FESTEJO DE LOS NIÑOS TOREROS
OREJA
PARA SEBASTIAN IBELLES EN APIZACO
Fue una tarde interesante
Arturo Villanueva
Apizaco, Tlaxcala.- Este domingo se celebró el primer festejo de los niños toreros en la plaza Williulfo González de Apizaco, Tlaxcala en donde ante un cuarto de plaza se lidiaron ejemplares de diversas ganaderías que se prestaron para el lucimiento.
Sebastián Ibelles, cortó una oreja ante un ejemplar cardeno al cual le ha toreado suave y largo. Si bien señaló un pequeño pinchazo, dejó estocada entera que le valió la oreja.
Antonio Servín con un ejemplar de Salvador Rojas, mostró detalles muy toreros que a base de ir, uno a uno sacando los trazos, despertó el intéres del público quien agradeció su esfuerzo. Lamentablemente le jugó mal el acero y pincho y al final saludo en los medios.
Manolo Martínez, becerrista de Ciudad
Nezahualcoyolt, inició lanceando bien de capa a la verónica. Al cambiar su
capote por la zarga, apenas oficiaba y el eral le golpeó en la pierna izquierda
un golpe que le adormeció por lo que ya no pudo desarrollar la lidia. Al final
tras pinchar, recibió las palmas
José María Mendoza,
le toco un torno un ejemplar armado de cara que salió bravucon y terminó
huidiso. Si bien lanceo a la verónica he hizo un quite por chicuelinas, con la
muleta mostró su oficio y en un par de tandas ligo correctamente los muletazos,
antes de que el burel cambiará de lidia.Al final tras dos pinchazos por lo alto, descabelló y recibió una ovación en los medios.
Vino, después Emiliano Villafuerte “El Mozo” quien respaldado por sus maestros que salieron a colocarle a su ejemplar, realizó detalles muy pintureros que pusieron de ambiente al público.
De hecho recibió lanceando la véronica y hasta en tres ocaciones lo templo. Después hizo unas chicuelinas recortando el capote y dandole su toque personal.
Con la muleta citó de largo y en dos ocaciones realizó el pendulo y el olé se dejo sentir. Todo iba muy bien hasta que el becerro cambió su lidia también y empezo a huir por lo que le cortó trabajo sujertado y fijarlo. Finalmente tras pinchar da la vuelta al ruedo.
Cerró el festejo Julián Castro, quien recibe con una larga cambiada a su burel, para lancear posteriormente por chicuelinas. Decidió poner banderillas e invitó al novillero Claudio Montiel quien puso un par y Julián Castro, al quiebro coloca el otro.
Con la muleta cumple su labor que malogra con la espada al pinchar. Fuente:ciudad taurina
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