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miércoles, 1 de junio de 2022

Néstor Trujillo y su Carrusel de la Fama.

Álvaro Sandia Briceño
Mantener un programa en la radio y sobretodo en Mérida y en Venezuela, con una frecuencia semanal y durante 50 años, como lo ha venido haciendo Néstor Trujillo con su "Carrusel de la Fama", es una hazaña equiparable a tratar de subir el Everest sin el auxilio de un equipo de oxígeno.

Venezuela es un país de inconstantes y lo hemos visto a través de su historia. Ni democracias ni dictaduras han perdurado, porque todo en nuestro país es provisional. A veces hay que colocarle la trillada frase "por ahora" a todo lo que se inicia y se queda en el camino.

En estos 50 años de su programa, Néstor Trujillo ha visto nacer y desaparecer emisoras de radio y canales de televisión, de aquí y de más allá, y ha sido testigo del devenir de nuestra ciudad, nuestra bella Mérida, antes provinciana y ahora con aires de cosmopolita, a la cual ha rendido culto permanente y mirado con ojos de novio enamorado, porque ha sido vocero de sus problemas e inquietudes y ha luchado, como un Quijote serrano, por buscar las soluciones apropiadas.

Cuando se escriba la historia de las emisoras de radio de Mérida, desde la pionera La Voz de la Sierra del binomio Adelmo Quintero y Amílcar Segura, hasta las actuales AM y FM que copan el espectro radial, se deberá rendir fervoroso homenaje a este hombre aún joven, periodista, locutor, ingeniero civil y cantante de bien timbrada voz, que ha dirigido con mano firme y segura este programa de radio que tiene un nombre sonoro: "Carrusel de la Fama" y que debiera llamarse, más apropiadamente: "El Circo de Tres Pistas de Néstor Trujillo" porque ha presentado y sigue presentando con constancia admirable, todo el caleidoscopio de la actualidad de Mérida, Venezuela y el mundo.

Para Cicerón "la segunda juventud empieza a los 50 años". Néstor Trujillo apenas está dando los primeros pasos de lo que será la segunda y exitosa juventud de "Carrusel de la Fama".

Al felicitarlo de la manera más cordial, solo nos queda augurarle a nuestro estimado Néstor y a su programa radial, como se les dice a los Papas cuando inician sus pontificados: AD MULTOS ANNOS.

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