Carlos Bueno
Inicia su temporada número 24 como matador de alternativa y, aunque afirma sentir cada vez más presión, sigue tan ilusionado como el primer día. Le motiva especialmente poder cortar un rabo en Valencia, su casa, la tierra que le quiere tanto como le exige. ¿Será el próximo martes?
¿Qué tiene de especial anunciarte en esta feria de Fallas?
El próximo martes voy a cumplir 23 paseíllos consecutivos el día de San José, que es el día grande de Valencia. Anunciarse en esa fecha es lo más bonito para cualquier valenciano, y como tal para mí.
Su abuelo Leandro acaba de cumplir 100 años ¿Espera poder dedicarle un triunfo señalado?
Siempre que salgo a una plaza lo hago con la mentalidad de lograr un gran éxito. Pero en esta ocasión es verdad que me gustaría especialmente conseguir un gran triunfo para dedicárselo a mi abuelo por su centenario. Sería lo más bonito.
¿Cree que sería posible cortar el rabo que tanto anhela en Valencia?
Soy consciente de que es muy difícil, aunque no creo que sea imposible. Con esa ilusión haré el paseíllo. De hecho lo he tenido en la mano en un par de ocasiones, pero el fallo con la espada me impidió cortarlo.
¿Le preocupa que, salvo el pasado sábado, las primeras corridas de la feria no hayan embestido, o por tratarse de otros encastes no tiene nada que ver con lo que usted lidiará?
Me preocupa como aficionado. Aunque divisas como las de Miura o Adolfo parece que no hayan evolucionado, que su comportamiento continúe siendo el de principios de siglo XX, merecen todo el respeto por lo que significan para la diversidad de comportamientos y de mantenimiento de líneas genealógicas. Y a pesar de que se esperaba más de otras, como la de Alcurrucén, no se puede juzgar el momento de una ganadería por el juego que haya dado una tarde, y más hoy en día que no mantienen una regularidad, ni si quiera a corto plazo. De hecho en una misma corrida del mismo hierro te puede salir el mejor toro de tu vida y también el más malo. Eso antes no sucedía, había más equilibrio. De todos modos yo mantengo la esperanza para el día 19. Como siempre se ha dicho: "los buenos estarán en el campo".
¿Y le inquieta que la crisis haya incidido tanto en la falta de asistencia a la plaza, también salvo el pasado sábado?
Aunque ya se podía prever me preocupa muchísimo. Y más porque lamentablemente hay quien tiene que hacer milagros para llegar a fin de mes y poder comer. Ahora la gente reduce al máximo sus gastos en ocio y selecciona mucho la corrida que va a ver. Pero parece que a partir del fin de semana, con la llegada de las figuras y las fechas más pegadas a los festivos, la venta de entradas se ha animado.
¿Cuál va a ser el planteamiento de esta temporada 2013?
Espero que sea una buena campaña. Las últimas corridas que toreé en América me encontré muy bien, mi preparación en el campo está siendo minuciosa y estoy con la moral muy alta. Pero, dentro de mi responsabilidad que asumo plenamente, la idea es seleccionar las plazas y actuar en unas 35 ó 40 corridas, entre las que estarán ferias importantes que han marcado mi carrera.
A pesar de encontrarte en una situación diferente a la de hace años, digamos que estás "al otro lado", ¿sigue saliendo presionado a la plaza?
Sí, mucho, cada vez con más presión, no sé por qué. Me hace el efecto que la siento más ahora que cuando empezaba. Quizá porque sé que la gente espera mucho de mi. Pero la verdad es que eso también me motiva.
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