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lunes, 11 de junio de 2018

San Isidro en números: casi 620.000 espectadores, 36 orejas y 6 Puertas Grandes en 33 tardes

La empresa cifra en un 80% la ocupación diaria con 15 tardes por encima del 90% y 7 de "no hay billetes"; en un mes de clima adverso la asistencia cayó en 8.000 espectadores respecto a la feria de 2017.

Casi 620.000 espectadores asistieron a la plaza de Las Ventas durante la Feria de San Isidro ANTONIO HEREDIA
 
Talavante, triunfador de San Isidro; El Juli, mejor faena; y 'Chaparrito', mejor toro
A los números de San Isidro sólo les falta la pluviosidad en Madrid durante el mes de mayo.

 AEMET aún no ha subido el informe a la web. Pero Plaza 1 ya ha hecho los deberes estadísticos: 619.570 espectadores asistieron a las 34 tardes de programación taurina en la Monumental de la Ventas. En realidad 33 fechas, ya que hay que descontar la suspensión del lunes 28 de mayo. En total, una caída de asistencia de cerca de 8.500 espectadores respecto a las cifras de 2017. No llovió tanto entonces. Según los datos de la empresa, la media diaria de ocupación ha sido del 80% y en 15 tardes se superó el 90%.

El recuento de orejas supera al de la pasada temporada 36 orejas frente a 30. Y seis vueltas al ruedo. Dos de ellas de Fortes el 14 de mayo que le mangó el presidente Magán una oreja tan clara que se le nubló la vista. La fecha conviene reseñarla porque desde aquel día, tras la insólita injusticia, el palco entró variablemente en un buenismo mágico, contagiado de un público de exultante optimismo. Y eso probablemente, como predican algunos, sea positivo y seguramente, como argumentan otros, no sea serio. Quién quiere la seriedad en la presidencia de Madrid.

De las 6 Puertas Grandes computadas, dos fueron de Diego Ventura, que en la estadística de las 36 orejas ha aportado siete y un rabo en dos tardes. Las otras Puertas Grandes fueron de Alejandro Talavante, López Simón, Sebastián Castella. ¡Ah!, y la del también rejoneador Andy Cartagena.

Luego está la lisérgica vuelta al ruedo en el arrastre para Asturtero en la tarde de la guerra de Saltillo. Un invento del señor don Gonzalo de Villa, que después de putear a Octavio Chacón -el pañuelo azul para el toro y ni las gracias al torero- le dio el rabo a Ventura después de una antología del arte del rejoneo.

La única cornada de gravedad fue la de El Cid el viernes 8 de junio.

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