Se trata de una sustituta veterana, con una
década de experiencia y que está entre las de mayor antigüedad en la
Audiencia de Sevilla.
Jorge Muñoz
La
juez sustituta Sagrario Romero Nevado será finalmente la encargada de
enjuiciar a partir del 12 de marzo al torero José María Ortega Cano por
el accidente en el que murió el vecino de Castilblanco de los Arroyos
Carlos Parra Castillo, hechos por los que el diestro se enfrenta a una
posible condena de cuatro años de cárcel.
La juez
Sagrario Romero se ha incorporado hoy mismo al juzgado de lo Penal
número 6 de Sevilla para sustituir a Trinidad Vergara Gómez, que ha
pedido su traslado al juzgado de Primera Instancia número 10. Según han
explicado fuentes judiciales, Sagrario Romero es una sustituta veterana
que lleva más de una década trabajando en la Audiencia de Sevilla y que
se trata de uno de los cinco jueces sustitutos con mayor antigüedad.
Hasta enero pasado estuvo cubriendo la vacante dejada por el actual juez
decano en el juzgado de lo Penal número 3, por lo que también tiene
experiencia en materia penal, han destacado las fuentes consultadas por
este periódico.
La vista oral contra el matador ha
sido señalada para los días 12, 13, 14, 15 y 19 de marzo, a partir de
las 10:00, y en la misma testificarán 30 personas, entre testigos,
guardias civiles y peritos que han examinado las circunstancias que
rodearon el accidente que tuvo lugar el 28 de mayo de 2011 en la
carretera A-8002, en el término municipal de Castilblanco de los
Arroyos.
La Fiscalía ha solicitado una condena de
cuatro años de prisión para el torero, al que imputa dos delitos contra
la seguridad vial, por conducir de forma temeraria y con una tasa de
alcohol de 1,26 gramos por litro de sangre -casi el triple de la
permitida- y otro de homicidio por imprudencia.
El
accidente se produjo sobre las 22:15, cuando el torero, que circulaba
en su Mercedes R-320, llegó a la altura del punto kilométrico 28,150, en
un tramo curvo a la derecha con "visibilidad reducida". El torero,
según el ministerio Público, perdió el control del vehículo e invadió
durante 60 metros el carril de sentido contrario, por el que circulaba
la víctima en un Seat Altea.
Para la Fiscalía,
Ortega Cano circulaba "en condiciones no apropiadas" para hacerlo,
debido a la "previa ingestión excesiva de bebidas alcohólicas que le
mermaban los reflejos necesarios para esta actividad, haciendo que su
conducción fuera irregular, realizando maniobras arriesgadas para él
mismo y los demás usuarios de la vía".
El
Ministerio Público considera que Ortega Cano circulaba a 125,2
kilómetros por hora en el momento del impacto, una velocidad superior a
los 90 kilómetros que estaban permitidos en esa vía, y concluye que el
torero no realizó ninguna maniobra para esquivar al otro coche, ya que
"no existe ningún indicio de corrección de la trayectoria por parte del
acusado".
El principal debate jurídico que se
planteará en el juicio guarda relación con la validez de la prueba de
alcoholemia practicada al acusado sobre unas muestras de sangre que se
le extrajeron para fines terapéuticos en el hospital y que la defensa
considera que son nulos por los posibles fallos en la cadena de custodia
de la muestra. Fuente: Diario de Sevilla
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