La Localidad de Palca fue Declarada Oficialmente Primera Ciudad Taurina de Perú

La Plaza de toros de Palca

Euro Mundo Global

Desde Buenos Aires escribe Carlos Estrada *

El distrito de Palca, zona andina del departamento de Junín, presuntamente a 2.650 metros sobre el nivel del mar, cercana a la alta selva, es la primera ciudad taurina por ordenanza municipal, fuerza de ley que protege las corridas de toros y declara que los festejos taurinos tienen “carácter cultural”, sin ceder a la permanente presión de defensores de los derechos de los animales a los que suponen pagados para poner trabas a los gobernantes.

Palca habría sido fundada el 4 de agosto de 1.778 por el marqués español don Domingo de Mena Hermoso, intendente de Tarma. Entre 1.779 y 1.946 se hacían capeos de toros en corrales y comenzó a cultivarse el arte; en 1.948 tuvo lugar el primer evento en la Plaza de Armas con “Trujillanito” y en 1.949 la segunda corrida de toros; en 1.952 debutó Adolfo Rojas “El Nene” toreando en Palca; en 1.953 “El Nene” intervino en un segundo duelo frente a un astado y entre 1.962 y 1.964 habrían construido la “Plaza de Toros Palca”.

Actuación del torero “El Nene”, año 1953

Parece que los opositores a las fiestas taurinas en Perú acaban de recibir un duro golpe.  Los organizadores de los eventos dicen que “los líderes de los grupos activistas antitaurinos lucran con las ONGs del extranjero que los financian y captan (voluntades) de autoridades”, para que sean prohibidas las corridas de toros.

Con la “valiente decisión” (sic) del alcalde peruano de Palca -aseguran los interesados en el negocio- “los animalistas a sueldo han despertado al león dormido”  y  a Concepción (Perú) y la Plaza de Bogotá (Colombia) donde están prohibidos estos espectáculos, “regresarán los toros cuando las caprichosas autoridades de turno se hayan ido”.

Sentencia el Tribunal Constitucional: “El arte del toreo (…) se ha interiorizado en la sociedad como una manifestación propia de nuestra cultura (…). La actividad taurina es una manifestación cultural traída con la conquista española e incorporada en nuestro acervo cultural por una afición de siglos, que se manifiesta en fiestas conmemorativas en Lima y diversas provincias del Perú" (textual).

Metas propuestas: “alentar a que todas las fiestas patronales donde hay corridas de toros (como en el caso de Pachaconas, Apurímac) sean declaradas por el Ministerio de Cultura como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación , lo que conlleve finalmente a una Declaración Nacional de que la Tauromaquia constituye en sí un Patrimonio Cultural Inmaterial del Perú” (textual).

¿Puedo criticar a un alcalde de Perú cuando en mi país la mayoría de los gobernantes permiten en todos los pueblos y ciudades crueles espectáculos públicos con equinos y bovinos?  En Buenos Aires las autoridades nacionales -igual las provinciales-  avalan las jineteadas de toros cebú y las denominadas "pialadas" que consisten en soltar caballos y vacunos de los corrales mientras varios hombres los esperan cerca y los acosan con lazos, en su carrera son atrapados por las manos y los animales caen de cabeza con violencia, muchas veces se desnucan o fracturan huesos, después en nombre de las prostituidas "tradiciones" se realizan campeonatos de salvajes jineteadas de caballos (formados rebeldes atados a palenques, golpeados con látigos y picaneados con electricidad en la boca), "incentivados" a corcovear mediante golpes de rebenques y piquetes de espuelas de pihuelos muy largos y estrellas (rodajas) con muchas puntas, lo que es difundido dos veces por semana por televisión de aire desde canal privado de línea oficialista y emisoras repetidoras de cable, para “educar” a los niños. Estos espectáculos dejarían mucho dinero en turismo y en trastienda a autoridades oficiales que irían prendidas (no generalizo); dolor animal que enriquece fácilmente a organizadores, criadores, industrias diversas, cadenas de hoteles y posibilita jugosas ganancias a insensibles jinetes de circo (mal llamados “domadores”), jueces de pista (léase: supuestos “conocedores”), peones, transportistas, veterinarios contratados, capataces y ayudantes de campo, tropilleros, palenqueros, artistas convocados y puesteros de artesanías criollas; eventos donde brilla la crueldad con sospechosa vista gorda de fiscales y jueces penales (se vulnera la Ley Nacional N° 14.346). Los animales que se amansan o se lesionan son enviados a mataderos para carne de consumo humano, posiblemente de exportación.

CARLOS ESTRADA *Periodista de investigación, dedicado a actividades ecuestres y entre otras cosas a asuntos de campo, proteccionista independiente con trayectoria pública desde 1970