Fortunato González da su opinión sobre la Feria del Sol 2013
Responde al aficionado taurino Acasio Sandia Scheuren
Apreciado amigo:
Comparto, en líneas generales, la apreciación que
tienes de las corridas efectuadas en el marco de la Feria del Sol, que
se corresponden con el tipo de feria que tenemos, tan merideña, desde
que salió al ruedo el primer astado hace más de cuarenta años. Se trata
de un ferial alegre, juvenil, divertido en el que la gente va a la plaza
en parte a ver toros y en parte a pasarla bien. La mayoría del público
aprecia una buena corrida porque percibe los momentos en que hay arte y
peligro, pero ni es muy exigente ni se trata de un cónclave de eruditos.
Los hermanos Rodríguez Jáuregui han ofrecido unos carteles que
satisfacen este heterogéneo público.
La feria se sostiene sobre tres pilares: Una empresa que ofrece
buenos espectáculos, una organización en la que comparten
responsabilidades la empresa, Corealsa, la Comisión Taurina y Ferisol.
Siempre ha habido entendimiento entre estas partes aunque no haya sido
fácil.
Lo más difícil ha sido el cumplimiento de las normas que se
refieren a los toros, dificultad que es común a todas las plazas de
Venezuela por varias razones. Los ganaderos mantienen en reserva la
fecha de nacimiento de sus animales, con lo cual el control de la
autenticidad de la edad queda al examen postmortem, siempre inexacto.
Sólo una Ley nacional o el acuerdo ético de los ganaderos puede resolver
este asunto. Ni uno ni lo otro se ha podido lograr. El peso, el estado
de salud y el trapío si son objeto de examen por parte de la Comisión
Taurina y aquí entran en juego diversos mecanismos perversos que son en
su conjunto un chantaje contra las normas y la autoridad taurina. Ésta
se encuentra entrampada por la amenaza de toreros, sobre todo españoles,
que dicen no torear ciertas ganaderías e incluso ciertos toros. Frente a
esta amenaza siempre se ha impuesto la autoridad de la Comisión al
menos en mi experiencia de años cercano a la organización de las
corridas. También por lo que traen los ganaderos o compra la empresa y
allí están: los toros en los corrales y la Comisión observando y viendo
cómo algunas veces llegan reces que no saben como tuvieron el coraje de
embarcarlos para nuestra plaza, por su bajo peso, su estado de salud o
su trapío, indignos de Mérida. Entonces viene el tema de que no hay
toros para reemplazarlos y la amenaza de que no haya corridas, que no se
ha podido llegar a ese extremo porque la propia Comisión, en su afán de
velar por el interés general, prefiere sortear las exigencias
reglamentarias y dar la corrida a pesar de los remiendos. Tendría que
darse una coincidencia entre el Alcalde, el Gobernador, Corealsa y la
Comisión y tomar la decisión de suspender un festejo para sentar un
precedente. Los toristas estarían felices, pero...¿Se puede decir lo
mismo del gran público que ha pagado sus entradas? Es fácil decirlo pero
ejecutarlo no tanto y lo digo con la experiencia de haber sido
Administrador de la Ciudad, Alcalde, miembro de la Comisión Taurina y
ahora delegado del Alcalde para asuntos taurinos.
Lo cierto es que tenemos nuestro feria más seria
unas veces y más permisiva otras según las circunstancias, mucho mejor
en todo caso que otros feriales en los que no cabe la crítica,
simplemente porque las corridas o no sometidas a normas o donde se
aplican particularidades muy específicas de cada lugar. ¿Que el
presidente juzga mal cuando otorga o no una oreja? Eso es posible porque
errar es de humanos, pero creo que en general los premios siempre han
estado dentro de un rango de valoración lógica, más para unos exigentes,
menos para otros no tanto.
Los destinatarios de este correo seguramente han ido
a Madrid, a Sevilla, a Nimes, a Málaga, a Manizales, a Quito, a México o
a Granada. Nuestra feria no puede ser como la de Madrid porque hace
años estaría la plaza sin público; se parece a las de México, pero
tampoco es tan permisiva como Granada, para señalar una destacada de
España. Nuestro ferial es como es y se debe tratar de ser riguroso con
la edad, el trapío y el peso del ganado; con la calidad de los toreros
contratados; con instruir al público sobre el arte taurino para que
aprecien lo que ocurre en el ruedo. Se puede poner más orden en
estacionamientos, accesos, comodidad, etc. Son años de experiencia que
de algo sirven. Ojalá coincidan la nueva directiva de Corealsa, el
gobernador, el alcalde y los concejales que resulten electos en
los comicios de julio, los comunicadores sociales y por supuesto la
Comisión Taurina, con una empresa que asuma los compromisos de elevar la
calidad de las ferias sobre todo en el tema de la presencia del toro:
encastado, con trapío, edad y peso, digno de un ferial con más de 40
años de existencia. Me consta el esfuerzo colectivo sobre todo de una
Comisión que se puede y debe criticar, pero jamás dudar de su honestidad
y del más estricto respeto a la ética.
La Feria debe ir a más, y de allí el compromiso de todos los
taurinos para que aportemos lo mejor en beneficio común de la mejor
feria de Venezuela. Gracias a Dios San Cristóbal nos pisa los talones,
para que nos sirva de incentivo a quienes tenemos alguna
responsabilidad, entre estos anoto en primer término a la Asociación
Taurina de Mérida.
Saludos
Fortunato
* Notiferias En El
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