Los
efectos que puede tener una altitud moderada en la preparación física
han sido muy estudiados en función de la necesidad o no de aclimatarse a
esa altura. Hasta 2000 metros de altitud se pueden experimentar
algunos efectos afectando al rendimiento físico y hasta 5500 metros se
observan modificaciones fisiológicas incluso en reposo, siendo muy
acentuadas durante el ejercicio físico.
Durante
los primeros días de estancia en altura, puede aparecer una
sintomatología que varía entre dolores de cabeza, náuseas, mareos,
insomnio y falta de apetito, pudiendo aparecer de manera aislada o a la
vez. No obstante, entre 4 y 6 días suelen desaparecer. Muchas
investigaciones coinciden en afirmar que durante estancias prolongadas
en altitud, se produce una pérdida de masa corporal, no obstante la
manera en la que pueda afectar o no la altitud depende mucho de cada
persona, estando este factor muy individualizado. Sin embargo hay que
mantener el ritmo e intensidad de los entrenamientos de cara a no perder
los estímulos neuromusculares. En cambio, los descansos son muy
importantes ya que la fatiga será mayor y tendremos que aumentar tanto
el tiempo de recuperación como la calidad de la misma (visitas a
fisioterapeutas, ayudas ergonutricionales, etc).
Pero
no solo la altura afecta a la estancia de los toreros en América, el
cambio horario también puede ser un hándicap que afecte a los
entrenamientos y festejos taurinos. Viajar a través de varios husos
horarios lleva una alteración de los ritmos circadianos del organismo
(llamado a veces jet lag) relacionados por ejemplo con la temperatura
corporal o la frecuencia cardiaca. Este desajuste horario afecta tanto a
la fuerza como a la resistencia, durando hasta que los ritmos internos
del cuerpo se sincronicen nuevamente con el entorno.
Factores
importantísimos en los toreros como por ejemplo el tiempo de reacción
o las habilidades motoras pueden verse afectadas. Varios investigadores
han calculado que son necesarios un mínimo de 3 días para resincronizar
el ritmo del rendimiento psicomotor después de un vuelo Europa- América
y 8 días cuando el vuelo es a la inversa.
Consejos
para afrontar el viaje a las américas en las mejores condiciones son
muchos. Por ejemplo llegar varios días antes del festejo, dando
aproximadamente un día por cada hora de cambio horario. Muchos
deportistas, una semana antes del viaje, intentan en la medida de lo
posible, ir cada día media hora más tarde a dormir, despertarse,
desayunar, entrenar, etc. Por otro lado, el día antes del viaje se
tendría que comer abundantemente, pero teniendo en cuenta un desayuno
tardío y con mucha proteína, al igual que la comida y una cena con alto
contenido en hidratos de carbono.
Otra
técnica que se utiliza comúnmente, es despertarse lo más tarde posible
el día del viaje, y durante el mismo, poner el reloj en el horario del
destino actuando, comiendo y pensando en el horario de la cuidad de
nuestro destino.
Todas
estas técnicas ayudarán a que el efecto del jet lag sea menor y se
pueda estar cuanto antes en plenas condiciones físicas y mentales tano
para entrenar como para cumplir con los festejos taurinos contratados.
Por Víctor Zafrilla
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