lunes, 16 de septiembre de 2013

Murcia premia los esfuerzos de Ponce y El Juli

Manzanares perdió las orejas de su primero con la espada, que también privó de más trofeos al valenciano y al madrileño

José Francisco Bayona
Enrique Ponce y El Juli han cortado una oreja cada uno en el segundo festejo de la Feria de Septiembre de Murcia, un espectáculo en el que, de viajar las espadas más certeras, tanto los dos primeros espadas del cartel como Manzanares, que completaba la terna, hubieran podido salir a hombros.

Ostensible fue el cabreo de Enrique Ponce después de que la presidencia le negará una oreja pedida tibiamente por el público en el que abrió plaza. Faena al ataque del valenciano a un toro distraído y sin celo en los dos primeros tercios. Preciosas las hechuras del de Juan Pedro. Reunido, recortado, astifino. La actitud de Ponce mejoró su comportamiento, pero se defendió siempre, no tuvo una embestida limpia y, sin quedarse corto del todo, no terminó de empujar. Elegante, compacta y enfibrada la faena del de Chiva, que había brindado al jugador de golf Miguel Ángel Jiménez. Mató de media estocada y descabello.


Ponce cortó la primera oreja del festejo después de una fenomenal estocada al cuarto. El esfuerzo que hizo ante el toro de Juan Pedro, complejo y deslucido -por el izquierdo hasta peligroso-, fue importante. Secos los toques para fijar y empujar a un toro remiso. Muy por encima del toro el maestro, que acabó tocando pelo.

El Juli lidió por delante un sobrero de Parladé. La fuerte ovación reconoció el esfuerzo grande del torero, que apretó a un toro de inmejorables hechuras que, galopón, no terminó de romper hacia adelante. Le consintió el madrileño en una faena de asombrosa capacidad, gran firmeza y más apuesta de la que pareció. A mitad de faena consiguió meter a la gente, y la tanda de molinetes rematados en los tobillos parecía haber decantado la balanza definitivamente en favor de la oreja, pero pinchó tres veces antes de una estocada trasera y suficiente.

Muy importante fue la faena de El Juli al muy astifino quinto, con el hierro de Parladé. Embistió el toro enfadado y con potencia, con continuos cambios de ritmo, múltiples dudas y con tanta violencia que, a veces, terminaba girando al revés. De altísimo mérito la faena de Julián, que lo pasó por arriba y a pies junto en un intenso arranque de faena. Ni una duda hubo por parte del torero. Entró la gente en la faena cuando Juli se dejó llegar los pitones a los muslos con frialdad. Las mondeñinas finales fueron también ajustadísimas. Un pinchazo y una estocada casi entera trasera y atravesada. Fue premiado con una oreja con el toro enganchado ya al tiro de mulillas.

Fuerte ovación tras aviso para Manzanares con el noble tercero, al que había cuajado en un estupendo saludo a la verónica. Cuidado en el caballo, el toro, noble, cogió la muleta del alicantino con buen son. Perfecto el giro y la presentación del engaño para ligar. Un cambio de mano fue interminable. Bien revestida la faena, barroca, pero emborronada con la espada. Era, por ritmo, encaje y eco, de dos orejas.

El sexto, que apuntaba buen aire, se lesionó en el tercio de banderillas. El sobrero, de Juan Pedro, bastito, sin raza y a menos, no sirvió para que Manzanares, que quiso sin poder, pudiera cerrar el ejercicio en triunfo. Pinchazo hondo y descabello. Palmas.

Murcia, 16 de septiembre de 2013. Toros de Juan Pedro Domecq (6º bis) y dos (2º bis y 5º) de Parladé. De muy buena presentación, corrida armónica y muy astifina. De buenos inicios en general y peores finales. Enrique Ponce, ovación tras petición y aviso y oreja; El Juli, ovación tras aviso y oreja; y Manzanares, ovación tras aviso y palmas. Entrada: Tres cuartos.

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