Por Carlos Guillermo Cárdenas D.
Otro amigo y compañero de muchas luchas universitarias y liceistas que se marcha. Otto Paredes Mora falleció el día de hoy 10 de mayo en la ciudad de México a donde se mudó hace algunos años después que sufrió ataque de aplopejía cerebral.
Nuestra amistad con Otto Paredes se remonta a los años 1962-63 de estudiantes del Liceo Libertador, cuando militamos las filas del Movimiento Estudiantil Católico -MEC- participando en las luchas estudiantiles con la presentación ante el electorado liceista de una fórmula distinta a los movimintos marxistas.
Participamos en el proceso para elegir los representantes ante el Centro de Estudiantes y la Asamblea de Estudiantes de nuestro recordado Liceo, pero la juventud del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR que se había desmembrado de la Juventud de Acción Democrática, arrazó en las elecciones.
Así cursamos tres años, tercer, cuarto y quinto año. Los dos anteriores en mi caso los había cursado en el Liceo Militar Jaúregui. Nos reuniamos con Otto y Omar González González a estudiar en casa de mis abuelos Carlos Dávila Briceño y Ana Luisa Picón de Dávila, una cuadra abajo del rectorado de la Universidad de Los Andes. Otto conoció a mi abuelo materno, pues con su simpatía que le era innata, se granjeaba el reconocimiento de los mayores.
Luego nos encontramos en la Escuela de Medicina de la Universidad de Los Andes, yo le llevaba uno o dos años a Otto. A mitad de la carrera, como miliantes del Movimiento Universitario Católico -MUC- junto con Manuel Cristancho Garcia y otros compañeros más, nos lanzamos al Centro de Estudiantes de Medicina -CEM-, elecciones que nuevamente las ganó la juventud del MIR y la juventud comunista. Nuestra fórmula obtuvo el segundo lugar, correspondiéndome la vicepresidencia del CEM, Otto mi suplente y Manuel Cristancho Garcia una vocalía.
Otto culminó la carrera dos años después que la nuestra, se casó con su compañera de estudios Raiza para trasladarse a la ciudad capital donde ambos siguieron la especialidad de Obstetricia e Ginecología. Por muchos años ejerció la especialdad en instituciones de salud pública y privada.
Mantuvimos una relación cercana, pues en las temporadas decembrinas, ellos visitaban a la ciudad de Mérida lo que permitió reencuentros familiares y sociales.
Otto fue un amigo muy especial, jocoso, simpático, humorista, deportista y muy familiar, pues a su señora madre, que nos correspondió atenderla desde el punto de vista cardiovascular, pudimos apreciar la solidaridad del hijo para con la madre. Recordaría aquel escrito en el pórtico de la antigua Maternidad Mérida que rezaba, ‘Madre es madre y eso es todo’.
Al remover papeles en los anaqueles de mi no tan pequeña biblioteca personal, encontré que cuando eramos estudiantes liceistas, para la fecha Venezuela rompió relaciones con la República de Cuba, el estudiantado liceista y universitario colmó las calles de Mérida en apoyo a la Revolución Cubana. En una de esas multitudinaria manifestaciones, fuimos a la sede de la juventud del MIR en la avenida tres Independencia, metros abajo de la Plaza de Milla. Era tal el furor que embriagaba a la juventud liceísta que terminamos inscribiéndonos en esa organización política. A los pocos meses, cuando la J. del MIR tuvo un viraje de 180 grados para tomar la vida armada insurreccional, retiramos nuestra membresía para sumarnos al moviento social cristiano universitario.
La simpatía por la democracia cristiana y el humanismo cristiano nuestro, viene desde aquellos tiempos.
Hace escasamente unos meses Otto se comunicó conmigo telefónicamente. En una conversación corta de varios minutos, renovamos nuestro afecto y deseo de reencontrarnos en una próxima visita de él a Mérida. Recordamos las luchas universitarias y la camaradería que siempre estuvo presente en nuestras relaciones.
Al registrar la triste noticia del fallecimento de Otto Paredes, unimos nuestros corazones y nuestras almas para invocar a la providencia por la paz eterna de Otto Paredes Mora.
Para toda su numerosa familia, nuestro respeto y mayor consideración. Siempre el recuerdo estará presente en lo más profundo de nuestro ser.
QEPD.
Mérida, 10 de mayo de 2024
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