sábado, 10 de agosto de 2013

Percance de Morante y triunfo de Ponce en Huesca

FERIA DE SAN LORENZO

(Foto: Julián López)

El de La Puebla sufre una extensa herida en la parte interna del muslo izquierdo tras quedar colgado largo rato del pitón y el valenciano pasea cuatro orejas

Íñigo Crespo
Morante de la Puebla ha sido corneado por el segundo toro del festejo que se ha celebrado esta tarde en Huesca. El animal prendió al torero cuando éste epilogaba su labor toreando sobre el pitón izquierdo, suspendiéndole largo rato en el aire y provocándole una cornada en la parte interna del muslo izquierdo. Durante su traslado a la enfermería, el sevillano iba tapándose con sus manos la herida. El de Gerardo Ortega fue un toro noble y manejable al que le faltaron finales, quedándose debajo de las zapatillas del torero y metiéndose por dentro en el momento del percance. Despachó Ponce al toro, pero como Morante lo estaba cuajando, El Lili paseó una oreja en nombre de su jefe de filas.


Tras el percance, Enrique Ponce se enfrentó en solitario a la corrida, cortando las orejas del tercer y quinto toro. El manejable tercero tuvo buena condición. Fue noble aunque bajo de raza y sin terminar de rebosarse. Ponce lo entendió magistralmente, tirando de técnica, conocimientos y temple en su toreo por ambos lados. Hubo elegancia y reposo en una labor en la que el toro no enganchó ni una vez el engaño. Puso mucho el valenciano, que mató de una gran estocada y fue premiado con el doble trofeo.

Ante el quinto, noble y manejable, cuajó una faena impecable de técnica, primor y entrega. Todo a favor del toro. Ligó los muletazos de uno en uno en un palmo de terreno, con temple y suavidad. Dio muchas ventajas al toro, exprimiéndolo con inteligencia y soberbia ambición, llegando a echarse de rodillas en el tramo final. Mató de estocada y cortó otros dos trofeos.


Otro faenón logró ante el cuarto, un buen toro. Toreó con ligazón, reunión, temple y compostura. A placer el de Chiva, que imprimió profundidad a sus muletazos. Excelente resultó su toreo en redondo sobre la diestra. Inspirado y a gusto. Puso a la plaza en pie. Coronó todo con ayudados finales, torerísimos, pero dos pinchazos impidieron el triunfo.

Cerró plaza un burel noble y manejable con el que Ponce volvió a realizar una enjundiosa faena. El maestro dio tiempos, llenó la escena y firmó series ligadas de superior estética frente a un público muy volcado.


Labor variada, templada, de mucho pulso. Belleza en todo. Hizo incluso la poncina, concluyendo con trincherillas de cartel. Pinchazo tras recitar en la suerte de recibir y media estocada. Hubo saludos.
El primero fue un toro bajo y armónico, pero descastado, aplomado y flojo. Con el deslucido animal, parado y sin alma, Ponce no tuvo opciones. Faena repleta de mimo y paciencia, pero sin lucimiento posible.

Huesca, 10 de agosto de 2013. Primera de la Feria de San Lorenzo. Toros de Gerardo Ortega. Enrique Ponce: Silencio, dos orejas, saludos, dos orejas y saludos; y Morante de la Puebla: Oreja que pasea su cuadrilla. Entrada: Lleno.

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