Alvaro Sandia Briceño
Manuel de la Fuente, el celebrado escultor gaditano y que hizo de nuestra Mérida su lugar de entrega y de vida, miembro fundador de la Academia de Mérida, obsequió a esta institución un hermoso busto del Libertador que denominó Bolívar Civil. La tarde de la sesión de la Academia en que se develó el busto, colocado en sitio de honor en uno de los salones, y mientras todos admirábamos los rasgos clásicos del personaje, se me ocurrió, al felicitar al artista, decirle "Cómo me gustaría poder tener una obra similar en el Mérida Country Club, pero lamentablemente no tenemos recursos económicos para comprarlo". No pasó de allí el diálogo pero me pareció que Manuel había recibido mi mensaje. Meses después, cuando estábamos entrando al Salón de los Presidentes de la Republica donde se celebran las sesiones de la Academia, me dijo Manuel: "Tenemos que hablar, no te vayas cuando terminemos la sesión". Ya en el corredor que circunda el patio de la Academia, me llevó al pasillo y me dijo: "Te tengo una buena noticia, voy a obsequiar al Country una réplica del busto del Libertador, igual al que está en la Academia". Le di las gracias y lo invité para que coincidiéramos el sábado siguiente, al mediodía, para escoger el sitio apropiado para colocar el busto del Libertador.
Llamé de inmediato a Ricardo de Jongh, Presidente del Mérida Country Club y le di la buena nueva y le solicité que invitáramos al escultor a almorzar ese día en el Club para agradecerle su gesto. El sábado al mediodía, muy puntuales, coincidimos Manuel, Ricardo y yo en el Club y le señalé a ambos el lugar que, en mi opinión, era el apropiado para honrar al Libertador en los espacios de nuestro centro social. Fuimos al lugar escogido por mi, al lado de la cancha de bolas criollas y que se podía ver desde los vehículos que entraban y desde el pasillo peatonal, cuando el escultor me hizo una seña negativa con la cabeza y me dijo: "Imposible colocarlo allí, el busto de la Academia es de bronce pero el de aquí es de un material cubierto con resina que no puede estar a la intemperie, no aguanta ni la lluvia ni el sol". Decidimos entonces colocarlo provisionalmente en el Hall de los Ex Presidentes del Club, a la entrada del Gran Salón y allí se hizo el acto de la develación del busto del Libertador, para la cual invité al Ingeniero William Lobo Quintero, Presidente de la Academia de Mérida y socio del Mérida Country Club, para que pronunciara el discurso de orden. El acto fue muy sobrio y después el Presidente del Club, Ricardo de Jongh y la Junta Directiva, brindaron un agasajo a los presentes.
Al revisar la foto de la develación del busto del Bolívar Civil en el Hall de Ex Presidentes del Mérida Country Club, veo que ese acto fue en el Aniversario 71 del MCC y en el año 2009. De los que estamos en la foto el único que puede echar el cuento soy yo.
A mí no me gustó mucho la idea de colocar al Padre de la Patria en la entrada del Gran Salón del Club porque cuando hay una fiesta grande, bailes de gala, matrimonios, etc. cubren con unas grandes sábanas los retratos de los Ex Presidentes, lo cual aguantamos los que estamos vivos y más aún los que no lo están, pero ponerle una sábana al busto del Libertador me parecía un gran irrespeto. Días después coincidí en el Club con mis buenos amigos el arquitecto Iván Castellanos y el ingeniero Mauro Rocha y les expresé mi preocupación por la ubicación del busto y les señalé que me parecía más apropiado colocarlo a la entrada del Gran Salón, en un pequeño espacio que no tenía techo pero si un pequeño jardín regado por las aguas de lluvia. A Iván le pareció muy bueno el sitio y agregó que lo que faltaba era techarlo con un machihembrado y colocarle unas matas alrededor. La idea de Iván, con el beneplácito de Mauro, fue llevada a la práctica y así se colocó el busto del Bolívar Civil, obsequiado por el escultor Manuel de la Fuente, en su sitio actual para que sirva de ejemplo y guía para los socios y sobretodo para los niños y jóvenes que hacen vida activa en el Club. No creo que muchos centros sociales en el país puedan darse el lujo de tener en sus espacios un busto del Libertador Simón Bolívar y de un escultor de fama internacional como lo es y fue Manuel de la Fuente.
