LA ESPADA IMPIDIO EL TRIUNFO EN MÉRIDA
Víctor Ramírez “Vitico”
Fotos:
Germán D´ Jesús CerradaLa sexta novillada sin picadores de la escuela taurina “Humberto Álvarez” de Mérida demostró que el público responde poco a poco a las iniciativas taurinas, pues la entrada mejoró ostensiblemente comparada con el domingo anterior, en tarde en la que el encierro de Los Aranguez de desigual e interesante comportamiento permitió ver los avances y detalles del sexteto de aspirantes que actuaron en la monumental “Román Eduardo Sandia”.
Abrió el festejo Jeyson Quintero “Finito de Mérida”, que lanceó con corrección a la verónica y banderilleó con más voluntad que acierto en unión de su compañero “Chico” Paredes. El novillo que empezó con recorrido y bondad, fue tornándose complicado a medida que avanzaba la faena de un voluntarioso “Finito” que abrió el trasteo con un ceñido pase cambiado, toreando bien en las dos primeras series con la mano derecha, con gusto y temple. De más a menos fue el trasteo del joven diestro, que dejó buenos detalles, además de un saber estar en la plaza importante. Tras una buena estocada dio la vuelta al ruedo con leve petición de oreja.
A por todas salió Francisco “Chico” Paredes que recibió con ajustada larga cambiada de rodillas a portagayola a su novillo, lanceando bien a la verónica, sufriendo al rematar una tremenda voltereta, enganchándolo el astado por el fajín, afortunadamente sin consecuencias. Se levantó sin mirarse el joven torero, para banderillear con voluntad con su compañero Alejandro Mejías. Con torería, sapiencia e inteligencia, Chico abrió la faena con pases por alto abriéndole los caminos al novillo como diría el maestro Emilio Muñoz. Bien colocado, con valor y muchos aciertos técnicos, Paredes corrió la mano con soltura ante un novillo noble, que tomó los engaños con raza y transmisión. No fue lo mismo por el pitón izquierdo “Nevado”, por lo que con buen criterio el diestro continuó toreando y bien con la mano derecha para cerrar con ajustadas manoletinas. Falló con la espada y saludó una fuerte ovación. Tuvo el detalle torero de no pegarse una vuelta al ruedo por su cuenta.
Mal lo pasó David Osorio ante el complicado y áspero tercero, al que recibió con dos ajustados faroles de rodillas, para recibir una tremenda paliza al ser arrollado por no sacar los brazos para lancear con el capote. El astado desarrolló mucho sentido, lo que sumado al poco oficio de Osorio, se tradujo en constantes volteretas. No volvió la cara ante el peligro el diestro que no pudo sacar un solo pase en condiciones. Eso sí se volcó con la espada y cobró una estocada de efectos fulminantes, para dar una vuelta al ruedo.
Juan Guillén se enfrentó a un complicado eral que no le dio ninguna facilidad. Animoso con el capote y dispuesto con la muleta, prácticamente nada pudo hacer el torero, que demostró valor, ganas y disposición. Como sus compañeros, Guillén nunca volvió la cara ante las volteretas, dejando a los aficionados con las ganas de verle de nuevo. Tras pinchar saludó una sincera ovación.
Con mucha voluntad y variedad salió Alejandro Mejías que recibió a su novillo con una larga afarolada de pie y verónicas bullidoras. Animoso y muy dispuesto, banderilleó sin brillo y toreó con emoción al mejor novillo de la tarde, que humilló y tuvo recorrido. Le faltó reposo a Mejías pero no las ganas de ser, lo primero se adquiere con rodaje y tiempo, lo segundo debe tenerlo el torero, lo cual en este caso quedó contrastado cuajando varios muletazos largos y buenos, otros más con el corazón, pero dando todo lo que tiene de momento. Su entrega fue ilimitada, lo cual se tradujo en volteretas, enganchones y ciertos desajustes ante un buen ejemplar. Tuvo la oreja en la mano pero tres pinchazos antes de una entera dejaron todo en vuelta al ruedo.
Debutó en público el becerrista Joselito Vázquez, representante de la escuela taurina de San Cristóbal, dejando una grata impresión. Lanceó muy bien a la verónica a su oponente y tuvo el torero detalle de brindar su faena al maestro de la escuela merideña, banderillero Fabián Ramírez y a sus compañeros de cartel. Sereno y en torero, Vázquez lidió con soltura a un deslucido añojo, que arrastraba los cuartos traseros y se paró en seco. No obstante se apreciaron cualidades en el muy joven aspirante que cuajó varios muletazos de buen trazo. Tras varios intentos con la espada escuchó una cerrada ovación.
Ficha de la novillada
Plaza de toros de Mérida. Domingo 10 de junio.
Sexta novillada sin picadores de la escuela taurina “Humberto Álvarez”.
Unas quinientas personas en tarde fresca, con llovizna a partir del tercer novillo.
Cinco erales y un añojo de Los Aranguez, bien presentados y de variado e interesante juego. Nobles primero y segundo, complicados y peligrosos tercero y cuarto. Bravo y encastado el quinto, sin duda el mejor y parado, tardo y soso el sexto.
Jeyson Quintero “Finito de Mérida”, de fucsia y oro con remates negros: Vuelta tras leve petición.
Francisco “Chico” Paredes, de verde esmeralda y plata: Saludos.
David Osorio, de lila y azabache: Vuelta.
Juan Guillén, de rosa y plata: Saludos.
Alejandro Mejías, de tabaco y azabache: Vuelta tras leve petición.
Becerrista Joselito Vázquez: Saludos.
Eficientes y acertadas las cuadrillas.
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