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lunes, 15 de septiembre de 2025

Mis impresiones de la tercera de abono en Salamanca.

Acacio Sandia Scheuren
@ajsandia

Ayer disfrutamos de una buena tarde de toros con un cartel muy bien rematado: toros de Garcigrande, para los diestros Emilio de Justo, Juan Ortega y Andrés Roca Rey.

Bajo un solo abrasador y con una muy buena entrada, sin llegar al no hay billetes se dio inicio a una corrida en la que no hubo momentos para aburrirse.

Salió De Justo con unas ganas desbordadas por agradar ante un toro precioso que en un principio se le vio distraído y adormilado pero después de recibir un buen puyazo mostró nobleza y buenas condiciones aunque sin mucha trasmisión, ejecutó el extremeño una faena aseada y animosa que lamentablemente remató con una estocada de efecto muy tardío con lo cual perdió el apéndice que la presidencia acertadamente negó a pesar de una considerable petición del público.

Correspondió turno a Juan Ortega que para mí era la gran novedad de la tarde, un torero que debutaba en La Glorieta y que desde la temporada pasada tenía ganas de ver. No me decepcionó, es un torero con mucha clase y ejecuta las suertes de capa con una lentitud y elegancia que da gusto ver y aplaudir.

Con la muleta ejecutó Ortega una faena muy variada desde que inició con la mano izquierda y fundamentó toda la faena en esa mano, mostrando un estilo propio muy definido y sobre todo mucha clase. Cortó una merecida oreja que incluso pudieron ser dos con una estocada mas efectiva.

Luego del varapalo sufrido por Roca Rey en Valladolid, solo dos días antes, se llegó a pensar que tal vez no actuaría en Salamanca, sin embargo el peruano cumplió el compromiso del sábado en Albacete y este de Salamanca. Aunque se le vio un poco limitado de movimientos, mostró una actitud muy torera y ejecutó las suertes con mucho garbo y limpieza, la muleta planchada en todo momento, bajando muchísimo la mano y dando largo recorrido a sus toros, lamentablemente, por alguna razón el público se mostró absolutamente apático con él, tanto que ni petición de oreja hubo en ninguno de los dos toros que considero podía haber cortado. Parece que la polémica con Morante a hecho mella en su popularidad en esta plaza tan morantista. Una pena porque Roca puso su empeño en hacer las cosas bien y es de suponer que debe estar magullado por todos lados. No era la Roca ni el Rey de otras tardes, pero no merecía el desprecio sufrido en esta tarde.

Con el cuarto toro, Buenasuerte, de 563 Kg. se desató la locura en La Glorieta, el Garcigrande parecía un tren de largo recorrido, no paraba de embestir humillando bien aunque por momentos escarbaba y se pensaba entrar de nuevo, realmente fue un toro magnífico aunque no sé yo si tanto como para indultarle, escuché que el ganadero no pidió el indulto y el presidente se negó en dos oportunidades a concederlo, pero, luego conversaron por teléfono y fue tal la presión del público que no había manera de negarlo. Buenasuerte es el cuarto toro indultado en más de 100 años de historia de esta plaza y tuvimos la fortuna de disfrutar su lidia por un De Justo inspiradísimo que hizo todo lo que quiso con esta perla que le tocó en suerte.

La segunda faena de Ortega transcurrió sin pena ni gloria dado que el toro no dio demasiadas opciones y la ultima de Roca, como ya se ha comentado, con ánimo y entrega pero sin calar en el publico.

Cerramos una tarde entretenida, el encierro en general excelente tanto en trapío como en nobleza y desempeño, quedamos con ganas de más, pero tendremos que esperar hasta próximo fin de semana para las últimas tres del abono, incluidos los rejones.
Hasta entonces...

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