lunes, 25 de junio de 2012


El Juli y José Tomás enloquecen al público de Badajoz

Cuatro orejas para el de Velilla y tres para el de Galapagar en una gran tarde de toros



APLAUSOS

Fotos: Arjona
Juan José Padilla obtiene un trofeo del cuarto. Desigual corrida de Garcigrande y Domingo Hernández.
El Juli y José Tomás han cuajado una gran tarde de toros en Badajoz y han salido a hombros tras cortar cuatro y tres orejas, respectivamente, en un festejo en el que el tercer integrante del cartel, Juan José Padilla, obtuvo un trofeo ante una desigual corrida de Garcigrande y Domingo Hernández. El público abandonó feliz el coso pacense, con la sensación de haber vivido un gran espectáculo.

6º) El que cierra plaza es el toro más serio del encierro de Garcigrande y Domingo Hernández. No pudo lucir el torero en el saludo capotero. Picó poco Diego Ortiz. El toro está por definir y pone en apuros a los banderilleros. Más quieto que un poste, arrancó el madrileño con varios muletazos en los que dejó claro al toro quién manda en el ruedo. Valor y poder en las manos de Julián, que pronto escucha los sones del pasodoble. Con el compás abierto, poniendo los muslos a disposición del animal, el torero cala hondo en el público, que se entrega al alarde de valor y técnica del diestro, que se pega un arrimón de antología. Los circulares finales, con el torero metido entre los pitones y el toro completamente rendido, ponen a la plaza en pie, que enloquece cuando el torero arroja la muleta ante el de Garcigrande. La estocada final es cumbre, en todo lo alto, cayendo el toro sin puntilla. DOS OREJAS

5º) A pies juntos recibió con suavísimos lances José Tomás al que hizo quinto. Hace sonar el estribo del picador el animal, que es de todos el que hace la pelea en varas más discreta. Quieta y erguida la planta, toreó José Tomás por gaoneras tras el tercio de varas. Brinda al público el de Galapagar. El toro, muy informal en su embestida, sin ritmo ni clase ni continuidad, no va a poner las cosas fáciles al diestro, que empieza su faena en un tono discreto. De uno en uno, extrae con sacacorchos meritorios naturales, estando a punto de ser volteado en uno de ellos. Suena la música. Hace el esfuerzo el madrileño, que con mucho valor provoca la embestida de la res y aguanta un parón tras el cual toro, público y torero se crecen y van a más. Amanoletado por momentos, los naturales finales, muy despaciosos y coronados con un pase afarolado, convencieron a todo el mundo. La ovación fue estruendosa. Mató de estocada entera ligeramente caída. DOS OREJAS

4º) Larga cambiada, verónicas, chicuelinas, media, recortes… Así arranca el jerezano Padilla ante el cuarto, de actitud desafiante en su salida. Esta vez sí coge los palos el torero, que clava dos primeros pares en todo lo alto cuarteando en la suerte y con el toro galopando bien. El tercero, al violín, provocó las ovación del público, al que brinda su faena el torero de Sanlúcar. Empieza con siete muletazos con las dos rodillas en tierra, entregado, sacando el pecho y pasándose el burel por la barriga. Tremenda la competencia que se vive en el ruedo entre los tres toreros. Aflojó el noble toro por falta de casta tras las primeras series diestras. Al natural, el de Garcigrande sosea y tira de aguante el torero para suplir la falta de emoción. La música acompaña la faena, epilogada con circulares y demás toreo accesorio con el que trata de calentar al público. Se echó de rodillas y el publicó valoró su positiva actitud. Pinchó y partió el palillo de la muleta en la primera entrada con el acero, dejando una gran estocada en el segundo envite. OREJA TRAS AVISO

3º) Salió entregado El Juli a parar los pies al tercero, cuajando un buen manojo de verónicas rematadas de una gran media. Cobra un único puyazo el animal y el madrileño quita por chicuelinas, coronando todo con larga cordobesa y un vistoso adorno final. Brinda al público el torero, que arranca la faena con tres molinetes arrebujado con el toro y un gran pase de pecho. Gran primera serie diestra de Julián, que se gana la atención de la plaza entera con un toreo de muchos quilates. A izquierdas el móvil aunque no fácil ejemplar de Domingo Hernández presenta más dificultades. Regresa a la mano derecha y firma una serie tremenda, ligada, poderosa, con media muleta arrastrada por el albero. La plaza se pone en pie. Sigue manteniendo el nivel la faena, ora sobre la diestra, ora sobre la zurda, tapando bien la cara del animal. Martinetes, cambios de mano, trincherillas y afarolados adornan la labor. Estoconazo en todo lo alto aunque trasero. DOS OREJAS

2º) José Tomás, vestido de azul marino y oro, arranca directamente su actuación por lentas chicuelinas, sin molestar apenas al animal, que se abre mucho en los capotes y mansea ostensiblemente en el primer tercio. No hay lucimiento en banderillas, cambiándose el tercio con sólo dos pares clavados. Empieza por estatuarios el torero, con pase por bajo y otro de pecho para rematar. Suena la música tras torear el diestro sobre la mano derecha, aunque al toro le falta fijeza, celo, clase y transmisión. A izquierdas el de Galapagar procura hacer romper al animal, pero la res, sin ritmo, imposibilita la brillantez. A base de quietud, valor y estoicismo, caldea el torero los ánimos del público por ese mismo lado, dejándose llegar los pitones a la misma taleguilla. Retorna a la diestra, muy vertical la figura, culminando con un cambiado por la espalda que termina de meter al público en la faena. Manoletinas finales, buscando siempre las vueltas al de Domingo Hernández y haciendo todo despacio. Se tiró derecho a matar, pero el acero quedó trasero y caído. En este capítulo, un desmayo aparentemente provocado por una lipotimia impidió que pudiera seguir desarrollando sus labores el asesor veterinario. OREJA

1º) Despacioso y templado saludo a la verónica de Padilla, que remata con revolera. Estuvo cerca de derribar el toro en el primer y único puyazo que tomó, recargando bien en el peto. El jerezano decide no banderillear, cumpliendo la cuadrilla con su cometido. El toro se apaga muy pronto en el último tercio, mostrándose reservón y a la defensiva, impidiendo cualquier atisbo de lucimiento al torero, que se va a por la espada y pincha. Silencio para el torero y pitos para el toro en el arrastre. SILENCIO

Badajoz, 25 de junio de 2012. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (2º y 3º), de juego desigual. Mejores 3º, 4º y 5º. JUAN JOSÉ PADILLA: Silencio y oreja tras aviso; JOSÉ TOMÁS: Oreja y dos orejas; y EL JULI: Dos orejas y dos orejas. Entrada: Lleno de "No hay billetes". La terna fue obligada a saludar tras el paseíllo.

No hay comentarios: