FERIA DE SAN ISIDRO
Oreja para Morenito en un maratoniano festejo en Madrid
Tres horas de espectáculo, tres sobreros y toros de hasta cinco hierros diferentes
APLAUSOS
Fotos: Julián LopezZotoluco y Urdiales se estrellan con lotes muy deslucidos. Emotivo tercio de varas a cargo de Nacho Meléndez en el cuarto.
El toro que abrió plaza, de Antonio Bañuelos, salió suelto, manseando y sin entregarse. Fue recibido con una larga cambiada por parte de Zotoluco, que después quitó por chicuelinas. El mexicano, con la muleta, anduvo siempre dispuesto y decidido, pero se estrello con la áspera, brusca y seca embestida del pupilo del ganadero burgalés, que se dejó algo más por el pitón izquierdo, por donde Eulalio basó su quehacer. Tiró de bragueta y oficio Lalo, que mató de estocada defectuosa pero efectiva.
Morenito de Aranda |
Blandeó en los primeros tercios el segundo, astifino, estrecho de sienes y tocado arriba de encornadura. Fue devuelto en el tercio de banderillas por su escasa fortaleza y en su lugar salió un sobrero de Aurelio Hernando, procedencia de Veragua. Manos por delante y corto viaje lució de primeras el de Hernando, que derribó en el primer encuentro con caballo y picador. Manseó y sacó genio después, soltando la cara y mostrando muy poca clase. De uno en uno, al natural, logró Urdiales pasajes meritorios. También se la jugó por el otro pitón, con el toro quedándose cada vez más corto y tirando derrotes con saña. Faena valiente y esforzada del riojano, que despachó a la prenda con brevedad.
Zotoluco |
El tercero se lesionó de salida y cayó fulminado, saliendo en su lugar el segundo sobrero, con el hierro de Carmen Segovia. Pisó plaza frío y sin divisa, saliéndose con él inteligente y fácil a los medios su matador, Morenito de Aranda, con el toro embistiendo con temple al capote aunque manseando después en varas. Hubo un cambio de mano muy estético en el prólogo muleteril, con el animal rebrincado pero moviéndose y dejándose. Arrancó el Moreno al natural en tres series que estuvieron cerca de levantar la faena, aunque no llegaron a hacerlo del todo. Por el derecho, tras una primera serie en la que parecía que todo se vendría definitivamente abajo, logró una segunda en la que atacó y se rompió más el torero, calentando por fin al personal. Hubo otra serie importante por eso lado y, tras cerrar al toro con bonitas trincherillas y otros adornos por bajo, mató de estocada entera algo suelta y un certero golpe de descabello, paseando una oreja.
Diego Urdiales |
Los pasajes más brillantes de la lidia del cuarto llegaron durante el tercio de varas. Después de ser derribado el picador mexicano Nacho Meléndez en el primer puyazo, el jinete ejecutó dos veces más la suerte con pureza y buenas maneras, ganándose la cerrada ovación del público, que incluso llegó a ponerse de pie para despedir al picador. Durante la pelea, el toro se comportó con mucha más espectacularidad que bravura. Luego, en el último tercio -Zotoluco brindó al público- el toro no puso nunca las cosas fáciles y Eulalio no terminó de verlo claro ni acoplarse.
La lidia del quinto no tuvo historia. El remiendo de Couto de Fornilhos fue un toro muy deslucido y descastado, que nunca brindó una buena embestida y sacó una incómoda falta de fijeza. Ante semejante material, Urdiales no pudo mostrar más que tesón y buenos deseos. Se lo quitó de encima de tres pinchazos y estocada corta y precisó además del verduguillo.
Martín Soto |
Madrid, 21 de mayo de 2012. Dos toros de Antonio Bañuelos, un remiendo (5º) de Couto de Fornilhos, un sobrero, 2º bis, de Aurelio Hernando, otro, 3º bis, de Carmen Segovia, y otro, 6º bis, de Domínguez Camacho. Dispares de presentación y de poco juego. Más manejable el tercero bis. ZOTOLUCO: Silencio en ambos; DIEGO URDIALES: Ovación con saludos y silencio tras aviso; MORENITO DE ARANDA: Oreja y silencio. Entrada: Más de tres cuartos. Saludó Martín Soto tras parear al tercero y Luis Carlos Aranda tras hacer lo propio en el sexto.
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