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martes, 19 de abril de 2016

Del hito de "Cobradiezmos" al sueño de Morante

Frente a la renovación, los galones y la talla de figura de El Juli se ganó el respeto de Sevilla.

La única Puerta del Príncipe de 15 tardes de toros se abrió para Juan José Padilla.

Entre los emergentes, López Simón le ha ganado a Roca Rey en el marcador.

 

Natural de Morante de la Puebla 'Dudosito' CRISTINA QUICLER

Sucedieron las cosas que marcan una feria. Las cosas que la perpetúan en la memoria. Pintaba abril ilusionante con el regreso de las figuras a Sevilla y la aparición de los valores emergentes. El relevo habrá de ir no tan rápido como pretenden los voceros. Todo por su cauce y a su tiempo discurrirá con mayor normalidad. No tan forzado y ni tan inflados los globos. Un respeto para los galones. Y Victorino los tiene también. Allí soltó al bravo "Cobradiezmos" para reivindicarlos. La humillación, la casta y la repetición que Manuel Escribano condujo. "Cobradiezmos" no se indultó solo. Escribano escribió los renglones de la faena para el Victorino, que en otras manos... Indulto plebiscitario, como señaló Barquerito. Desde que en el 96 debutó Victorino Martín los ha echado de todos los colores. Más profundos también. El paso más que traspasa la línea. Como aquél "Veraniego" de El Tato o "Borgoñés" de El Cid, desorejados y muertos a estoque. Sea por la grandeza de la Fiesta.

 "Cobradiezmos" ya es un hito, una gloria que pasta en "Las Tiesas" bajo la mirada del viejo, sabio e irrepetible Victorino Martín, el ganadero más importantes del último medio siglo.

Lo de Morante y "Dudosito", el último toro del genio, se recordará de padres a hijos, de hijos a nietos, y de nietos a los que queden. Prendió la mecha de la llama eterna justo antes de que sonase la campana. Y el reloj de arena se paró en la muleta de José Antonio de la Puebla. La Maestranza fue un volcán. Despacio brotaron los momentos de mayor lentitud, inspiración, torería y arte de 15 tardes con sus noches. Y las que quedan para que vuelve a repetirse, si se repite alguna vez, un suceso semejante.
La raza, la responsabilidad, el conocimiento del toro y el valor de arrastrar una cuarta la muleta. El Juli se han ganado el máximo respeto de Sevilla. Juli representa los que históricamente era ser figura del toreo. Y los motivos para serlo. Quizá los máximos honores se los llevó la espada en la corrida de Victoriano del Río. Aquella tarde en la que se fue a portagayola. La "medalla" se la colgó un toro de Cuvillo la tarde de Morante, un 15 de abril de 2016 para la historia, cuando Juli se resistía a tirar la toalla con amor propio. Propio de figura.

Ponce por su palo con un juampedro de seda. Elegancia y cadencia del maestro de Chiva en su 27 aniversario de alternativa. Una tarde sólo y una respuesta: sigo aquí.

López Simón le ha ganado la partida a Roca Rey en la categoría de valores emergentes. En lo numérico es clara la cuenta: dos orejas y una vuelta al ruedo frente a una vuelta al ruedo y una oreja. Tampoco es tanta la diferencia. Simón casi tuvo en la mano la Puerta del Príncipe con un gran toro de El Pilar. En su zona, José Garrido, probablemente el que lo tiene más difícil de los tres, demostró su capacidad y sus redaños con un duro cuvillo de disparo seco. Muy tío y mucha verdad en su apuesta.

A Manzanares todavía hay quienes le esperan en Sevilla, y para ellos o por ellos cortó dos orejas del lote más nítidamente de triunfo grande que haya saltado a las figuras. "Pitiminí" y "Tristón" se llamaban los cuvillos que formaban pareja. La bolita mágica. La espada, tapabocas infalible, ha maquillado su travesía por abril. Un desierto para Castella desde hace tiempo. Perera lo dio todo en su único cartucho, y si no se le raja el toro, y si lo mata, hablaríamos de otra cosa. Demasiados "ysis" para tan difícil campaña.

El penúltimo día se abrió la única Puerta del Príncipe. Para Juan José Padilla. Indiscutible si se concediese a los valores humanos de la superación, la capacidad de lucha, la remontada ante las adversidades de la vida en los ruedos. El pueblo del sábado de feria lo sacó a hombros. Como una avalancha que arrolló a la presidencia. La fuerza del Ciclón de Jerez y sus gentes.
Por ella también pudo salir Diego Ventura por undécima vez en una tarde magistral. Pero los toros de rejones también tienen hueso. La undécima habrá de esperar.

Lejos, pero no en el olvido quedaron Javier Jiménez y Pepe Moral. Y más cerca, Rafaelillo, su madurez y los miuras. Y bajo la polvareda del indulto de "Cobradiezmos" no sería justo sepultar a Paco Ureña. Ureña estuvo a cámara lenta con un victorino mexicano. Uno que no quería violencias, purito temple. Coño, que le dieron dos orejas. Y dos orejas en un solo toro sólo han cortado Morante, Padilla y Ventura.

Ganaderamente parece no haber dudas: los trofeos para el ganadero de Galapagar. Del tirón. Tres toros de brava nota en su corrida. Bien y sin discusión. Pero la corrida de El Pilar, tan maltratada por la prensa generalista en general, la que cantó al toro de Fuente Ymbro de Padilla que ha dejado descosidos en las nubes, merece un recuerdo al menos. Como la primera de las dos de Cuvillo. Si el encastado toro de Garrido es gris, le pegan una ovación. "¡Que vienen los grises!", tituló Lorena Muñoz. Un acierto.

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