Toda la temporada americana tiene como denominador común el lleno en los tendidos de las plazas donde ha toreado
Burladero TV
Además de los triunfos (lleva sumadas
siete orejas, dos rabos y un indulto en los cuatro festejos toreados
hasta ahora), lo que va de temporada mexicana de Diego Ventura tiene un
denominador común al póker de compromisos que ya ha asumido: el lleno en
los tendidos de las plazas donde toreó.
Cierto es que ese lleno no lo fue completo
en el caso de la histórica corrida de la Monumental Plaza México del
pasado 11 de noviembre, pero también lo es que sí se agotaron las
localidades numeradas y que apenas quedaron huecos por ocupar en los
tendidos más altos no numerados. Por tanto, también cabe hablar de un
lleno casi absoluto si se tiene en cuenta, además, que se trata de la
plaza de toros más grande del mundo.
Donde ese lleno sí fue absoluto es en San
Luis Potosí y Tijuana y en el festival de León Guanajuato, cosos donde
se colgó el cartel de "No hay billetes". Registros que confirman la
fuerza con que Diego Ventura ha irrumpido en el país azteca después de
seis años de ausencia, la expectación con que se le esperaba y cómo su
imponente temporada europea de 2018 ha multiplicado esas ganas de la
afición de México por recuperarle con ella.
A todo ello cabe añadir situaciones como
la vivida ayer en Tijuana, donde la corrida tuvo que demorar su comienzo
en media hora dadas las largas colas de público tratando de acceder a
la plaza, una circunstancia que no se había dado nunca en este coso. O
también, la recepción que decenas de aficionados le tributaron a su
llegada hace unos días a la propia ciudad tijuanense. "No puedo dejar de
abrumarme ante lo que estoy viviendo. Es increíble:vaya donde vaya,
sólo me encuentro más y más cariño. Si me hubieran dado ocasión
de idealizar mi regreso a México, nunca hubiera aspirado a tanto",
asegura el rejoneador, quienya prepara sus próximos compromisos en
Querétaro el 30 de noviembre y en Puebla el 2 de diciembre.
Además de los triunfos (lleva sumadas
siete orejas, dos rabos y un indulto en los cuatro festejos toreados
hasta ahora), lo que va de temporada mexicana de Diego Ventura tiene un
denominador común al póker de compromisos que ya ha asumido: el lleno en
los tendidos de las plazas donde toreó.
Cierto es que ese lleno no lo fue completo
en el caso de la histórica corrida de la Monumental Plaza México del
pasado 11 de noviembre, pero también lo es que sí se agotaron las
localidades numeradas y que apenas quedaron huecos por ocupar en los
tendidos más altos no numerados. Por tanto, también cabe hablar de un
lleno casi absoluto si se tiene en cuenta, además, que se trata de la
plaza de toros más grande del mundo.
Donde ese lleno sí fue absoluto es en San
Luis Potosí y Tijuana y en el festival de León Guanajuato, cosos donde
se colgó el cartel de "No hay billetes". Registros que confirman la
fuerza con que Diego Ventura ha irrumpido en el país azteca después de
seis años de ausencia, la expectación con que se le esperaba y cómo su
imponente temporada europea de 2018 ha multiplicado esas ganas de la
afición de México por recuperarle con ella.
A todo ello cabe añadir situaciones como
la vivida ayer en Tijuana, donde la corrida tuvo que demorar su comienzo
en media hora dadas las largas colas de público tratando de acceder a
la plaza, una circunstancia que no se había dado nunca en este coso. O
también, la recepción que decenas de aficionados le tributaron a su
llegada hace unos días a la propia ciudad tijuanense. "No puedo dejar de
abrumarme ante lo que estoy viviendo. Es increíble:vaya donde vaya,
sólo me encuentro más y más cariño. Si me hubieran dado ocasión
de idealizar mi regreso a México, nunca hubiera aspirado a tanto",
asegura el rejoneador, quienya prepara sus próximos compromisos en
Querétaro el 30 de noviembre y en Puebla el 2 de diciembre.
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