¿A qué tienen miedo los toreros?
Para la mayoría de toreros, los momentos de mayor tensión y miedo se viven en los Patio de Cuadrillas antes de salir hacer el paseíllo. Foto: EFE |
Eran otros tiempos, aunque el miedo permanece. El Juli, catalogado como figura de época y sin más necesidad de triunfo que la «espiritual», busca «estar a gusto, disfrutar de verdad, y que aquello no se convierta en un toma y daca por llegar a la meta».
Matar con el corazón
También reconoció sentir ese miedo Iván Fandiño: «Claro que lo paso, pero me mentalizo para afrontarlo y superarlo». Y desveló el momento crucial: «La primera imagen que se me viene es la soledad de mirar, en medio de la oscuridad del patio de cuadrillas, la luminosidad del ruedo. Esos son los momentos que hacen a un torero más fuerte, los que afianzan el corazón y la mente». Considerado uno de los guardianes de la pureza, ha sufrido duros percances, uno de ellos en Madrid en la hora final. Sorprendieron el hecho y su verbo de escarcha: «Si yo no hubiese querido, no me hubiese cogido. Tengo técnica suficiente para no salir herido y no arriesgar tanto. Pero sé que debo apostar y pagar por cruzar esa línea. En mi caso, lo que mata no es la mano, es el corazón. En él pongo la espada. No cabe más verdad que matar con el corazón».
Los miedos evolucionan, aunque son el de la cornada y especialmente el del fracaso los que más revolotean en la mente de artistas que se juegan la vida y dialogan con el dolor. «Soy consciente de lo que arriesgo y se pasa miedo, me gusta sentirlo, como la soledad», confesaba Sebastián Castella, que define el valor con una frase digna de enmarcar: «Es ponerse delante del toro como el que toma una taza de café».
Récord de cornadas
Dicen que por cada boquete se escapa un poco de esa valentía, pero no es el caso de Antonio Ferrera, el matador más castigado en la actualidad, con más de 35 cornadas, superadas solo por Diego Puerta, que tiene el «Guinness» con 58. El muslo derecho es un auténtico «mapa de carreteras» -como dice el propio torero-, con 15 cicatrices, la mayoría por cogidas en la suerte suprema. En 2013, en la Feria de Gijón, alcanzó ese número 35 y aún así, con las carnes rotas, continuó toreando. ¿Cómo? «Me dolía muchísimo, es cierto, pero tenía que superarlo. Los toreros somos humanos, no estamos hechos de otra pasta. No se trata de demostrar nada. Necesitaba sentir que había completado mi obra totalmente. Momentos así nos diferencian a los toreros de cualquier otra profesión. Esa es la verdad, la autenticidad de la Tauromaquia. Hice el esfuerzo pero mereció la pena. Logré momentos de toreo con gusto, profundo. Me emocioné mucho toreando y creo que transmití al público esa emoción. Cuando uno entrega así su alma, es indescriptible». Cuenta que el miedo es «unas veces frío y otras caliente...»
Enrique Ponce explica que «hay días en los que uno está más valiente que en otros». «Y si ese día no lo estás -añade el maestro-, te tienes que mentalizar para estarlo. Porque el miedo de un torero no es solo a la cornada o a que el toro te parta en dos: también es miedo al fracaso, a no cumplir con las expectativas de miles de personas que vienen a verte...»
Y un genio como Morante de la Puebla, que también conversa con los miedos, espeta que más que soñar, «tengo pesadillas». «Pienso en cosas muy toreras todo el día, del pensamiento nacen las obras», sentencia.
Impresionan la frialdad e impasibilidad de algunos toreros, su «casta» de samuráis, su alma de guerreros en un campo de batalla en el que ansían la victoria. El triunfo que salve, no sus carreras, sino a ellos mismos. No cabe más verdad en esta filosofía de vida, en una entrega en la que 365 lunas giran en torno al toro.
En nombre de la libertad y el honor
El amor propio, la dignidad y el honor les ayudan a combatir la jindama. Y se diferencia entre el valor de verdad y la raza que ayuda a crecerse. No es lo mismo... También saberse dueños de la experiencia y el dominio de la técnica, del conocimiento del toro, pese a que las reacciones nunca se pueden calibrar.
Comentaba el psiquiatra y escritor Fernando Claramunt en un encuentro con ABC que «el torero no se puede acobardar, al igual que los samuráis japoneses, pero en general es un hombre con un valor consciente». ¿Qué es el miedo?, le preguntamos entonces. «Una reacción normal defensiva de todos los seres vivos -señaló el psiquiatra-. No hay que verlo como una cosa mala, sino como algo eficaz ante situaciones de amenaza o peligro. El miedo es universal: lo tiene desde el bebé hasta el anciano. Y el torero es un profesional del miedo controlado; también el corredor de bólidos o el piloto de aviones caza. Son amantes del riesgo y, si no lo tienen, lo buscan». Cada miedo se presenta de un modo y algunos son incapaces hasta de tomar un caramelo antes de la corrida; cada uno tiene su propia fórmula endocrina, pero las más frecuentes son la sequedad de boca, la palidez, el temblor, las palpitaciones, el sudor...
Todo por la gloria. Todo por la libertad, que como decía don Quijote, «otro loco cuerdo», por ella se puede y debe aventurar la vida. Cueste lo que cueste. Cuestión de honor.
El miedo, según Juncal
«A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Y al miedo se le dice miedo, pero no miedo a la responsabilidad, al fracaso o al público, que es lo que nos inventamos los toreros. No, miedo al de las patas negras, al que te quita los pies del suelo, a todos nos ha pasado, maestro, y el que diga otra cosa miente».
«Yo tenía un amigo periodista que, además de maricón, tenía muy mala leche. Me enseñó todas las palabras que quieren decir miedo, así te acostumbras y las espantas, porque lo conocido no asusta. Tantas veces me las repitió el rollo que terminé por aprendérmelo de memoria: temor, recelo, rescoldo, aprehensión, cuidado, sospecha, desconfianza, cerote, medrana, pánico, cangui, canguelo, julepe, jindama, pavor, mieditis, espanto, terror, susto, horror y repullo». / ROSARIO PÉREZ – Diario ABC de Madrid
En corto y por derecho
Joselito Adame, de nuevo sumando éxitos por su paso por ruedos españoles, tras cortar el miércoles la primera oreja de la Feria de Sevilla 2015. Foto: EFE |
PARA EL PRÓXIMO DOMINGO 26, en la Plaza de Toros Monumental de Valencia, se anuncia la Corrida Extraordinaria en la que estarán actuando los jóvenes diestros venezolanos Rafael Orellana, Manolo Muñoz y Fabio Castañeda. En un principio la Empresa Taurina Don Fabio Grisolía anunciaba toros sobreros españoles de Juan Pedro Domecq y Hermanos García Jiménez. Pues resulta que dichos ejemplares no se lidiaran, porque no tienen permiso del INSAI, para ser trasladados fuera del estado Táchira. Por cierto, le sustituye toros de Tierra Blanca, que se unen a otros de Campolargo para completar el encierro. Y hablando de toros españoles, el pasado domingo en el programa Clarín de RNE preguntaron al propio Juan Pedro Domecq Morenes, sobre el paradero del toro indultado en la pasada Feria de San Sebastián, a lo que respondió un tanto soliviantado desconocer totalmente que hecho con el toro, quien y donde le tendrán o quien ya le estará sacando provecho, aun cuando, las suposiciones son del todo conocidas.
MANZANARES, JOSELITO ADAME, ANTONIO NAZARÉ, PEPE MORAL, son los nombres propios que hasta los momentos la Feria de Sevilla ha dado hasta los momentos en el arranque de su serial, cuyo elemento en común ha sido la baja asistencia de público. Los tres mencionadas espadas han cortado oreja en lo que llevamos de ciclo, ante toros de interesante juego, en especial la corrida de Fuente Ymbro lidiada el pasado jueves. Ayer tomaría alternativa el sevillano Lama de Góngora, cortando otra oreja a un toro de Victoriano del Rio, en actuación preñada de naturalidad, mientras que José María Manzanares cortaría oreja de cada uno de sus toros, en su segundo paseíllo del abono, para salir por la Puerta Grande.
Esta tarde corrida de rejones, con toros del hierro de Fermín Bohórquez, para Rui Fernandes, Diego Ventura y Andrés Romero. Mañana en el inicio de la Semana de Farolillos, toros de Torrestrella para Antonio Ferrera, Iván Fandiño y Pepe Moral. El martes, toros de El Pilar para Finito de Córdoba, José María Manzanares y Daniel Luque. El miércoles, Toros de Parladé para Enrique Ponce, Sebastián Castella y José Garrido (quien toma la alternativa). El jueves, toros de Victorino Martín Andrés para El Cid, Antonio Ferrera y Manuel Escribano. El viernes, toros de Núñez del Cuvillo para Rivera Ordóñez, José María Manzanares y David Galván. El sábado, toros de Jandilla para Juan José Padilla, El Fandi y Miguel Abellán. Y el domingo, cierre con la tradicional doble función: por la mañana corrida de rejones toros de José Benítez Cubero para Fermín Bohórquez (quien se despide de Sevilla), João Moura (hijo), Leonardo Hernández, Luis Valdenebro hijo, Manuel Manzanares y Lea Vicens, y por la tarde, los tradicionales toros de Hijos de Eduardo Miura Fdez (quien cumplirían 75 años ininterrumpidos anunciados en Sevilla) para Dávila Miura (quien reaparece para esta única comparecencia), Manuel Escribano e Iván Fandiño. / RDV - @rubenvillafraz
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