Fandiño recarga pilas en casa
El torero cuaja una buena tarde en Orduña, su localidad natal. Cortó dos orejas antes de afrontar un exigente mes de mayo
Fandiño, en un lance de muleta durante la corrida de ayer en Orduña. |
En medio de esta intensa primavera, el torero de Orduña quiso ayer actuar ante sus paisanos en plenas fiestas de la localidad. “Es la mejor forma de agradecerles todo lo que me han apoyado. Además, son mi gente, los que me conocen desde niño”, afirmaba Fandiño poco antes del paseíllo.
El público respondió. Más de media entrada en una tarde lluviosa que a buen seguro desanimó a algunos aficionados, pero luego las nubes se apartaron y Fandiño pudo triunfar en su localidad natal. Los toros de Gavira tuvieron una elegante presencia para la ocasión y el segundo permitió al diestro demostrar por qué tiene hoy nombre propio en el mundo del toreo.
El colorado de Gavira fue un buen toro, desde el caballo, y Fandiño lo entendió a la perfección, con tandas muy lucidas, sobre todo por el pitón izquierdo. Faena grande, que mereció las dos orejas, aunque la petición de la segunda fue un tanto fría y el presidente no la concedió. Fue la mejor forma de demostrar a su gente su buen momento y su preparación para lo que le resta. Lo volvió a hacer en el quinto, al que arrancó otra oreja con fuerza.
El otro local del cartel fue el novillero Iván Abasolo. Era su primer festejo del año y lo notó. Dejó constancia de sus progresos con el capote en forma de buenas verónicas, pero le falta aún rodaje con la franela. Con todo, la oreja que logró en el sexto le dará moral ante sus próximas actuaciones en tierras castellanas y francesas.
Poco de eso hizo Javier Conde, que escenificó en su segundo una faena con poco fondo y mucho teatro, llegando por momentos a la parodia.
A Fandiño le espera ahora Las Ventas, con dos tardes en la feria de San Isidro, la más importante del mundo: el 16 de mayo y el 2 de junio, con sendos carteles de lujo. Ya el 16 de junio llegará su encirro con seis toros de diferentes ganaderías en Bilbao. No era mala idea recibir el cariño de los suyos para cargar pilas de cara a un mes en el que puede cambiar su trayectoria profesional. A buen seguro que lo consiguió.
La tarde tuvo de todo: un grupo flamenco andaluz contratado por el propio Fandiño, que ofreció un espectáculo, y un toro brindado por el diestro al alcalde de la localidad, Carlos Arranz, de Bildu, quien recibió la dedicatoria con ilusión.
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