FERIA DE SAN ISIDRO
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| (Foto: Javier Arroyo) |
El madrileño corta una oreja a su primero y da una vuelta al ruedo en el sexto
APLAUSOS
El segundo fue otro toro serio, que salió suelto y
manseó en los primeros tercios. Alberto Aguilar se dobló con él en el
arranque de faena. Muy torero. Claridad de ideas en el planteamiento del
madrileño que se mostró muy decidido, firme y asentado. Meritorio todo
lo que hizo el torero, que logró naturales de enorme calidad y categoría
a un toro desclasado y nada fácil. Mató de una estocada entera y paseó
un trofeo. El cuarto no sirvió. Manso y descastado, embistió con mal
estilo y genio. Aguilar se puso por ambos lados, recibiendo incluso un
pitonazo en la mejilla derecha. Sin opciones para el madrileño.
Con la puerta grande medio abierta, Aguilar salió a por todas en el sexto. De rodillas con una larga lo recibió para lancear con gusto a la verónica. Galleó por chicuelinas para llevar al toro al caballo, que derribó en el primer encuentro al varilarguero. Brindó al público y desde los medios lo citó en una primera serie sobre la diestra importante. Inteligente el torero, dio tiempo al toro entre muletazo y muletazo, para cuajar naturales largos y muy templados. Enganchados siempre y hasta el final. La faena creció de nuevo a derechas, en muletazos de mano baja y ligados. Mató de una estocada desprendida tras pinchazo y se le pido con fuerza la oreja que el palco negó. Dio una vuelta al ruedo.
El colorado que hizo tercero resultó deslucido y sin clase y puso en apuros a los banderilleros. No perdonó el quite Aguilar a lo que contestó Capea por chicuelinas. Bajo de casta, no se empleó nunca y llevó la cara alta en todo momento. El salmantino lo intentó sin mayor lucimiento. El quinto fue el toro de mejor condición de los lidiados hasta ese momento. Humilló de salida y también en la muleta donde embistió con ritmo aunque le faltó fondo. Lo aprovechó Capea en dos series sobre la diestra, corriendo con templanza la mano. La faena bajó el nivel a medida que el toro se afligió. Silencio.
El
confirmante José Ramón García "Chechu" cayó herido por el primero de la
tarde, un toro bajo, serio, astifino y bien armado. Cuartelero resultó
manejable aunque descastado y sin fondo. Reservón y muy parado, el toro
le sorpendió y fue volteado. Tras la cogida se desplomó y fue llevado a
la enfermería donde fue intervenido de una cornada en el muslo izquierdo
de 25 centímetros.
Madrid, domingo 26 de mayo de 2013. Toros de Montealto, desiguales de hechuras y juego. Quinto, de buena condición pero sin fondo. EL CAPEA: Silencio en ambos; ALBERTO AGUILAR: Oreja, silencio y vuelta al ruedo tras fuerte petición; CHECHU, que confirma alternativa: Herido en su primero. Entrada: Tres cuartos.
Parte médico: "Herida por asta de toro en cara posterior del muslo izquierdo con una trayectoria de 25 cm hacia dentro y arriba y que causa destrozos en isquiotibiales, contusiona el nervio ciático y el fémur y alcanza músculo crural. Pronóstico grave que impide proseguir la lidia. Trasladado a la Clínica La Fraternidad".
Con la puerta grande medio abierta, Aguilar salió a por todas en el sexto. De rodillas con una larga lo recibió para lancear con gusto a la verónica. Galleó por chicuelinas para llevar al toro al caballo, que derribó en el primer encuentro al varilarguero. Brindó al público y desde los medios lo citó en una primera serie sobre la diestra importante. Inteligente el torero, dio tiempo al toro entre muletazo y muletazo, para cuajar naturales largos y muy templados. Enganchados siempre y hasta el final. La faena creció de nuevo a derechas, en muletazos de mano baja y ligados. Mató de una estocada desprendida tras pinchazo y se le pido con fuerza la oreja que el palco negó. Dio una vuelta al ruedo.
El colorado que hizo tercero resultó deslucido y sin clase y puso en apuros a los banderilleros. No perdonó el quite Aguilar a lo que contestó Capea por chicuelinas. Bajo de casta, no se empleó nunca y llevó la cara alta en todo momento. El salmantino lo intentó sin mayor lucimiento. El quinto fue el toro de mejor condición de los lidiados hasta ese momento. Humilló de salida y también en la muleta donde embistió con ritmo aunque le faltó fondo. Lo aprovechó Capea en dos series sobre la diestra, corriendo con templanza la mano. La faena bajó el nivel a medida que el toro se afligió. Silencio.
El
confirmante José Ramón García "Chechu" cayó herido por el primero de la
tarde, un toro bajo, serio, astifino y bien armado. Cuartelero resultó
manejable aunque descastado y sin fondo. Reservón y muy parado, el toro
le sorpendió y fue volteado. Tras la cogida se desplomó y fue llevado a
la enfermería donde fue intervenido de una cornada en el muslo izquierdo
de 25 centímetros.Madrid, domingo 26 de mayo de 2013. Toros de Montealto, desiguales de hechuras y juego. Quinto, de buena condición pero sin fondo. EL CAPEA: Silencio en ambos; ALBERTO AGUILAR: Oreja, silencio y vuelta al ruedo tras fuerte petición; CHECHU, que confirma alternativa: Herido en su primero. Entrada: Tres cuartos.
Parte médico: "Herida por asta de toro en cara posterior del muslo izquierdo con una trayectoria de 25 cm hacia dentro y arriba y que causa destrozos en isquiotibiales, contusiona el nervio ciático y el fémur y alcanza músculo crural. Pronóstico grave que impide proseguir la lidia. Trasladado a la Clínica La Fraternidad".
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