«Los novilleros suspendieron la corrida
porque cogieron miedo a los toros. Decían que eran muy grandes. Les entró un
pánico terrible nada más verlos. Y yo les dije: ¿Vosotros qué sois albañiles o
toreros? ¿No queréis ser toreros? Pues a torear». Así de indignado y molesto se
mostraba ayer Luis Miguel Martín Alonso, el responsable de la Ganadería Hermanos
Martín Alonso, de Valladolid, después de que sus novillos, los que
protagonizaron el tercer y último encierro de las fiestas de Ampuero, celebrado
el pasado domingo, no fueran lidiados por la tarde en el coso de La Nogalera, tal y como
estaba programado.
Desde el Ayuntamiento, el alcalde
Patricio Martínez (PP), ya anunció el mismo domingo que el motivo de la
suspensión del festejo era la negativa de los dos novilleros, Juan Millán y
Juan Ortega, a torear en un coso «impracticable» que no reunía las condiciones
ante el mal estado de la arena, que presentaba varios charcos por la lluvia
caída la noche anterior. Este hecho no fue bien recibido por algunos aficionados
y miembros de las peñas taurinas, que mostraron su malestar al empresario
organizador del encierro, Félix López ‘El Regio’. Incluso empezó a correr como
la pólvora, entre algunos vecinos del municipio, una versión totalmente opuesta
a la ofrecida por los organizadores. Y es que la suspensión se debía a la
negativa de los novilleros a lidiar esos toros.
Pues bien, ayer el ganadero no tuvo
ningún reparo en asegurar a este periódico que los propios novilleros le
dijeron «descaradamente» que los toros eran «muy grandes» y que se negaban a
torear. «Es indignante que un novillero que está empezando tenga ya poder para
manejar una corrida. ¿Adónde vamos a llegar? Una cosa es que lo haga ‘El Juli’
porque no le convence algo de los astados, pero que venga un novillero de
segunda fila mandando… Es una vergüenza».
Martín Alonso relató ayer que la negativa
de los novilleros a lidiar el domingo se produjo tras finalizar la sesión de
vaquillas, que se celebró a continuación del encierro. «Empezaron a dar guerra.
No querían saber nada del sorteo, ni de los lotes. Querían torear muñecos.
Incluso pretendían cambiar el ‘sobrero’ (toro que se tiene de más por si se
inutiliza algún otro de los destinados a la corrida)». El ganadero asegura
también que la plaza se podía haber acondicionado para celebrar la novillada.
«En Santoña hizo el mismo tiempo que aquí y el festejo de ese día, se celebró
sin problemas. Pero aquí hicieron todo lo posible para no torear. Si hubiesen
querido, se habría podido. Al final, los novilleros se ponen de acuerdo, dicen
que la plaza está mal y se suspende».
Versión oficial
El alcalde de Ampuero, Patricio Martínez,
insistió ayer en que el único motivo para suspender la corrida fue el mal
estado del coso. Respecto a las declaraciones del ganadero, aseguró «no tener
constancia en ningún momento de que los novilleros se negaran a torear porque
los toros eran grandes». De hecho, criticó duramente a Martín Alonso por
«abandonar el ganado» y no estar presente cuando se decidió suspender el festejo.
«Si realmente los novilleros le dijeron eso, lo tenía que haber dicho en la
plaza de toros. No se preocupó por la corrida», cuestionó el regidor. Por su
parte, Félix López, el empresario que gestiona la plaza, coincidió con el
alcalde en que la única razón por la que se suspendió la corrida fue por el mal
estado de la plaza. «Ellos nunca dijeron nada de los toros, sólo que había que
arreglar la plaza, algo que finalmente no se pudo conseguir por falta de medios
y pese a la voluntad del alcalde».
Este periódico se puso en contacto ayer
con uno de los dos novilleros, Juan Millán, y también rechazó las acusaciones
del ganadero. «En ningún momento nos quejamos del tamaño de los toros. El
problema estuvo en el mal estado del ruedo».
ABEL VERANO (ELDIARIOMONTANES.ES)
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