Páginas

domingo, 5 de abril de 2015

'(CON)SENTIDOS'

Daniel Ventura
El cartel del Domingo de Resurrección de Las Ventas tenía sentido. Eso es noticia, tal y como está el tema en lo de la confección de carteles en Madrid. Es verdad que Eugenio de Mora cortó la primera oreja de la temporada en Las Ventas y Víctor Barrio estuvo cerca de cortar la segunda, lo que facilita mucho ponerse en sintonía con los acontecimientos. Pero el planteamiento era previo: los tres que estaban, completaba la terna Pepe Moral, estaban porque tenían que estar. Presencia con sentido de tres toreros que tienen una trayectoria diferente cada uno y sobre todo una proyección distinta, pero comparten una 'hoja de servicios' impecable en Las Ventas, al menos en lo reciente. Es ese bagaje de premios y buenas sensaciones la que les hace dueños, a los tres, de una cuota del cariño de Madrid, tan difícil de ganar y no sé hasta qué punto fácil de mantener. En cierta manera tres 'consentidos' que se han ganado lo que tienen y siguieron ganándoselo ante una corrida decepcionante de Martín Lorca.

Eugenio de Mora es veterano de mil batallas y atesora, precisamente en Madrid, varios 'casi' rayanos en el triunfo grande. El más cercano, el de la temporada pasada. Sumó uno más esta tarde de Resurrección, con el toro que más se dejó de la corrida de los dos hierros Martín Lorca y Escribano Martín. Fue el cuarto, bueno en sí mismo por la humillación con la que tomó los trastos y bueno en comparación con sus hermanos, serios todos y todos cortos de raza. El torero toledano, que maneja a discreción la muleta en un pulcro registro de clasicismo sin alardes, se echó rodillas a tierra para comenzar su faena, que discurrió después por el camino de la firmeza y la serenidad. Sobre la mano izquierda logró dos tandas en las que estaban reunidos el relajo, el temple y el celo del toro. Muy buenas. Sobre el derecho el toro pesaba más, pero también sobre esa mano aplicó el torero la sencillez solo aparente del citar y ligar pulcro y lo más abajo posible. La oreja, despúes de una estocada efectiva, era valiosa. Como lo había sido su firmeza delante del primero, un 'Osado' que no permitía alegrías y con el que dejó una tanda final que era ejemplo de su toreo. Sin más.
Víctor Barrio llegaba a Madrid en una tesitura diferente. Novillero con ambientazo, vivió ya en el escalafón de arriba un frenazo en sus expectativas. Se ha ganado la inclusión en los carteles de Las Ventas con los aldabonazos que ha dado allí donde le han dejado. Se le vio con ganas de demostrar muchas cosas, aunque el primero de su lote, tercero de la tarde, le dijo tempranamente que no iba a ser: en una caída extraña al comienzo de la faena, el jabonero serio perdió pujanza y vida. Era imposible y lo pasaportó Barrio con habilidad. El sexto dio tres o cuatro vueltas al ruedo, barbeando tablas, nada más salir. Era un toro fuerte y serio que hizo el caos en varas con sus idas y venidas. Pero el novillero segoviano no tuvo duda de que iba a embestir, porque sin duda se puso a torearlo sobre la mano derecha. En la distsncia corta, vertical la planta y ubicua la muleta para que el toro no viese nada más que rojo. Así una, dos, tres y hasta cuatro tandas de inteligencia serena y valor con despaciosidad. La carne de una faena para la que se pidió la oreja, es verdad que sin ímpetu mayoritario, y al final quedó en vuelta al ruedo. Lo mejor es que siguen vivas las ganas por verle, y se le verá.

Otro 'sentido' de la tarde era la presencia de Pepe Moral. El sevillano, en cambio, se estrelló contra el sinsentido de un lote desprovisto de transmisión, recorrido y raza, ya que ninguna de las tres cosas tuvieron el segundo ni el quinto, otras dos 'seriedades' de una corrida seria sin ser amedrentadora. Moral lo intentó con lo que tuvo y acertó a mostrar, en los escasos pasajes en los que le dejaron, el vuelo especial que adquiere la muleta cuando está en su mano izquierda. Esa zurda que le ha dado sentido a algunas de sus tardes. Ésta no pudo ser, pero si el sentido se mantiene, será.

Plaza de toros de Las Ventas.  Algo menos de media entrada. Toros de Martín Lorca (1º, 4º y 5º) y Escribano Martín (2º, 3º y 6º). Eugenio de Mora, ovación tras aviso y oreja tras aviso; Pepe Moral, ovación y silencio; y Víctor Barrio, palmas y vuelta al ruedo tras petición de oreja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario