presagiaba cosas buenas el Juan Pedro que cerró plaza y que fue magistralmente lidiado por un primoroso ‘Lipi’. Dulce capote e igual sus compañeros en banderillas. Borjaarrancó la faena con cambiados por la espalda en los medios, ajustado inicio, y apretado por la corta distancia. Templó y ofreció armonía en su quehacer al templar las embestidas del toro. La faena toma vuelo por el lado derecho, en tandas que llegan pronto al público por su ligazón y buen trazo. Jiménez muy asentado aguanta varias incertidumbres del sexto, pero la faltita de raza hace que la faena baje algo en intensidad. Por el izquierdo el toro embiste a media altura, se emplea menos, pero Borja se suprime esas carencias con su entrega y torería, valiente el toricantano, aguantando parones y miradas. Faena con distintas fases pero de gran mérito y nivel. Clave fueron los tiempos entre tandas y las distancias para ayudar a recuperar a su justo oponente. Pincha al entrar a matar, descabella con soltura. Oreja a su buena tarde.

Hubo una ovación a Manzanares previa a la salida del tercero. El toro no se entregó en el saludo capotero, embistiendo con las manos, evidenciando falta de fuerzas. Gran tercio de varas de ‘Chocolate’, dejando dos puyazos arriba. En banderillas destacó el capote de Curro Javier, y la solvencia en los pares de Rafael Rosa y Luis Blázquez. Ya en la muleta el toro acusa ostensiblemente su falta de fuerzas, tiene nobleza pero sus continuas caídas obligan a Josemari a ir a por la espada. Molestaba el viento en el recibo de capa de Manzanares, en el quinto. Toro grandón, despegado del suelo que recibió dos puyazos por parte de Barroso. Faena de gusto, temple y torería de Manzanares, sobresaliendo los cambios de mano interminables. Embestía el toro con celo, tandas por ambos pitones muy jaleadas. Justó al apretar al astado la faena cambió. El toro cantó a rajarse y se abrigó en tablas. Allí surgieron varios chispazos del alicantino de gran expresión. Perdió la oreja por culpa del descabello. Palmas.

Al final Juan Antonio Ruiz Román ‘Espartaco’ fue sacado por un gran número de compañeros y profesionales a hombros por la Puerta del Príncipe. Antes, su hijo le quitaba el añadido a su padre en el mismo centro del ruedo maestrante y en presencia de su abuelo, Antonio Ruiz ‘Espartaco’. Tarde histórica, llena de sentimientos y emociones en un festejo de más de tres horas que se vivió con gran intensidad hasta el final.
FICHA DEL FESTEJO

Sevilla, domingo 5 de abril de 2015. Domingo de Resurreción.
Entrada: Lleno de "No hay billetes".
Toros deJuan Pedro Domecq, nobles y justos de raza pero toreables en líneas generales. El 4º, devuelto por falta de fuerzas.
Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’: Oreja y oreja.
José María Manzanares: Silencio y ovación tras aviso.
Borja Jiménez, que toma la alternativa: Silencio y oreja.
Incidencias:
Gran ovación a ‘Espartaco’ tras finalizar el paseíllo que compartió con sus compañeros. También lo hizo con Manzanaresantes de que saliera el tercero de la tarde. Borja Jiménez tomó la alternativa con el toro ‘Embajador’, Nº 162, negro, 493 Kg. 02/ 2011.

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