El salmantino emocionó ante el segundo por su firmeza y serenidad; Notable el tercer toro de la tarde, “Aviador”, el mejor de una complicada corrida de Adolfo Martín
Jorge Casals
El sexto se arrancó con alegría al picador que,
aunque lo citó muy torero, estuvo desafortunado a la hora de dejar caer
el palo. Voluntad sin lucimiento la de David Esteve a un toro parado,
que nunca rompió adelante y se quedó en los tobillos del torero. Mató de
una estocada caída.
El quinto, un toro serio y bonito de hechuras, se empleó en el caballo con fijeza en dos encuentros, empujando abajo con una clase que luego no desarrolló en la muleta, siempre quedándose a mitad de recorrido y agarrado al piso. Esta vez, Eduardo Gallo optó por abreviar tras comprobar que era imposible el lucimiento.
Antonio Ferrera le buscó las vueltas con oficio a un toro que nunca acabó de emplearse y que se vino a menos en la faena. Variado se mostró el torero en banderillas, destacando en un par al quiebro pegado a tablas. Con la muleta lo intentó sobre ambas manos, mejor estuvo sobre el pitón izquierdo, con naturales largos pero muy poco embraguetados. Mató de una estocada entera que cayó trasera porque el toro perdió un poco las manos.
El tercer toro de Adolfo Martín demostró sus buenas condiciones desde que salió de toriles, siempre humillando y desplazándose en los capotes, condiciones que aprovechó David Esteve para torearlo muy bien a la verónica. Buena la media de remate. Acudió al caballo en dos ocasiones, arrancándose alegre en el segundo encuentro. Mal picado por el varilarguero. Toro importante este “Aviador”, con mucha fijeza, temple y lo mejor de todo, recorrido, lo que permitió al torero alargar los muletazos. Había que estar muy firme y tapado con el toro, que en cuanto veía la posibilidad se colaba peligrosamente por los adentros. Al final de la faena tuvo el defecto el toro de salirse desentendido del muletazo y tuvo David que buscar siempre el pitón contrario. El de Rafelbunyol, que torea muy poco, estuvo con ganas y toreó con determinación aunque no acabó de redondear. Mató al segundo intento de una estocada baja y un golpe de cruceta. Se le pidió la oreja al valenciano, que no fue concedida. El toro fue ovacionado alarrastre.
Gallo se la jugó de verdad ante el segundo de la tarde, un adolfo que tuvo como virtud la humillación, pero de corto recorrido, rebosándose con agilidad a cada muletazo. Valor sereno y seco del salmantino, del de verdad, para torear. Muy asentado de planta en todo momento tragó lo suyo cuando el toro se le quedaba a mitad del muletazo, lanzando algún derrote feo y traicionero. Faena que mantuvo en vilo al público. Bien Gallo, que supo entender al toro. Mató de una estocada desprendida al segundo intento y se le escapó el premio.
El primero fue un toro serio de Adolfo Martín al que Antonio Ferrera recibió muy bien de capote, genuflexo, intentando siempre romper hacia adelante la embestida de un toro que se metía por dentro. Ceñido quite por chicuelinas de Eduardo Gallo, de ¡huy! más que de ole. Bien Ferrera con los palos, ganándole la cara con facultades a un toro que recortaba el viaje. Peligroso el toro en la muleta, sin romper adelante, embistiendo con la cara alta, sin entrega y sabiendo en todo momento donde estaba el torero. El extremeño lo intentó por ambos pitones. Muleteo en la cara antes de cazarlo en una estocada caída, que precisó del descabello.
Valencia. Feria de Fallas. Martes 12 de marzo de 2013. Toros de Adolfo Martín. ANTONIO FERRERA: Silencio y silencio tras aviso; EDUARDO GALLO: Ovación con saludos y silencio; DAVID ESTEVE: Vuelta al ruedo tras aviso y silencio. Entrada: Un tercio
El quinto, un toro serio y bonito de hechuras, se empleó en el caballo con fijeza en dos encuentros, empujando abajo con una clase que luego no desarrolló en la muleta, siempre quedándose a mitad de recorrido y agarrado al piso. Esta vez, Eduardo Gallo optó por abreviar tras comprobar que era imposible el lucimiento.
Antonio Ferrera le buscó las vueltas con oficio a un toro que nunca acabó de emplearse y que se vino a menos en la faena. Variado se mostró el torero en banderillas, destacando en un par al quiebro pegado a tablas. Con la muleta lo intentó sobre ambas manos, mejor estuvo sobre el pitón izquierdo, con naturales largos pero muy poco embraguetados. Mató de una estocada entera que cayó trasera porque el toro perdió un poco las manos.
El tercer toro de Adolfo Martín demostró sus buenas condiciones desde que salió de toriles, siempre humillando y desplazándose en los capotes, condiciones que aprovechó David Esteve para torearlo muy bien a la verónica. Buena la media de remate. Acudió al caballo en dos ocasiones, arrancándose alegre en el segundo encuentro. Mal picado por el varilarguero. Toro importante este “Aviador”, con mucha fijeza, temple y lo mejor de todo, recorrido, lo que permitió al torero alargar los muletazos. Había que estar muy firme y tapado con el toro, que en cuanto veía la posibilidad se colaba peligrosamente por los adentros. Al final de la faena tuvo el defecto el toro de salirse desentendido del muletazo y tuvo David que buscar siempre el pitón contrario. El de Rafelbunyol, que torea muy poco, estuvo con ganas y toreó con determinación aunque no acabó de redondear. Mató al segundo intento de una estocada baja y un golpe de cruceta. Se le pidió la oreja al valenciano, que no fue concedida. El toro fue ovacionado alarrastre.
Gallo se la jugó de verdad ante el segundo de la tarde, un adolfo que tuvo como virtud la humillación, pero de corto recorrido, rebosándose con agilidad a cada muletazo. Valor sereno y seco del salmantino, del de verdad, para torear. Muy asentado de planta en todo momento tragó lo suyo cuando el toro se le quedaba a mitad del muletazo, lanzando algún derrote feo y traicionero. Faena que mantuvo en vilo al público. Bien Gallo, que supo entender al toro. Mató de una estocada desprendida al segundo intento y se le escapó el premio.
El primero fue un toro serio de Adolfo Martín al que Antonio Ferrera recibió muy bien de capote, genuflexo, intentando siempre romper hacia adelante la embestida de un toro que se metía por dentro. Ceñido quite por chicuelinas de Eduardo Gallo, de ¡huy! más que de ole. Bien Ferrera con los palos, ganándole la cara con facultades a un toro que recortaba el viaje. Peligroso el toro en la muleta, sin romper adelante, embistiendo con la cara alta, sin entrega y sabiendo en todo momento donde estaba el torero. El extremeño lo intentó por ambos pitones. Muleteo en la cara antes de cazarlo en una estocada caída, que precisó del descabello.
Valencia. Feria de Fallas. Martes 12 de marzo de 2013. Toros de Adolfo Martín. ANTONIO FERRERA: Silencio y silencio tras aviso; EDUARDO GALLO: Ovación con saludos y silencio; DAVID ESTEVE: Vuelta al ruedo tras aviso y silencio. Entrada: Un tercio
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