"A Puerta le molestaba mucho que sólo hablaran de su valor"

El autor del libro 'Diego Puerta. Arte, valor y casta de un torero de Sevilla' realiza un exhaustivo estudio de la carrera del considerado 'El Espartero del siglo XX'

Petit sostiene su obra sobre Diego Puerta

Luis Nieto / Sevilla

-Antonio, ¿cuánto tiempo ha dedicado a esta obra?

-La comencé el 13 de octubre del 74, al día siguiente de la despedida de Puerta. De ahí salió un primer trabajo que presenté a un concurso del Ateneo de Sevilla. Periódicamente lo he ido retomando. El empujón final fue el año pasado, investigando en la Hemeroteca Nacional todo lo que se había publicado del maestro.

-¿Cree que en Sevilla se ha valorado adecuadamente la grandiosa figura de Diego Puerta?

-En Sevilla se le tuvo mucho cariño y respeto. Con Puerta pasa lo que con Pepe Luis, que se mete en un silencio civil y desaparece. Cuando se retira torea muchos festivales, pero huye de la relevancia social.

-¿Qué destacaría de su dimensión humana?

-Diego Puerta no se entiende sin María García-Carranza, su esposa. Era extremadamente sencillo y muy agradable. Y no salía de su grupo de amigos.

-En numerosas entrevistas confesó que su mayor triunfo era su familia.

-Sí. Por ejemplo, para bautizar a su hija Dolores, tras torear en Lima, viaja a Sevilla y vuelve inmediatamente, junto a Camino, para cumplir allí una segunda tarde en 48 horas.
Petit sostiene su obra sobre Diego Puerta, tras su presentación.
-¿Su enorme valor tapó otras cualidades extraordinarias que no fueron bien valoradas?

-A Puerta le molestaba mucho que sólo hablaran de su valor. Ya Gonzalo Carvajal le bautiza como Diego Valor y Corrochano lo cita como el nuevo Machaquito. Él decía que tenía casta, responsabilidad y que sabía torear. Tenía un sentido del arte muy peculiar. Sabía plasmar muy bien la unidad entre el valor y el torar bien.

-Con su determinación marcó un hito con la faena a Escobero, de Miura, en Sevilla.

-Esa tarde, para él, fue decisiva porque le vio torear su mujer. Todavía no se conocían. Tres días después les presentó Matilde, una prima de ella. Aquella actuación le puso en dinero. Y luego, él respondió a la expectación. Al día siguiente le corta las dos orejas al toro de Peralta que había brindado a Belmonte.

-Del más de medio centenar de cornadas que relaciona puntualmente, ¿cuál fue la peor?

-Hay partes facultativos de 54 cornadas atendidas en enfermerías de las plazas y otras dos en tentaderos. De todas las grandes, las gordas, para mí la de Bilbao fue la peor, por las complicaciones que tuvo y por la que le operaron varias veces. Decía que él volvió a nacer de las manos del doctor San Sebatián. Sucedió el primer domingo de la Semana Grande del 59. Aquel toro de Guardiola, que salió en sexto lugar, le destrozó el higado, en una tarde en la que toreó junto a Rafael Ortega y Miguelín.

-¿Cómo se recuperaba?

-Todas las cornadas le hicieron daño. Pero lo más llamativo es que triunfó en las 54 reapariciones tras esas 54 cornadas.

-Dedica un capítulo a la visión de Puerta por el crítico Díaz Cañabate ¿Fue quien mejor lo entendió?

-Sin duda. Le hizo críticas duras. Pero comprendió su trilogía de arte, valor y casta y supo explicarlo. A mí me hace mucha gracia que cuando le va a regañar en la crónica le llama Dieguito. El culmen de la crónica es la del mes de agosto del año 63 en San Sebastián, que titula Diego Puerta, de azul y oro.

-El maestro, cuando hablaba de su carrera, siempre destacaba sus comienzos. Usted hace hincapié en ese capítulo de su vida.

-Debutó en Aracena con un terno vede en una novillada sin caballos. Selipe, que estaba allí de vacaciones, en una crónica suya que no es de toros, destaca la actuación de Diego. El culmen de la crónicas es la de agosto del 63 enSan Sebastián, que titula Diego Puerta, de azul y oro.

-Otro hecho histórico es su faena en la que consigue los máximos trofeos en la Maestranza.

-Es el momento más sublime que tuvo en su carrera. La faena al toro del marqués de Domecq, al que corta el rabo. Ahí es cuando Cañabate escribe "La suerte no ha sido del torero; la suerte la ha tenido el toro, porque le tocó Diego Puerta". Siempre dijo que fue su mejor tarde. Sucedió en el 68, en la que también fue su mejor temporada. Tras esa tarde triunfa en la Beneficencia y está bien en todos los sitios.

-Destaca su gran regularidad...

-A mí, la estadística no me gusta, pero llama la atención que del 65 al 71 sale a más de dos trofeos por tarde. Y en un par de esos años su promedio supera las tres orejas. Además, de las 963 tardes que torea en España, 742 lo hace en plazas de primera; y de ellas, el 77% son en el primer circuito de las ferias. Y si tenemos en cuenta todas las que toreó, 1.149, el número de ocasiones que torea en plazas de máxima relevancia supera el 82%.

-¿Cuáles fueron las plazas en las que más toreó?

-Barcelona, en 136 ocasiones; Sevilla, en 44; y luego, Palma, Zaragoza, Valencia y Madrid. En Bilbao y Pamplona toreó más de 30 tardes.

-Barcelona tuvo una gran trascendencia en su carrera.

-Cuando toreó como novillero a comienzos del 57 en Sevilla no triunfa. Se marcha a Barcelona. Cuando se le acababa el dinero, Balañá -el empresario- le ofreció una sustitución, a mediados de temporada, en la plaza de Las Arenas y triunfó. Vuelve a repetir ese año. Sus éxitos fueron tan grandes que toreó hasta 11 tardes y la prensa catalana le llamó el nuevo Chamaco, con crónicas elogiosas de Eduardo Palacio Valdés en La Vanguardia.

-¿Le ha quedado algo por investigar?

-No. Por eso acabo en el año 74. De lo importante está todo. Luego mataría muchos festivales, incluso el último, con 60 años, en Higuera de la Sierra.

-Otras aportaciones muy positivas del libro son su riqueza gráfica y la estadística.

-Cuando hicimos la primera versión, la base fundamental eran las fotografías del pobre Pepe Arjona. De todo lo que no tiene que ver con Sevilla hay mucho material de Botán. Y de su vida civil, del reportero Fernando Múgica. El resto son aportaciones de Diario de Sevilla, Abc y también de medios locales de otras zonas. La estadística me ha dado mucho trabajo y ha sido muy valiosa la labor de Páginas del Sur -Grupo Joly-, con aportación de infografía. No sé si el texto gustará o no, pero sí que han puesto mucho cariño en el diseño y por el detalle para conseguir un trabajo colosal.