Rogelio Pérez Cano, médico personal del diestro, analiza la evolución del torero
«Los pasos son los correctos, la herida quirúrgica cicatriza correctamente y el torero está en su casa, en Málaga, reposando, aún es temprano para hablar de su evolución de manera precisa, pero creo que en 15 días ya se podrá establecer una valoración concreta de los plazos, que al tratarse de un hueso y no de una cornada son inamovibles», explica el médico personal del diestro de Galapagar, que «no podrá tampoco apoyar el pie hasta mediados de abril».
Pese a ello, José Tomás ya debería estar «en principio
listo para torear para julio», puesto que «las seis u ocho semanas parado antes
de comenzar con la rehabilitación, de otro mes más, son seguras». No obstante,
tantas semanas en el dique seco «no tienen que interferir en su planteamiento
de esta campaña, porque en media temporada caben perfectamente sus cinco o seis
festejos, acontecimientos, que como en años anteriores tiene previsto afrontar
en 2013».
«Las horas después del percance lógicamente estaba muy
disgustado, porque a nadie le gusta tener un percance así, pero desde la obvia
contrariedad, volvió a demostrar que, frente a estas situaciones, rápidamente
se viene arriba, anímicamente no se hunde, sino todo lo contrario», analizó
Pérez Cano sobre el estado de un José Tomás del que destaca «una gran virtud
como paciente: su capacidad para absorber todo lo que viene; lo asimila y se adapta
a la realidad». Fuente: La Razón digital
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