Problemas burocráticos impiden que el bravo toro de Sánchez-Dalp regrese al campo
APLAUSOS
Miraclaro,
el toro de Sánchez-Dalp indultado por El Fandi ayer en Melilla, fue
sacrificado anoche por imperativo de la autoridad. "Nos dijeron que no podía salir vivo de la plaza porque la normativa lo impedía y no hubo más remedio que acatar la orden", afirma Ignacio González, representante de un hierro que ayer lidió una gran corrida en conjunto en el coso melillense: "Sólo
me queda la alegría de saber que la corrida fue un gran espectáculo.
Lástima que no pudiéramos llevarnos al toro, pero la normativa, por
desgracia, está muy arcaica en ese sentido".
Miraclaro fue el primer toro indultado en la historia de la Mezquita del Toreo: "Para que el animal muriera en los corrales hubiéramos preferido que El Fandi lo estoqueara en la plaza. Le habrían dado la vuelta al ruedo y habría sido una muerte más digna, más de bravo. Imagino que lo que se pretendió con el indulto era reconocer oficialmente que el toro merecía la vida", reflexiona el ganadero, que confiesa no haberse hecho con los testículos del ejemplar pues "no tenemos costumbre de inseminar artificialmente a las vacas".
Sobre las virtudes del toro, cuenta: "Tuvo mucha alegría, prontitud, galope, transmisión, recorrido, duración… Fue muy completo", añadiendo: "Me habría gustado tener al toro de semental porque tenía unas hechuras extraordinarias, pero estoy muy contento con el conjunto de la corrida. Hablé anoche con El Fandi y me dijo que le habían gustado cinco toros y que ese toro en concreto le había hecho pasar un rato inolvidable".
Tal y como expresa el criador, con el sacrificio de Miraclaro se ha perdido la línea directa de la res, pues la madre ya no vive: "El año pasado tuvimos que sacrificarla porque le salió un "vivo", que es como llamamos a una enfermedad cancerígena que provoca que los animales empiecen a sangrar por la cruz, por los agujeros de los puyazos del tentadero normalmente. Para evitar infecciones con los otros animales la sacrificamos", relata, y agrega: "Aunque la línea directa se haya perdido, la familia está ahí y el semental también".
Precisamente sobre el padre, matiza: "Se llama Mirón y como el hijo es Miraclaro puede imaginarse lo concentrada que está la sangre, que es pura de la línea Rincón de la ganadería".
De Sánchez-Dalp fue también Costasol, uno de los toros más importantes jugados este año en Las Ventas de Madrid: "A ver si estos toques de atención sirven para poner a la ganadería de nuevo en su sitio. Así lo espero y lo deseo". De momento, la siguiente cita de la vacada onubense será en Guadalajara el próximo día 15: "Será la última corrida de este año", con Finito, El Cordobés y El Fandi en el cartel.
Miraclaro fue el primer toro indultado en la historia de la Mezquita del Toreo: "Para que el animal muriera en los corrales hubiéramos preferido que El Fandi lo estoqueara en la plaza. Le habrían dado la vuelta al ruedo y habría sido una muerte más digna, más de bravo. Imagino que lo que se pretendió con el indulto era reconocer oficialmente que el toro merecía la vida", reflexiona el ganadero, que confiesa no haberse hecho con los testículos del ejemplar pues "no tenemos costumbre de inseminar artificialmente a las vacas".
Sobre las virtudes del toro, cuenta: "Tuvo mucha alegría, prontitud, galope, transmisión, recorrido, duración… Fue muy completo", añadiendo: "Me habría gustado tener al toro de semental porque tenía unas hechuras extraordinarias, pero estoy muy contento con el conjunto de la corrida. Hablé anoche con El Fandi y me dijo que le habían gustado cinco toros y que ese toro en concreto le había hecho pasar un rato inolvidable".
Tal y como expresa el criador, con el sacrificio de Miraclaro se ha perdido la línea directa de la res, pues la madre ya no vive: "El año pasado tuvimos que sacrificarla porque le salió un "vivo", que es como llamamos a una enfermedad cancerígena que provoca que los animales empiecen a sangrar por la cruz, por los agujeros de los puyazos del tentadero normalmente. Para evitar infecciones con los otros animales la sacrificamos", relata, y agrega: "Aunque la línea directa se haya perdido, la familia está ahí y el semental también".
Precisamente sobre el padre, matiza: "Se llama Mirón y como el hijo es Miraclaro puede imaginarse lo concentrada que está la sangre, que es pura de la línea Rincón de la ganadería".
De Sánchez-Dalp fue también Costasol, uno de los toros más importantes jugados este año en Las Ventas de Madrid: "A ver si estos toques de atención sirven para poner a la ganadería de nuevo en su sitio. Así lo espero y lo deseo". De momento, la siguiente cita de la vacada onubense será en Guadalajara el próximo día 15: "Será la última corrida de este año", con Finito, El Cordobés y El Fandi en el cartel.
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