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CARA a cara con el toro, una cita inminente. (FOTO: JUAN RAMOS) |
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
EL novillero César Ibelles cuenta las horas para su alternativa, el próximo 18 en Jiquilpan, Michoacán, donde llevará de padrino a Arturo Macías y de testigo al rejoneador Rodrigo Santos, ante ganado de Alfonso Cuevas. Para el próximo jueves ofrecerá una rueda de prensa en el restaurante Don Rodolfo, de esta capital, para hablar sobre este tema ante los medios informativos.
"Estoy consciente de que es un paso muy importante, es el fin de una etapa y el comienzo de una nueva más relevante. Me parece que mi carrera como novillero ha sido constante, estuve en estas filas cuatro años y en total toreé 47 novilladas; quizás pudieron haber sido más, sólo que muchas de las que pudieron haber sido repeticiones las perdí por mis fallas con la espada al no cortar las orejas", recuerda César.
Ha sido fundamental el apoyo de su padre, el aficionado práctico, ex novillero, empresario taurino y apoderado, don Raúl Ibelles, quien sabe perfectamente lo difícil que es esta carrera y que sin su apoyo las cosas no hubieran marchado para que César llegara al doctorado.
"La meta es aún mayor -apunta don Raúl- apenas alcanzamos un escalón y nos falta lo más complicado, que es llegar a consolidarse. Me ilusiona mucho este proyecto porque él siempre ha ambicionado ser torero y tomar la alternativa. A mí me encanta la fiesta brava, y verlo que está destacando en esta profesión me llena de gusto".
Señala Raúl que César ha desarrollado una técnica muy buena, "esto le ha permitido poderle a los toros de una manera importante, es por ello que lo veo preparado para la alternativa. En ultimas fechas ya lo veíamos sobrado con los novillos, ya pedía el toro grande", subraya Raúl.
"Como todo, el inicio de una alternativa es muy difícil, confiamos en que las empresas nos den la oportunidad y que siga toreando en provincia hasta que cuaje y pueda llegar a las grandes plazas para convertirse en una figura del toreo", agregó el padre de César. El novillero estuvo dos meses y medio sin torear debido al percance que sufrió en la pasada temporada de novilladas de la Plaza México, donde se dañó el ojo derecho; le quedaron algunas secuelas, ya que ve doble por la extrema derecha, sin embargo, considera que esto no es ningún impedimento para torear. Y hasta cierto punto, el torero ha tenido suerte de que los toros lo respeten, ya que no cuenta con una sola cornada.
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