Emotivo
triunfo en El Relicario de Puebla
El Zapata y Garibay, a hombros con el ganadero de La Joya |
Por: Álvaro Sánchez | Foto: Ángel Sainos
Uriel Moreno
"El Zapata" e Ignacio Garibay triunfaron con
fuerza en la tercera y última corrida de la Feria de Puebla, pues cortaron tres orejas en
"El Relicario" y compartieron la salida en volandas con el ganadero de La Joya,
José González Dorantes.
A menudo se dice en el argot taurino, que para que haya guisado de liebre tiene que existir ésta refiriéndose a la materia prima; hoy del encierro que en general dio buen juego, Uriel regaló un jabonero bajito bien armado de bella lámina, con el que alborotó de salida al público en dos largas de rodillas y luego entusiasmó también al banderillear aunque la colocación fuera desigual.
Empezó exponiendo al muletear conjuntando una labor de altibajos, pues ante la calidad de embestida de "Arturito" de La Joya, que fue una joyita, se inclinó por la bisutería toreando más al de arriba que al de abajo, y al conseguir la estocada fue premiado con dos orejas, la segunda bondadosa como el premio de la vuelta al toro.
El primero de la lidia a pie fue un colorado bien armado pero sin mucha romana, el viento impidió al torero fijar los pies y el puyazo fue breve, después de unas navarras, Uriel se afanó al clavar los rehiletes cuya colocación fue regular; inició con muletazos cambiados seguidos de toreo con la derecha, al cambiar al lado izquierdo resultó cogido sin consecuencias, agregó toreo vistoso y tras una estocada a toma y daca recibió la primera oreja.
Sin duda el más bonito fue el jabonero que hizo cuarto, poco digno de mencionar con el capote en cambio sí la precisión de El Zapata clavando los garapullos, al colocar el tres en uno que le valió ovación; vino la faena intercalando toreo bueno con el de la galería y tras un espadazo defectuoso, el toro recibió palmas en el arrastre, mientras el torero se retiraba en silencio.
Fino ejemplar fue el quinto para el que hubo petición de indulto correctamente denegado por el juez; con este toro Ignacio Garibay tuvo destacada labor de capa sobre todo en los lances fundamentales. Su picador Jorge Morales ejecutó un gran puyazo y al romperse la vara, mantuvo la reunión con la mitad; Garibay se fue a los medios para de rodillas empezar a correr la mano derecha y luego de pie ampliar el trazo y el temple, hubo naturales tersos y para cerrar adornos. Aunque el público empezó a pedir el indulto, tanto el torero como el juez mantuvieron su postura y tras un pinchazo vino la estocada y la concesión de dos orejas.
De alegre salida fue el primero de Nacho, que meció los brazos al veroniquear, el puyazo fue prolongado pero el toro conservó fuerza y vimos pese al viento series templadas por ambos lados, desahogó al burel con muletazos por alto preparando la suerte suprema, que consumó con limpieza y eficacia recibiendo una oreja.
Decisión y deseos mostró Fabián toda la tarde aunque tuvo lo menos potable, se mostró académico con el capote ante el tercero moviendo los brazos con soltura; después del puyazo el toro se resintió cayendo varias veces, viendo eso el torero supo darle tiempo y distancia para que se repusiera, lo despachó de espadazo delantero y caído escuchando palmas.
Empezó bien el sexto que fue chico y cambió terminando algo rajado, Fabián estuvo empeñoso y el público le reconoció su esfuerzo, cuando terminó de media estocada fue llamado para dar la vuelta.
Como prólogo vimos la actuación por colleras de los rejoneadores Leonardo y Gabriela Zataraín; aunque únicamente ella estaba anunciada, actuó también su hermano que mostró mayor experiencia y mató al novillo en el primer intento; los Forcados de Puebla realizaron dos pegas por lo que fueron ovacionados.
A menudo se dice en el argot taurino, que para que haya guisado de liebre tiene que existir ésta refiriéndose a la materia prima; hoy del encierro que en general dio buen juego, Uriel regaló un jabonero bajito bien armado de bella lámina, con el que alborotó de salida al público en dos largas de rodillas y luego entusiasmó también al banderillear aunque la colocación fuera desigual.
Empezó exponiendo al muletear conjuntando una labor de altibajos, pues ante la calidad de embestida de "Arturito" de La Joya, que fue una joyita, se inclinó por la bisutería toreando más al de arriba que al de abajo, y al conseguir la estocada fue premiado con dos orejas, la segunda bondadosa como el premio de la vuelta al toro.
El primero de la lidia a pie fue un colorado bien armado pero sin mucha romana, el viento impidió al torero fijar los pies y el puyazo fue breve, después de unas navarras, Uriel se afanó al clavar los rehiletes cuya colocación fue regular; inició con muletazos cambiados seguidos de toreo con la derecha, al cambiar al lado izquierdo resultó cogido sin consecuencias, agregó toreo vistoso y tras una estocada a toma y daca recibió la primera oreja.
Sin duda el más bonito fue el jabonero que hizo cuarto, poco digno de mencionar con el capote en cambio sí la precisión de El Zapata clavando los garapullos, al colocar el tres en uno que le valió ovación; vino la faena intercalando toreo bueno con el de la galería y tras un espadazo defectuoso, el toro recibió palmas en el arrastre, mientras el torero se retiraba en silencio.
Fino ejemplar fue el quinto para el que hubo petición de indulto correctamente denegado por el juez; con este toro Ignacio Garibay tuvo destacada labor de capa sobre todo en los lances fundamentales. Su picador Jorge Morales ejecutó un gran puyazo y al romperse la vara, mantuvo la reunión con la mitad; Garibay se fue a los medios para de rodillas empezar a correr la mano derecha y luego de pie ampliar el trazo y el temple, hubo naturales tersos y para cerrar adornos. Aunque el público empezó a pedir el indulto, tanto el torero como el juez mantuvieron su postura y tras un pinchazo vino la estocada y la concesión de dos orejas.
De alegre salida fue el primero de Nacho, que meció los brazos al veroniquear, el puyazo fue prolongado pero el toro conservó fuerza y vimos pese al viento series templadas por ambos lados, desahogó al burel con muletazos por alto preparando la suerte suprema, que consumó con limpieza y eficacia recibiendo una oreja.
Decisión y deseos mostró Fabián toda la tarde aunque tuvo lo menos potable, se mostró académico con el capote ante el tercero moviendo los brazos con soltura; después del puyazo el toro se resintió cayendo varias veces, viendo eso el torero supo darle tiempo y distancia para que se repusiera, lo despachó de espadazo delantero y caído escuchando palmas.
Empezó bien el sexto que fue chico y cambió terminando algo rajado, Fabián estuvo empeñoso y el público le reconoció su esfuerzo, cuando terminó de media estocada fue llamado para dar la vuelta.
Como prólogo vimos la actuación por colleras de los rejoneadores Leonardo y Gabriela Zataraín; aunque únicamente ella estaba anunciada, actuó también su hermano que mostró mayor experiencia y mató al novillo en el primer intento; los Forcados de Puebla realizaron dos pegas por lo que fueron ovacionados.
Ficha
Puebla, Pue. Plaza "El Relicario". Tercera corrida de feria. Dos tercios de entrada en tarde calurosa con algunas ráfagas de viento. Un novillo de Juan Huerta para rejones y siete toros de La Joya, disparejos en presentación, variados en pinta y de buen juego en su conjunto, destacando de la lidia a pie el 5o y el 7o este último como regalo que fueron premiados con vuelta al ruedo. Pesos: 310, 441, 487, 470, 478, 520, 472 y 442 kilos. Los rejoneadores Leonardo y Gabriela Zataraín por colleras: Vuelta. Uriel Moreno "El Zapata" (pizarra y oro): Oreja, silencio y dos orejas en el de regalo. Ignacio Garibay (grana y oro): Oreja y dos orejas. Fabian Barba (azul pavo y oro): Palmas y vuelta. Incidencias: Los Forcados de Puebla dieron la vuelta en compañía de los rejoneadores. El picador Jorge Morales por un gran puyazo dio la vuelta con Garibay y el ganadero. Al final del festejo salieron a hombros El Zapata, Garibay y el ganadero José González Dorantes.
Puebla, Pue. Plaza "El Relicario". Tercera corrida de feria. Dos tercios de entrada en tarde calurosa con algunas ráfagas de viento. Un novillo de Juan Huerta para rejones y siete toros de La Joya, disparejos en presentación, variados en pinta y de buen juego en su conjunto, destacando de la lidia a pie el 5o y el 7o este último como regalo que fueron premiados con vuelta al ruedo. Pesos: 310, 441, 487, 470, 478, 520, 472 y 442 kilos. Los rejoneadores Leonardo y Gabriela Zataraín por colleras: Vuelta. Uriel Moreno "El Zapata" (pizarra y oro): Oreja, silencio y dos orejas en el de regalo. Ignacio Garibay (grana y oro): Oreja y dos orejas. Fabian Barba (azul pavo y oro): Palmas y vuelta. Incidencias: Los Forcados de Puebla dieron la vuelta en compañía de los rejoneadores. El picador Jorge Morales por un gran puyazo dio la vuelta con Garibay y el ganadero. Al final del festejo salieron a hombros El Zapata, Garibay y el ganadero José González Dorantes.
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