Diego San Román y una Puerta Grande desafiando a la física

Importante confirmación de Emilio de Justo y oreja para José Mauricio con una buena corrida de Pozo Hondo

Mundotoro

Una Puerta Grande de Diego San Román desafiando a la física en La México. Primero, por la rama del valor. Segundo, por la del toreo de mano baja y línea curva. De flexibilidad inverosímil. San Román dio en el Coso de Insurgentes una dimensión de toreo por encima a la ya conocida de sus terrenos de cercanías. Un encierro variado de Pozo Hondo -con el sexto premiado con el arrastre lento- dio contenido e interés a una importante confirmación de Emilio de Justo, que cuajó una faena de quilates al natural. Una oreja paseó José Mauricio cuyo corte elegante volvió a pasear un trofeo en la Monumental de México. 

Diego San Román toreó con variedad al bien presentado sexto con el capote. Primero, por delantales y chicuelinas. Después, en un ajustado quite por gaoneras. Tuvo el toro de Pozo Hondo un gran fondo y una embestida humillada y con ritmo. Diego San Román planteó toda la faena en los medios, muy hundido siempre, encajado de riñones y con muletazos de enorme poder y exigencia por su mano baja. Media muleta viajó por el ruedo en muletazos de línea curva. Los mejores momentos llegaron sobre la diestra y una serie de circulares con dos derechazos en uno. La estocada fue trasera, pero no fue óbice para pasear una oreja y abrir la Puerta Grande. El toro fue premiado con el arrastre lento.

Una oreja cortó Diego San Román del tercero, un astado muy cuajado que acusó su exceso de kilos con una embestida desrazada, costándole mucho desplazarse. Se metió San Román entre los pitones y en la distancia corta se desarrolló una faena de valor en la que desafió a la física. Hasta en dos ocasiones fue volteado el astado, que no se amilanó, volviendo a la cara del toro para pisar los terrenos comprometidos. Hubo firmeza, pero también muletazos de mano baja, tirando lo máximo que permitía el toro por su escasa inercia y entrega. Dejó una estocada y paseó una oreja. 

Emilio de Justo entró de pie en La México en un gran recibo a la verónica y por chicuelinas al toro de su confirmación de alternativa. Tuvo el astado nobleza y clase, aunque el poder justo, lo que dificultó el remate de los muletazos y de la faena. Sin embargo, Emilio de Justo cuajó una gran faena a base de esperarlo mucho y tirar con templanza de la embestida. Destacó un gran toreo al natural, muy hondo, muy asentado, ganando en dimensión las series a partir de la media docena de muletazos. Sin embargo, un pinchazo previo a una estocada, de la que salió golpeado, le impidió pasear un trofeo. 

Muy largo el quinto, serio y alto de hechuras. Tuvo Emilio de Justo que imponerse al viento y a la condición descompuesta del astado, que escarbaba y repetía sin clase ni ritmo, pero sí con emoción. Tragó el extremeño gañafones, para imponer su poder por el lado diestro. Siempre al filo del percance, De Justo bajó la mano en muletazos de largo trazo que llegaron mucho al tendido. Una faena meritoria que tuvo mucha importancia dentro de una tarde de dimensión. Dejó una estocada, pero la tardanza que tuvo el toro en caer hizo que sonaran dos avisos y que el público no solicitara el trofeo. 

Bien presentado, serio y de buenas hechuras fue el segundo de Pozo Hondo, un toro bravo y encastado que empujó en el caballo y embistió con importancia en la muleta de José Mauricio. El diestro mexicano cuajó una faena siempre a más, que creció en el tramo final tras una primeras series de ritmo desigual. En la distancia corta, ganaron los muletazos en mano baja y largura, siempre rematando los muletazos detrás de la cadera. Tres series que llegaron mucho al público, hasta ponerlo en pie. Tras una gran estocada, paseó una oreja de peso. 

Muy serio fue el cuarto, hondo, estrecho de sienes, enseñando las palas y con perfil. La labor de José Mauricio estuvo condicionada por el viento que le dificultó enganchar la embestida y obligó a que el trasteo se desarrollará en los terrenos de adentro. Hubo muletazos de mucha elegancia, con la figura erguida, aunque sin acabar de conformar una tanda completa por los condicionantes a los que José Mauricio tuvo que hacer frente y a una embestida que se fue viniendo a menos. Pinchazo y estocada. Silencio.

Ficha del Festejo:

Plaza de toros de La México, Ciudad de México. Sexta corrida de la temporada de la reapertura. Alrededor de un tercio de entrada. Toros de Pozo Hondo, muy bien presentados, serios y con cuajo. De desigual juego, aunque manteniendo el interés en todo momento. Destacó el sexto, que fue premiado con el arrastre lento, el primero y el segundo. Con nobleza, aunque venido a menos, el cuarto. Descompuesto, pero con transmisión el quinto. El más desrazado fue el tercero. 

• JOSÉ MAURICIO, oreja y silencio.

• EMILIO DE JUSTO, ovación tras aviso y ovación tras dos avisos. 

• DIEGO SÁN ROMÁN, oreja y oreja.

Incidencias: Los ganaderos de la familia Alatorre dieron la vuelta al ruedo junto a Diego San Román en el sexto.