Páginas

miércoles, 15 de enero de 2020

Gonzalo Caballero vuelve a torear tras su cornada en Las Ventas: «Es un regalo del cielo»



El torero madrileño se prueba en la ganadería de Mollalta tres meses después de debatirse entre la vida y la muerte

Gonzalo Caballero
Gonzalo Caballero - Paloma Aguilar


Madrid 

Ha vuelto Gonzalo Caballero. Ha vuelto el torero y el hombre, el hombre y el torero. Tres meses después de su gravísima cornada en Las Ventas, el madrileño se ha plantado de nuevo frente a un animal bravo, por naturales en la ganadería de Mollalta.

«Volver a torear... Después de tanta lucha y sufrimiento, este regalo del cielo me hace sentir que todo ha merecido la pena. Ya solo con un objetivo en mi cabeza, temporada 2020», ha escrito en su Instagram, junto con un vídeo de su «reaparición» campera. Y este hashtag: «O todo o nada».

Las imágenes de su reencuentro con el toreo arrancan con una sentencia: «El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla». Y sigue: «Caer está permitido, la forma en que te levantas marcará tu camino». Frases que se intercalan con la dramática cogida en la Monumental madrileña, en cuya enfermería fue intervenido de «una herida por asta de toro en tercio proximal, cara interna del muslo izquierdo, con dos trayectorias: una de 30 centímetros hacia arriba y hacia fuera que produce destrozos en músculos sartorios y cuádriceps, además de contusionar la pala ilíaca izquierda; y otro trayecto de 25 centímetros hacia atrás que secciona la vena femoral y ramas colaterales, de pronóstico muy grave».

Gonzalo Caballero, que se debatió entre la vida y la muerte en la corrida de la Hispanidad de 12 de octubre, vuelve a sentir de cerca aquello por lo que lucha a diario. Atrás quedan los días de olor a cloroformo, de rotura de la femoral, de un manantial de sangre, del destrozo muscular, de un fallo renal gravísimo, de un drama en el que no se sabía quién saldría vencedor... Queda aún mucho camino, pues la rehabilitación es larga, pero la reaparición en los ruedos está más cerca.

Amigos y compañeros de profesión como Miguel Abellán ensalzan su coraje y valor: «Que nadie sabe por lo que has pasado, verdad... Qué grande eres, pero qué grande». O su madre, veladora de sus noches de dolor y sueños: «La verdad está en ti. Tú eres grandeza».

No hay comentarios:

Publicar un comentario