viernes, 16 de agosto de 2013

¡ARTÍFICES DEL ENGAÑO!

OPINIÓN TAURINA
Óscar López Gamboa*

La historia de la Fiesta de los Toros desde sus inicios hasta la fecha, aunque espectacular y hermosa desde siempre, tristemente ha sido “truculenta” en perjuicio y  detrimento de ella misma, cómo de sus más importantes benefactores es decir los aficionados de ayer, hoy y del futuro por cierto éste, para nada halagüeño hasta que ésta sé dignifique con la verdad y honradez con que nació pues, de lo contrario; definitivamente desaparecerá gracias a los engaños y fraudes que perpetúan de manera sistemática en ella, sus principales protagonistas como lo son: los toreros, los ganaderos, los empresarios  autoridades de plaza a quienes les sirven eficientemente en sus fines deshonestos, muchos que se dicen críticos y comentaristas taurinos, así como algunos emporios mediáticos que  aplauden éxitos de oropel y ocultan artificiosamente el engaño”  con que alcanzaron aquel triunfo inmerecido, mediante el entero de contra-prestaciones económicas por los servicios prestados.

Cuando las corridas de toros por decreto real pasaron a formar parte y distracción del pueblo, de manera arbitraria y conveniencia de los primeros toreros que cobraron fama y cartel, dichos diestros, escogían los mejores y más cómodos toros en tamaño y cornamenta que posteriormente lidiarían supuestamente, para asegurar sus triunfos dejando en desventaja a los demás alternantes quedándose estos últimos, con lo que no gustaba a aquellas primeras figuras primitivas del toreo dejando entonces puede decirse, las sobras del pastel para el resto de sus alternantes. A raíz  de ésa ventajosa y mala costumbre, nació por necesidad, el sorteo de los toros, para terminar con aquella desigualdad profesional que hasta hoy en día, se sigue poniendo en práctica entre algunas figuras consagradas que ponen como condición de alternar con algunos toreros, escoger sus toros previo acuerdo con ganaderos y empresas, hecha por sus administraciones y los toros restantes, para sus alternantes. Y ejemplos de esos hay muchísimos aquí y allá y, todo mundo callado empezando con los medios.

De la misma manera siempre ha habido empresarios que han y tienen, el control de varias plazas de toros y por consiguiente, establecen un monopolio para someter a sus ventajosas y deshonestas pretensiones a la mayoría de los toreros y ganaderos, con contadísimas excepciones de dicho duplo, que por dignidad y respeto a sí mismos, no sé arrodillan ante esos  nefastos mercaderes de oficio.
Lo anteriormente expuesto, viene a guisa por lo sucedido en España, en días pasados en la plaza de Huelva, donde actuaron en mano- a mano, El Juli y Manzanares, con reses de Núñez del Cuvillo, demasiadas chicas y débiles al grado que devolvieron una de ellas a los corrales y los aficionados abroncaron fuertemente a ambos toreros, ganadero y a las autoridades de plaza qué, en contubernio con los apoderados de los diestros, autorizaron reses que debieron haber rechazado. Esa plaza es considerada de segunda clase y precisamente es por ello, que los toreros y toda la  camarilla coludida con esos fraudes, hacen lo que les viene en gana con la indefensa afición de Huelva. Lo mismo está sucediendo en otras plazas ibéricas catalogadas de segunda y no se diga de tercera; dónde les dan “gato por liebre” a los aficionados a ciencia y paciencia de aquellas autoridades, con estos mismos toreros y otros más que los acompañan del tristemente célebre G-10, que precisamente comanda El Juli.

Flaco y pésimo favor le está haciendo este torero, a la fiesta de los toros qué según él, está defendiéndola de los “antis” con la verdad y honestidad que está haciendo creer a la gente, existe en dicho espectáculo, promoviendo conferencias de prensa en pro de la fiesta, dando clases didácticas entre niños de lo que es el toreo y subvencionado hasta el 50% del costo de las entradas, en algunas plazas y así como él también otros diestros del mismo grupo, han hecho lo propio sumándose según ellos, a ésa cruzada en defensa de las corridas de toros; pero sin hacer a un lado sus “triquiñuelas y embustes” , para salir a torear lo mejor “aviados” posible y arriesgar el físico lo menos posible.

Haciendo una reflexión sobre las trampas que llevan a cabo muchas de esas figuras allá en su propio país con mucha ira y frustración, tengo que reconocer que aquí en nuestro México, cada vez que vienen a torear, nos engañan impunemente con mayor libertad y empacho que como allá lo hacen, protegidos principalmente por las empresas y ganaderos que literalmente se inclinan por no decirlo de otra manera más impronunciable ante ésas figuras, con tal de que se dignen a torear en sus plazas y lidiar sus reses respectivamente, cumpliendo vergonzosamente todas sus deshonestas exigencias. Y de los jueces de plaza y prensa nacional están en la misma tesitura de entreguismo y servilismo a cambio, sí bien les va, de una invitación a cenar o decirles simplemente gracias.

Mencionar los nombres de esos toreros extranjeros y también mexicanos tramposos como también empresas y ganaderos, que ha habido y hay, resultaría hasta ocioso pues, es sabido por todos los aficionados de  allá, aquí y acullá, quienes fueron y son y, todas las fechorías que hacen e hicieron a lo largo de sus carreras es por ello que ahora, sí lo expreso con harta rabia pues, estoy hasta la “MADRE”  ; con respeto sea dicho  porqué  estos “filibusteros” de la fiesta de los toros, están acabando con ella lentamente sin importarles en lo absoluto, que ésta desaparezca al fin y al cabo, ellos ya tienen bien forradas de dinero las alforjas, con el producto de sus hurtos.

Recientemente y de manera atinada lo dijo el empresario español “CHOPERITA”.

¡ESTO SÉ ACABA!

Es todo por hoy y hasta la próxima, sí el Divino Creador lo permite.
Agosto 16/2013.
*Ex Juez de plaza Calafia y comentarista de Grupo Radiorama.

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