Orejas para Juan Francisco Almeida y Samuel Calderón en la primera de la Feria de San Sebastián
Germán D' Jesús Cerrada
Sin servicio eléctrico arrancó la Feria de San Sebastián de San Cristóbal, tras un apagón que duró más de una hora y afectó a la asistencia al festejo, ya que no funcionaron los puntos para la venta de la boletería, con menos de un tercio de plaza. Los novilleros Juan Francisco Almeida y Samuel Calderón pasearon una oreja cada uno ante astados de Los Arangüez, que presentó un encierro muy parejo, pero pasado de años, para la novillada con picadores que fue el primer festejo del ciclo.
El primer novillo le correspondió a Juan Francisco Almeida, quién trató de animar a los pocos aficionados, después tres espadazos, dos descabellos y dos avisos despachó al ejemplar de Los Arangüez. Luego fue cogido sin consecuencias por el cuarto, regresando al ruedo con más energía. Tras dos series con la derecha sonó la música y de una certera estocada despachó al astado. A petición de los aficionados paseó una oreja.
El segundo correspondió a Jonathan Ortega, que inició la lidia con dos series de derechazos. Por el izquierdo el novillo respondió con suaves naturales y la presidencia ordenó la música, llegando el fluido eléctrico. Después de un aviso y un pinchazo, cayó el novillo tras una estocada bien colocada. Breves aplausos y vuelta al ruedo. Ortega le tomó bien los tiempos al quinto realizando una buena faena, voltereta incluida. Tras varios pinchazos, una estocada y dos avisos fue silenciado.
El el tercero del festejo fue para Samuel Calderón, que se lució con su novillo. Después de ser desarmado con el capote, manejó la muleta con la derecha, manoletinas y una estocada en todo lo alto cae el novillo sin puntilla, cortando una oreja.
Luego le correspondió el mejor ejemplar de la tarde de nombre Odorifero, de 370 kgs. Lo toreó en el centro del ruedo con un enorme repertorio, iniciando la faena con estuarios, varias series de derechazos y templados naturales en una larga faena en la que incluso hubo breves pedidos de indulto. Perdió las dos orejas por culpa de la espada escuchando los dos avisos.
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